En algún momento de nuestras vidas, todos tenemos la idea de iniciar un proyecto económico, tener una tienda, una empresa, un emprendimiento, pero la gran mayoría abandonan este deseo por desconocimiento de cómo empezar, por falta de tiempo y/o falta de dinero.
Pero un porcentaje pequeño sí se adentra a realizar este sueño y se lanza a crear su emprendimiento, por eso te damos algunas recomendaciones para evitar cometer errores y llegar a tu éxito.
Errores en la creación de un emprendimiento
1. No confiar en tu idea y tus capacidades: Sin importar con cuál tipo de emprendedor te identificas, para conseguir algo primero es necesario que creas que eres capaz de conseguirlo, que confíes en tus capacidades y conocimientos del sector donde emprenderás.
- No tener un plan de negocios: la falta de un plan de negocio estructurado es un fallo terrible tomando en consideración que este pudiese ser necesario en cualquier momento para captar posibles inversores. Además, contar con un buen plan de negocios contribuye a conocer cuál es el objetivo que se persigue. Un plan de negocios es un documento que dé guía a toda la idea para concretar un modelo de negocio eficiente y viable. Para dar solución a ello, es necesario que antes que nada definamos en este plan los objetivos del negocio, la estructura organizacional, el dinero y demás recursos que necesitas, así como las utilidades que pretendes generar.
- Desconocimiento de las leyes en materia mercantil y laboral: Muchos emprendedores se dedican a conocer todos los aspectos que necesitan para que el negocio pueda operar, dejando olvidado o como última prioridad el conocer y estar al día con todos los requerimientos legales, lo cual termina finalmente por convertirse en un impedimento para que el negocio pueda crecer y expandirse como es debido. Es importante que conozcan a profundidad las leyes especiales en el área que desean desarrollar su emprendimiento, con esto evitas sanciones, multas y cierres innecesarios. Asimismo, algunos emprendedores tienden a olvidar la necesidad de proteger la propiedad intelectual de sus ideas. En esta etapa de inicio, legalmente se comienza por constituir la empresa y darla de alta ante la autoridad fiscal para contribuir formalmente a la economía. También para determinadas actividades empresariales existen lineamientos específicos a tramitar como aquellos de salubridad, exportación, etc.
- Falta de conocimiento del sector donde vas a emprender: Puede que la idea sea buena pero no siempre se conoce con profundidad el sector en el que se pretende entrar. En ocasiones no se hacen buenos estudios de mercado o se fracasa por una mala planificación de las actividades de marketing. Indaga en otros emprendedores que estén dentro de ese sector, lo bueno y lo malo que están viviendo, las crisis que han superado y las áreas que no han desarrollado para ampliar tu visión y crearte tu propio nicho.
- No ser capaz de formar buenos equipos. Muchos emprendedores tienden a ser excesivamente individualistas siendo incapaces de delegar funciones. En otras ocasiones no logran formar buenos equipos al rodearse de familiares y amigos que no siempre tienen la formación y experiencias adecuadas. Conviene descubrir las debilidades y los puntos fuertes de cada emprendedor, así como de los socios que se sumen al proyecto, con el propósito de obtener el máximo provecho de las fortalezas. Otro error que cometemos con facilidad es elegir socios con los mismos perfiles, es importante que sepas que aquellos socios que complementan tu perfil son mucho más valiosos pues dan una visión y experticia más amplia y diferente a la tuya, lo que permite más flexibilidad al momento de afrontar cambios y crisis y a la vez permite con naturalidad el ampliar o expandir el negocio.
