Félix Da Silva: “Cumplí el sueño de fundar mi escuela de dibujo en Madrid”

Félix Da Silva, fundador de la escuela de arte Garabatos.
Félix Da Silva, fundador de la escuela de arte Garabatos.

El venezolano admite que había pensado lanzar este proyecto en Caracas, pero encontró en la capital española las oportunidades para dar vida a ‘Garabatos’.

Líneas trazadas sobre un folio en blanco. El grafito deja su huella en los poros del papel y empieza a tomar forma una figura que, tras largas horas dedicadas a los minuciosos detalles, se convierten en Ryu, uno de los personajes más reconocidos de los videojuegos ‘Street Fighter’”. La pieza, ahora expuesta en el aula de la escuela de dibujos ‘Garabatos’, es una demostración de las habilidades de su fundador, Félix Da Silva, con los lápices y los pinceles.

El emprendedor dio sus primeros pasos en la docencia al formar a niños en los conceptos más básicos del dibujo.
El emprendedor dio sus primeros pasos en la docencia al formar a niños en los conceptos más básicos del dibujo.

El emprendedor venezolano, que sólo cursó dos semestres de diseño en Caracas, admite que ha apostado por un aprendizaje autodidáctico, “permitiéndome aprender de diversas técnicas, incursionar mucho más allá de un programa de estudio y, posteriormente, contar con las herramientas para dedicarme durante más de una década a la docencia”, apunta a IberoEconomía. Aunque sus primeros pasos fueron en la enseñanza de los conceptos más básicos del diseño y dibujo entre niños, fue cuestión de tiempo de que su aceptación como profesor le llevase hasta el podio de las aulas universitarias.

“Cuando empecé a formar a los estudiantes de mayor edad noté que había un pequeño choque por la cercanía de las edades. No obstante, al observar el control que tenía de la asignatura, todo volvía a su cauce habitual”, recuerda. Los nervios por estar frente a un grupo de alumnos con sólo los aprendizajes que había adoptado por cuenta propia se disolvieron cuando acudió como oyente a la clase de otro compañero. “Me sorprendió que el profesor afirmaba aspectos que, o bien eran falsos o que requerían ahondar mucho más en ellos. Incluso, cuando le preguntaban algo fuera del temario, no tenía respuestas y postergaba la explicación a la próxima semana”, afirma Da Silva.

Félix fue docente en el Instituto de Diseño Caracas (IDC), el Colegio Universitario Monseñor de Talavera, y en el Centro Cultural Chacao.
Félix fue docente en el Instituto de Diseño Caracas (IDC), el Colegio Universitario Monseñor de Talavera, y en el Centro Cultural Chacao.

Con un portfolio que resume sus trabajos en áreas como diseño gráfico, realismo, cómic y otras técnicas, el venezolano comenzó una trayectoria profesional que le llevó a estar en diversas instituciones académicas como el Instituto de Diseño Caracas (IDC), Colegio Universitario Monseñor de Talavera o Centro Cultural Chacao. Una trayectoria que iría hasta el mundo del cine, donde se aprovecharían sus conocimientos de animación para la realización de algunos proyectos como el corto ‘Duende Verde’ o la producción “que un largometraje, que no se llegó a proyectar, sobre un Simón Bolívar presentado como un superhéroe latinoamericano”.

Dibujar un sueño

El sueño de liderar una escuela o instituto ya rondaba en la mente de Da Silva durante su permanencia en Caracas. El proyecto, que permaneció como un borrador, se convirtió en un proyecto desde su llegada a España, hasta finalmente abrir sus puertas en abril de 2016. “Me sentía molesto por las dificultades del mercado laboral, decidí montar mi propio negocio y cumplí el sueño de fundar mi escuela de dibujo en Madrid”.

La escuela de arte, a dos años de su apertura, ya suma más de 40 alumnos.
La escuela de arte, a dos años de su apertura, ya suma más de 40 alumnos.

Los inicios no fueron fáciles. “En las primeras clases sólo tenía unos cuatro alumnos a la semana”, reconoce. No obstante, con el paso del tiempo, el emprendedor venezolano se hizo con una cuota de mercado y ya suma más de 40 alumnos que se forman en el diseño y el dibujo. El crecimiento fue natural, “del boca a boca, pasando muchas horas dentro de la escuela aunque estuviera vacía para que las personas que pasan por la calle vieran que era un establecimiento abierto y pudieran preguntar sus dudas, así como reencontrarse con esa parte artística que todos tenemos”.

Satisfecho con los resultados que se están alcanzando, Da Silva admite que no tiene en sus planes la apertura de nuevas escuelas. Al contrario, quiere terminar de promover todo el potencial de ‘Garabatos’ con la adquisición de nuevas herramientas e, incluso, dotar un espacio para la creación de “una escuela de animación, donde los jóvenes talentos puedan desarrollar sus proyectos y buscarles vías de comercialización. Algo similar a lo que hace Disney”.

Con una sonrisa dibujada en su rostro, el venezolano reconoce que “es posible vivir del dibujo en España, siempre que se logré estar presente en el boca a boca”.

A Félix le gustaría incluir en su escuela un espacio para que jóvenes talentos puedan crear proyectos de animación que puedan comercializarse.
A Félix le gustaría incluir en su escuela un espacio para que jóvenes talentos puedan crear proyectos de animación que puedan comercializarse.