Todos hemos hecho, al menos una vez, algunos de los challenge que aparecen en las redes sociales, ya sea como un simple juego, por diversión o, tal vez, para llamar la atención y ganar popularidad. Sin embargo, para el venezolano el verdadero challenge es sobrevivir.
Son muchas las condiciones que deben darse para que un ser humano de 2019 pueda llevar una vida digna. Existen algunas condiciones que son básicas para subsistir y bien sabemos que en Venezuela no existen. Por ejemplo: el derecho a la alimentación, al agua potable, a la salud y a los tratamientos médicos. Por su puesto que existen muchos más con los cuales no contamos, pero hoy nos encargaremos de hablar porque Venezuela es un verdadero ‘challenge nutricional’.
Si analizamos el comportamiento nutricional de la población venezolana desde 2013 hasta la quincena de febrero 2019, podemos resumirlo como una verdadera rueda de la fortuna, debido a que ha sido cambiante semana a semana de acuerdo a la situación de biodisponibilidad y precios. Entre 2013 y 2014 teníamos una población con sobrepeso e incluso obesidad en grado de ser el segundo país latinoamericano, tras México con mayor número de casos de sobrepeso (31% de incidencia). Este estado se basaba en la baja biodisponibilidad de proteínas de origen animal, y lácteos, por lo cual se duplicó el consumo de carbohidratos (arroz, granos, pan, arepa, empanadas, plátano, pasta), es decir tenían pases esos años una población en un 31% con malnutrición por exceso; por ende,obesa y desnutrida.
Para los años 2015 – 2016, comienza a agudizarse la biodisponibilidad no solo de las proteínas, sino también de las fuentes de carbohidratos, años donde conseguir pan era una odisea, largas colas en panaderías para poder comprar 1 o 2 canillas (pan francés) o 1 pan de maíz, o campesino por persona, crisis que se desencadena con la expropiación de los silos de trigo. Una situación que obligó a la importación de harina. Ante tal situación, la población se avoca al consumo de mayor cantidad de arepa o arroz, aumentando inmediatamente los costos en el mercado de ambos alimentos.
En esos momentos, los nutricionistas comenzamos a indicar y sugerir el uso con mayor frecuencia de granos y cereales para suplir en parte la proteína vegetal, el mayor consumo de vegetales y comenzamos a dar las recetas para poder usar los tubérculos como fuente de energía en sustitución del pan, arepa y arroz.
De hecho, comienza el venezolano con su hermosa creatividad a sacar arepa, panquecas, panes, tortas y galletas a base de yuca, ocumo, papa, batata, plátano, y auyama. Acto seguido con la mayor demanda de tubérculos encarecen los precios afectando aún más el estado nutricional del venezolano y limitando las opciones que los nutricionistas sugeríamos.
Para 2015 ya la escasez de lácteos era un hecho, sin contar con la crisis para conseguir las fórmulas infantiles. En vista del problema, el gobierno lanza una campaña de lactancia materna exclusiva para fomentar la leche materna y disminuir la demande de fórmulas infantiles, pero igualmente quedaba la brecha de niños entre los 6 meses hasta los 24 meses sin leche completa ni fórmula infantil que poder darles. De igual forma, en 2015 el venezolano borra de su consumo el yogurt, los altos costos imposibilitó hasta el día de hoy la compra de ningún tipo de yogurt, rubro que desaparece por costos inaccesibles.
Entre 2016 y 2017 la población venezolana comienza su pérdida de reservas corporales grasas y musculares progresivamente, ya que aun teniendo dinero en mano no conseguían cubrir el requerimiento nutricional necesario para el grupo familiar, facilitando las calorías y nutrientes a menores de edad, embarazadas y ancianos. Fueron años donde los alimentos aparecían y desaparecían de un día para el otro, un día ibas al supermercado y estaba lleno de leche y en dos días no conseguías más y no sabías cuando podías conseguir de nuevo, y así con muchos alimentos.
Llegado 2017 comienza el declive nutricional del venezolano, se unen dos factores que hicieron un jaque mate de nutrientes: los niveles de hiperinflación con dolarización de los costos aunados a la escasez de alimentos. En resumidas cuentas o no consigues o no lo puedes comprar porque el precio es excesivamente elevado al tratarse de productos importados. Desde este punto hasta los momentos ha sido una veloz caída libre nutricional que ha resultado en hambruna y muerte
El verdadero challenge es poder comer 3 veces al día con un aporte de al menos 1 gr de proteínas de alto valor biológicos por kilo de peso corporal, que pueda al menos cubrir 1 porción de fruta y 1 de vegetal al día, y una ingesta de carbohidratos al menos de 200 gr al día con sueldos en bolívares soberanos y precios dolarizados e hiperinflación.