- Ser demasiado optimista con el resultado y esperar los frutos a muy corto plazo:Una de las cualidades de los emprendedores es ser optimistas por naturaleza, de lo contrario tuvieran tanto miedo al fracaso que desertaron de la idea en milésimas de segundos. Este optimismo los lleva a sobreestimar los ingresos e infravalorar los gastos, haciendo pensar que su producto o servicio es el mejor, subestimando a la competencia. Lo importante es saber que más que un crecimiento acelerado, lo que se debe perseguir es que la idea sea sostenible y pueda perdurar en el tiempo. Otro de los errores que debemos evitar es diversificar descontroladamente las empresas, céntrate en uno o dos productos al inicio, ya tendrás tiempo de ampliar la gama de productos o servicios a medida que el negocio se fortalezca, tengas ingresos fijos e incrementes tu capacidad de gestionarlo. Existe siempre la tentación de poner el objetivo en crecer y crecer… muchas veces por encima de las posibilidades de la empresa. También debes tener en cuenta a la hora de elegir los productos iniciales o los de expansión en tener una visión amplia del mercado, muchos emprendedores se aferran a una idea de producto o servicio que forma parte de sus gustos, sin atender cuáles son las verdaderas necesidades de los potenciales clientes. Esto sin duda dará lugar a un emprendimiento sin las ventas o el éxito esperado.
- No destinar presupuesto para un plan de marketing: Todo proyecto de emprendimiento debe contar con un presupuestal debidamente abajado por los contables o administradores, y debe ser lo más detallado posible para evitar sorpresas desagradables en el camino. A la hora de realizar el presupuesto uno de los errores que se comenten es el olvidar hacer la partida para el marketing. Esta partida es fundamental, sobre todo si se está empezando el proyecto. Destinar una parte del presupuesto que sea exclusiva para hacer marketing puede ayudarnos a conocer más el mercado al cual nos dirigimos, siendo capaces de brindarles un producto o servicio que se adapte realmente a sus necesidades de los clientes y pueda asegurar un número significativo de ventas a la empresa. Al tener un buen estudio de mercado se puede conocer la oferta y demanda, perfil de competidores, preferencias y necesidades de los clientes, estacionalidad y territorio ideal, etc. El marketing te permitirá saber dónde puedes vender más, si requieres vendedores o plataforma de e-commerce, por ejemplo. Con la constante actualización de las App y redes sociales el marketing es fundamental para mantener en la palestra pública tu negocio entre las primeras opciones de compra de los consumidores. Por lo tanto, también es importante dedicar tiempo a otras áreas comerciales, responsables por la fidelización de tu público y por el crecimiento de tu empresa: marketing digitaly atención al cliente.
- Creer que si el producto es bueno se vende solo: Muchos otros principiantes piensan que sus productos son tan únicos e innovadores que se venderán solos. Pero la realidad es que todo producto o servicio necesita de esfuerzos en marketing y estrategias comerciales para llegar al público. Lo ideal es destacar en todo momento las ventajas competitivas que tiene sobre la competencia para obtener resultados positivos en ventas. Si estudias las características de tu segmento, la competencia y la respuesta del público al producto que vendes, vas a poder recolectar información muy valiosa para la administración de tu emprendimiento y para entender cuál es el diferencial de tu producto.
- Empezar con poca liquidez/capital: Aunque la mayoría carece de acceso al financiamiento para empezar su emprendimiento, es necesario contar con cierta cantidad de dinero que sea suficiente para cubrir al menos los activos básicos, algunos expertos señalan que debes tener la disponibilidad de cubrir gastos de por lo menos seis meses sin tener ingresos. Errores de emprendedor tan básicos como este pueden poner en juego su estabilidad financiera e incluso la de su familia.
- No tener conocimientos en gestión empresarial: No es necesario tener un doctorado en empresariales, pero sí los conocimientos básicos. Es fundamental desarrollar habilidades para gestionar una empresa, desde cómo administrar los recursos hasta la dirección que se debe dar. Existen diversos cursos e incubadoras que brindan estos conocimientos a los nuevos empresarios, así que no hay limitante en cómo solucionar este error. Muchos emprendedores cometen el pecado de creer que solo tienen que hacer una inversión importante para tener éxito en áreas que no conocen bien. Hacer un análisis de mercado previo esencial para iniciar una empresa.
