Algunos errores que cometemos sin darnos cuenta, hacen que suba la aguja de la balanza. Corregirlos nos ayudará a perder peso y mantenerlo
¿A quién no le ha pasado que comienzas una dieta con mucho esfuerzo y no pierdes ni un gramo, y los pantalones te siguen sin abrochar?.
Obviamente hay algo que no está funcionando y por ello no logramos el tan ansiado objetivo, el problema es que muchas veces no logramos entender dónde está la falla.
A continuación algunos malos hábitos que nos impiden bajar de peso:
Picotear sin darse cuenta
Beber uno que otro café de más con azúcar, merendar frente a la Tv o el tablet, ir directamente a la nevera al llegar a casa, pellizcar el pan en el recorrido de la panadería a la casa, los frecuentes “compartir” en el trabajo, probar aquí y allá mientras estamos cocinando, comer lo que el bebé deja para no botarlo, consumir chucherías mientras esperas que tu hijo/a salga del colegio o del deporte, son situaciones comunes y rutinarias en donde estás inconscientemente consumiendo calorías, muchas veces ni por el gusto de saborear sino por distracción, nerviosismo o ansiedad.
Beber poco agua
Según investigaciones de una nutricionista americana (Lyn – Genet Recitas) , por cada medio litro de agua menos que consumamos según nuestro requerimiento diario, el cuerpo retiene, medio litro de líquidos que traen como consecuencia inflamación y mayor peso y volumen corporal.
Para aquellas personas que les cuesta beber el preciado líquido pueden usar técnicas tales como: dividir la toma en botellas de ½ litro 3 veces al día, darle sabor con limón o hierbas aromáticas, beber infusiones no endulzadas.
Renunciar a todo
Pudiera parecer paradoxal, pero el renunciar extremadamente a todo, surge el efecto opuesto al que se desea, pues la persona busca aún más el consumo de dulces y chocolates, exagerando en frecuencia y cantidad y aumentando de peso. Para ello debemos evitar eliminar todas las fuentes de carbohidratos, evitar comer alimento insípido y mal presentado, pues llevará al aburrimiento y al abandono de la dieta. Para ello se recomienda aprender a preparar alimentos sanos y bajos en calorías con mucho sabor y colorido sin necesariamente añadir caloría, los recetarios de cocina light ayudan mucho para este objetivo.
Elegir solo alimentos “light”
Si es cierto que contienen menos grasas y menos azúcar pero no son siempre la mejor opción a la hora de perder peso, pues psicológicamente se encuentra un “comodín” en este tipo de alimentos para permitirse comer de más, lo cual inconscientemente nos hace ingerir más calorías que si estuviésemos comiendo la versión “no light” del mismo producto, el adecuado uso de este tipo de alimentos es consumiéndolos en cantidades moderadas.
Por otro lado, las bebidas light, al poseer endulcorantes con un poder dulcificador más fuerte que el azúcar, provoca irremediablemente más ganas de consumir azúcar.
Comer solo 3 veces al día
Para evitar picos de insulina en sangre que nos ocasionen esa tan temible “ansiedad por dulce”, es necesario consumir meriendas. La regla dice que debemos comer cada 4 horas durante el día.
Claramente no quiere decir que debemos estar comiendo a cada rato o picoteando, pero si debemos hacer al menos 2 meriendas oficiales, una a mitad mañana y otra a mitad tarde, y consumir alimentos ligeros como las frutas, ensaladas de frutas, jugos verdes, frutos secos, y yogurt descremados.