Cómo sobrellevar el Venezuela Challenge
Cada día se hace más y más difícil para todos poder dar recomendaciones útiles para sobrellevar este reto, pero de igual manera deseo dejarles algunas herramientas para poder seguir sobrellevando y resistiendo la actual situación.
Como describo en mi reciente libro digital ‘Cómo nutrirnos con poco en la Venezuela de hoy sin morir en el intento’, lo principal que debemos conocer es que nuestro cuerpo requiere tres macronutrientes las proteínas (que son nuestra estructura – corazón, músculos, huesos, cerebro, hemoglobina, musculatura etc.), los carbohidratos que son nuestra fuente de energía (nuestra gasolina por así decirlo) y las grasas “buenas” necesaria para el adecuado funcionamiento hormonal, cerebral y enzimático.
Por otro lado tenemos el grupo de las frutas y vegetales que son de vital importancia para obtener los radicales libres que nos previenen el cáncer y la enfermedad cardiovascular, y las vitaminas necesarias para nuestras funcionales vitales diarias. Además de ser nuestra fuente de fibra dietética.
¿Qué podemos hacer?
El día que no cuente con proteína animal (carne, pollo, pescado, huevo, quesos o jamón) para suplir debe usar arroz + leguminosa + cereal para obtener proteínas vegetales que puedan de alguna manera suplir la animal. Ejemplos: arroz + lentejas + maíz, otro ejemplo arroz, caraotas y maíz
Compre en la semana le tubérculo que resulte más económico y rendidor para poder hacer arepas, empanadas, contornos, bebidas como chichas. Los tubérculos son papa, batata rosada, batata amarilla, plátano, ocumo, ocumo chino, ñame, yuca.
Cuando encuentre variedad de leguminosas o granos compre para tener variedad y combinarlos con el arroz y el maíz, ejemplo lentejas, arvejas amarillas, arvejas verdes, caraotas negras, caraotas rojas, caraotas blancas, vainitas o judías verdes, pico negro etc
Evite comprar alimentos que no sean nutricionalmente estrictamente necesarios, mejor invertir en alimentos más nutritivos por ejemplo es más importante gastar lo que cuesta un refresco en comprar fruta o verdura, es más necesario para nuestro cuerpo. Alimentos actualmente innecesarios y nutricionalmente superfluos que debemos evitar comprar e invertir en fruta y vegetales o proteínas son: refrescos, bebidas gaseosos, te comerciales, mantequillas y margarinas, mayonesas, jugos pasteurizados, salsas de tomate o comerciales, mostazas, bebidas alcohólicas, galletas, postres, dulces, chucherías y golosinas.
Las sopas son más rendidoras para el grupo familiar es una forma de cenar y no ir a la cama con el estómago vacío
Únase con sus amigos, vecinos, y familiares comprar al mayor rinde más pueden dividir los costos más fácilmente
Recorra los establecimientos que más pueda, cada quien tiene un precio diferente.
Cuando consiga fruta o vegetales más económicos compre lo que pueda y congele para que no se dañe y tener disponible.
Compre los quesos que sean más económicos o al menos el más rendidor para el grupo familiar
Compre el pollo entero es más económico que la pechuga. O también en algunas carnicerías venden los “retazos de pollo”, no son carne de tercera simplemente parte de cortes que son irregulares pero igual son de pollo y no son desperdicios, y sirven para desmechar o guisar y usarse con arroz, o relleno proteico de arepa o empanadas o pastelitos.
El huevo está costoso, pero tiene 2 ventajas la albúmina es una excelente proteína para combatir la desnutrición, y la yema es rica en vitaminas; y es la proteína más rendidora para el grupo familiar
Las albóndigas de lentejas o carne casera de lentejas son ricas en hierro y deliciosas son una opción más económica
No botes la piel del plátanos puedes preparar un sustituto de la carne molida y unir con arroz y leguminosas o vegetal cocido
Sin duda, vivimos el desastre nutricional más grande que nuestra historia como nación, pero tenemos la fe y la convicción que pronto estaremos en proceso de recuperación y recuperación nutricional.