- No definir la misión de la empresa: Una empresa sin misión, puede llegar a alejarse de sus objetivos principales. Es importante que definas qué es tu empresa, a qué se dedicará y qué elementos la hacen diferente. También todo empleado debe saberla para reconocer la identidad del negocio y trabajar diariamente bajo ese propósito. Este es uno de los errores comunes de un emprendedor: si no sabes exactamente lo que quieres y a dónde quieres llegar, es probable que los resultados no sean del todo satisfactorios. Es importante establecer un plan de acción concreto para que todo tu equipo tenga en claro de qué manera va a colaborar al objetivo con su trabajo diario.
- Fallar en la proyección del negocio: La proyección, que no es más que un anticipado de los resultados que se pretenden tener en los siguientes años, es crucial para que el negocio crezca. Sin ella es imposible conocer parte de la viabilidad de seguir operando y establecer estrategias o acciones que lideren al negocio. Si sólo trabajas pensando en un futuro inmediato y en ver ganancias lo más rápido posible seguramente vas a sentir algún tipo de frustración. La idea es que entiendas que emprender requiere paciencia, tiempo y enfoque a mediano y largo plazo. No te olvides de desarrollar tus objetivos con esa visión.
Errores en el desarrollo del emprendimiento
Los errores también se comenten en el desarrollo del negocio / emprendimiento, y he querido separarlos para que quien se encuentre en las distintas etapas puedan identificarlas con facilidad. Es importante que los analices y determines en cuál pudieses estar incurriendo a fin de que lo evites y tengas un emprendimiento exitoso.
- No pedir ayuda a tiempo: Muchas veces esto ocurre por temor a dejar entrever debilidades, o para que los clientes o la competencia piensen que no se tiene la experiencia necesaria o el conocimiento para ser considerado experto en el sector. Sin embargo, esto impide que el negocio pueda crecer. Lo mejor es aprender a solicitar apoyo cuando sea necesario. Actualmente existe la figura del “Mentoring”, que no es otra cosa que expertos con mucha experiencia en varios sectores que te toman como “pupilo” y te van guiando en el proceso de creación y expansión de tu negocio. Claro está que ser emprendedor no significa saberlo todo ni tener la respuesta correcta. Hoy en día hay una mayor apertura para llegar a adquirir consejos de grandes empresarios y lo único que hay que hacer es acercarse a ellos. Tanto el networking como asesorías especiales pueden ayudarte en este punto.
- No continuar formándose: En la vida todo es aprendizaje, no importa la edad que tengas, y en los negocios pasa lo mismo. Muchas veces el emprendedor piensa que ya cuenta con todas las habilidades necesarias para que el negocio sea próspero. Sin embargo, para poder dirigir una empresa es necesaria la formación constante, especialmente para poder estar actualizados. Recuerda que a medida que los días pasan, las cosas podrían ir cambiando, por lo que siempre debes tener la capacidad de hacer frente a los cambios y crisis.
- No ser conscientes de los ingresos: Las cuentas de los emprendimientos deben estar separadas de las cuentas personales de los emprendedores. Cuando las cuentas están juntas las ganancias no se van a percibir, pues al ver en tu cuenta una suma mayor a la que estás acostumbrado empezarás a gastar sin control y puede que te endeudes y hagas fracasar el negocio. Muchos emprendedores empiezan a gastar más dinero de lo que jamás hubiesen imaginado, precisamente por no tener en orden sus cuentas, especialmente en lo que se refiere a los ingresos y a los gastos que el negocio ocasione. No contar con un presupuesto que se ajuste a la realidad del negocio puede terminar por extinguir la idea de emprendimiento.
- Olvidar que la competencia existe: Para los emprendedores su idea es la más brillante y la que nadie tiene, pues te digo que no siempre es así. Siempre tendrás competencias o desde antes de crear tu negocio y durante su desarrollo, recordemos que los mercados se regulan por la oferta y la demanda y los casos de monopolios son muy pocos. Por mucho que se considere que una idea es innovadora, difícilmente tendrá el terreno para ella sola, ya que lo más probable es que tenga otras ideas similares tratando también de crear su punto de diferenciación, por eso la importancia de saber quiénes son tus competidores y cómo se están manejando en el mercado para siempre tener la delantera.
- No hacer un equipo experto en el sector: El miedo a compartir el conocimiento es algo natural de los emprendedores, pero es necesario para seguir creciendo y expandiendo el negocio. Muchos buscan asociarse con quienes tienen las mismas ideas, u otras personas que no tienen experiencia, y esto también le resta oportunidades a la empresa. Es un requisito para el éxito aprender a delegar funciones, pues, muchas veces se piensa que hacer las cosas por sí mismo es lo mejor, pero esto es otro error. Empieza delegando pequeñas tareas hasta que generes la confianza del equipo que has creado. Entiendo perfectamente que, al ser dueño de tu propio negocio, puedes llegar a cometer el error de ser tú el único en la toma de decisiones y ejecución del proyecto, pero te puede perjudicar hasta el punto de que te sobrepase y puedas perder grandes oportunidades de negocio en el momento justo. Lo mejor es buscar expertos en el área y delegarle funciones, quedándote tú con el seguimiento o supervisión.
- No dedicar suficiente tiempo al negocio. Muchos negocios se inician mientras conservas un empleo fijo que te permite pagar las cuentas de la casa/familia. Pero el emprendimiento exige dedicación total; no existen emprendedores a “media jornada”. Lo que puedes hacer es agendar actividades, no hace falta que hagas miles de cosas al día, sino elige las prioritarias, agendarlas y ejecutarlas según el plan. Si adicional a esto te apoyas en el equipo los resultados serán visibles de forma más rápida y progresiva. Esto te permitirá ir creciendo en el emprendimiento hasta el punto de que ya rinda frutos y puedas dejar tu trabajo para dedicarte exclusivamente a tu sueño.
- Creer que un buen producto se vende solo. Las varitas mágicas no existen, tenlo siempre presente en todas las facetas de tu vida. Otro de los errores que cometen es el excesivo optimismo en el producto. Los productos hay que publicitarlos, y explicar su función o en qué ayuda a las personas. Los clientes necesitan tener claro cuál beneficio recibirán al comprarlo. Con las redes sociales y la tecnología ahora es posible llegar, literalmente, a todo el mundo. Todo negocio debe ser creado con una visión amplia que a futuro le permita expandirse o diversificarse. Por ello, es necesario crear una marca que pueda tener diversas vertientes e incursionar en más mercados.
- No pensar en el cliente. Nadie mejor que tú conoce de qué va el emprendimiento, pero debes tener la mente abierta para adaptarte al mercado y a los clientes. Muchas empresas multinacionales en el mundo no venden los mismos productos en los países, y el motivo es porque adaptan su producto al cliente que lo compra. Muchas veces los emprendedores olvidan al cliente una vez producida la venta. Esta política equivocada provocará que el cliente no repita la experiencia de compra en el futuro. La clave es la evaluación post venta que gestione las consultas, quejas y reclamaciones de modo ágil y rápido. La importancia actual de las redes sociales hace necesario cuidar mucho al cliente para fidelizarlo a la marca. Tener retroalimentación te ayudará siempre a darles un buen servicio y poder satisfacer todas sus necesidades. Es necesario que los emprendedores puedan crear estrategias capaces de adaptarse a los cambios, debido a que la evolución de los negocios depende mucho de ello. El entorno específico y general que rodea a la empresa sufre cambios continuos. Los gustos de los consumidores, las modas y los hábitos sociales sufren cambios vertiginosos. Las empresas deben anticiparse y ser capaces de adaptarse rápidamente.
- No ponerse en el lugar del inversor. Cuando estás en la etapa de expansión tener inversionistas ayuda a que sigas creciendo. Pero luego del arduo trabajo de ubicarlos y venderle la idea, viene el proceso de mantenerlo dentro del negocio. Las relaciones entre emprendedores e inversores no siempre son fáciles ya que los primeros piensan en términos de producto y los segundos en términos de rentabilidad. Esa lucha de objetivos puede llevar al fracaso de algunos negocios.
- Tener costos que sobrepasan los ingresos: Como se dijo en puntos anteriores, el tener un presupuesto es fundamental para saber los costes y beneficios que se obtendrán. En un principio se tendrán gastos antes que ingresos, pero poco a poco la tendencia debe llegar hasta un punto de equilibrio en el que entre suficiente dinero para solventar la operación diaria del negocio. El error radica en no mantener el equilibrio de ingresos y egresos, pues el negocio puede llegar a enfrentar un endeudamiento que evite continuar con el proyecto. Lo primordial en esta etapa del emprendimiento es tener un equipo de administración, que monitoree constantemente las entradas y salidas y evalúe los gastos fijos que pueden recortarse.
- Ignorar la medición de resultados: Así como plantear objetivos y metas, es necesario medir constantemente los resultados que se tienen de cada operación en el negocio. Desde el desempeño en recursos humanos hasta las ventas realizadas, muestran datos importantes de cómo se está desarrollando el proyecto en general y qué debe ajustarse. Para conocer qué efecto están generando las acciones que haces, debes prestar atención a las métricas de tu emprendimiento. También puede ser interesante establecer períodos durante el año para pedir feedback a tu público y analizar todas las respuestas con tu equipo.
- No reinvertir en el negocio: Es importante que las ganancias permanezcan en el negocio al principio, el reinvertir te permitirá producir mayor cantidad de productos o contratar a más personal para ofrecer el servicio. El error que se comete es cuando por fin se logran obtener ganancias suficientes, y prefieren disfrutar parte de ellas como un premio por todo el esfuerzo.
- No definir estrategias y descuidar la planificación: Para que cualquier proyecto funcione es necesario planificación, incluso en el día a día de las familias es necesario planificar para evitar el desorden. Cuando emprendes debes tener clara tu planificación y cuáles estrategias dentro de ellas están diseñadas para que funcionen a corto y mediano plazo. De lo contrario, podrías poner en riesgo el desempeño del negocio y las oportunidades de crecimiento. La planificación se puede dividir en dos grandes categorías: el financiero y el tiempo. El plan financiero garantiza la estabilidad y el crecimiento de tu empresa, además de orientar los precios de tu producto. El plan a través del tiempo es fundamental para hacer que todo suceda, ya que te va a permitir validar tu rutina de trabajo y generar los resultados previstos.
- Olvidarse de establecer una rutina de trabajo organizada: De nada sirve tener metas establecidas y un planeamiento si no tienes control sobre tu propia rutina de trabajo. La desorganización no solo disminuye el potencial de tus acciones a mediano y largo plazo, sino que también perjudica tu desempeño como profesional. Para evitar cualquier problema, asegúrate de tener todas tus tareas en orden, sabiendo exactamente lo que es necesario hacer ahora, lo que puede quedar para después, lo que no vale la pena ejecutar y lo que va a ser delegado.
- Abandonar tu emprendimiento ante el primer obstáculo: Al principio, todo son obstáculos y retrasos (especialmente los burocráticos), pero a medida que los vas sorteando y aprendiendo de los mismo en el proceso verás que las cosas empiezan a fluir por sí solas. Si algo imprevisto surge o un error te encierra, recuerda que es una variable común en todos los emprendimientos y puedes aprender de esa experiencia para mejorar los resultados en el futuro.
Con estas recomendaciones no pretendemos asustarte o desalentar tu voluntad de emprender, por el contrario, buscamos que en base a los errores que otros han cometido tú puedas ayudarte y evitarlos. Siempre habrá errores, incluso las multinacionales de cientos de años en el mercado los siguen cometiendo, todo es parte del proceso. Simplemente actúa consecuente con tus objetivos y de forma ordenada para ver los frutos de tanto esfuerzo.
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