En medio de esta pandemia que nos ha duramente tocado vivir, de la cual hemos tenido tantas pérdidas humanas a causa de un virus desconocido, vamos cada día descubriendo más sobre la fisopatología que el covid-19 o SARS Cov 2 ocasiona en el humano.

El hecho que 9 de 10 pacientes en terapia intensiva en Italia falleciera a pesar de tener apoyo respiratorio llama la atención de los médicos italianos, de allí nace la necesidad de realizar autopsia a algunos de los pacientes fallecidos por este virus, con el fin de poder entender mejor la causa de muerte, a pesar del riesgo y temor a contraer el virus.

Las autopsias revelan inflamación del endotelio (vasos sanguíneos), músculo cardíaco (corazón), riñón, pulmón, y cerebro

1. Además la formación de microcoágulos que son la causa de la deficiencia respiratoria y no la neumonía atípica inicialmente descrita.

Ante estos nuevos descubrimientos los nutricionistas podemos colaborar con la dieta antiinflamatoria.

Una vez que el virus SARS Cov 2 conocido como covid-19 o coronavirus entra a través de nariz, boca, oídos u ojos a nuestro organismo, nuestro sistema inmunológico lo detecta y ataca. Al ser un virus al cual no tenemos anticuerpos, la reacción inmunológica da paso a una respuesta sistémica inflamatoria (SIRS) la cual si no controlada culmina rn una síndrome de disfunción multiórganica que lleva al paciente a fallecer (falla de múltiples órganos al mismo tiempo)

La inflamación es una respuesta rápida del organismo ante la contaminación por covid19, que involucra entre otras cosas la coagulación y desencadena activación de fagocitos y células endoteliales. Además aparece vasodilatación, aumento de la permeabilidad microvascular y formación de microcoágulos. Además la inflación trae como consecuencia aumento del requerimiento de oxígeno (por eso se requiere ayuda con ventilador artificial), aumento de la temperatura corporal (por eso hay fiebre alta), edema (por eso muchos casos caen en coma) y dolor (como refieren los pacientes hay fuerte dolor muscular y cefaleas).

El organismo del paciente infectado con covid19, presenta una respuesta a la infección con cambios cardiovasculares: gasto cardíaco, aumento de la frecuencia cardíaca y contractibilidad.  Por otro lado presenta cambios neuroendocrinos con la liberación de catecolamninas, cortisol y hormona antidiurética.

1. GARCÍA DE LORENZO Y MATEOS ET AL– RESPUESTA INFLAMATORIA SISTÉMICA: FISIOPATOLOGÍA Y MEDIADORES
   Fases evolutivas de los procesos inflamatorios. En una primera fase se produce la activación de las células inflamatorias y la liberación de sus mediadores. Si el síndrome inflamatorio progresa, se inicia una segunda fase con activación de sistemas endocrino, autocrino y paracrino que conduce al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. La desfavorable evolución de este síndrome da lugar a una
   tercera fase de disfunción y fallo orgánico múltiple. La aparición de distrés respiratorio agudo suele marcar el inicio de esta cascada de fracasos orgánicos.

Ante el covid19 no solo debemos entonces llevar una alimentación que fortalezca nuestro sistema inmunológico, sino además debemos llevar una dieta antiinflamatoria

Alimentos que no deben faltar en una dieta antiinflamatoria

Ajo: en estos momentos es uno de los grandes protagonistas ya que nos ofrece la doble protección que estamos buscando: fortalece nuestro sistema inmunológico y es antiinflamatorio. Al igual que la cebolla y los puerros son de la familia alliaceae, que contienen disulfuro de dialilo una sustancia antiinflamatoria.

Frutos Rojos o de Bosque : estas son las fresas, moras, frambuesas, arándanos, frutas del bosque y cerezas. Gracias a su contenido en antocianina un potente antioxidante, son frutas necesarias en una alimentación antiinflamatoria

Cúrcuma: Es conocido como un potente alimento funcional antiinflamatorio. Su uso frecuente en la alimentación ayuda al manejo de la inflamación crónica gracias a su contenido en curcumina que funciona como un ibuprofeno natural.

Vegetales de Hojas Verde: (si no se consumen anticoagulantes) gracias a su contenido en clorofila son antiinflamatorios. Además son ricos en vitamina A, C K y ácido fólico.

Vitamina C: Ante el covid19 la vitamina C ha sido un caballito de batalla importante en el tratamiento intravenoso durante la hospitalización. Esta importante vitamina se encuentra en forma natural en fresa, kiwi, naranja, lechosa, melón, limón, lime, Guayana, Piña.

Linaza o Semilla de Lino: La linaza alivia alergias, es muy efectiva para el lupus. La semilla de linaza por contener los aceites esenciales Omega 3, 6, 9 y un gran contenido de nutrientes que requerimos constantemente, hace que nuestro organismo se enferme menos, por ofrecer una gran resistencia a las enfermedades. Contiene grandes cantidades de rejuvenecedor, pues retiene el envejecimiento. La linaza es útil para el tratamiento de la anemia.

Chía: Son muy ricas en vitamina C, proteínas, y contienen minerales esenciales como hierro, potasio, fósforo y magnesio. Además son ricas en omega 3 y fibra. Disminuye la inflamación y el dolor.

Crucíferas:  Son el brócoli, coliflor, coles, coles de Bruselas, repollo, repollitos

Probióticos:  como el chucrut, kimchi, kéfir, y te de kombucha

Omega 3:  Son necesarios para fortalecer el sistema inmunológico y el sistema respiratorio.

Alimentos que favorecen la inflamación

Existen alimentos científicamente comprobados que en situaciones puntuales debemos reducir o eliminar de nuestra alimentación, como es el caso ahora de esta pandemia ante un virus que provoca inflamación. Estos son:

Alimentos Industrializados y Comerciales: El cuerpo hace mayor esfuerzo en digerir y metabolizar un alimentos modificado ya que no es fácil reconocerlo, eso ocasiona que nuestro sistema inmunológico se vea afectado y causan inflamación. Todo alimento comercial posee adictivos químicos, colorantes, conservantes, adensantes etc que nuestro cuerpo no reconoce como alimento, pues tiene razón, no lo son. Esto incluye enlatados, envasados y deshidratados.

Harinas Refinadas (trigo, maíz) y Azúcares:  El azúcar blanca, morena, papelón, jarabes de maíz alto en fructosa, refrescos, dulces, postres, tortas, bollería, panes, dulces, reposterías, pasta, pan, galletas, helados, exceso de maíz refinado provocan un pico elevado de glucosa en sangre, a su vez se eleva la hormona de la insulina en sangre, el cual caerá abruptamente sus niveles en sangre, y ese sube y baja frecuente y abrupto desencadena una innecesaria reacción inmune y por ende inflamación orgánica crónica y sostenible. Es por ello que los pacientes diabéticos son más propensos a descompensarse ante el covid19 u otra infección

Leche animal y derivados: El cuerpo humano del adulto no está en la capacidad de tolerar altas dosis de caseína (proteína de la leche de vaca) ni su azúcar (lactosa), ambos sustancias inflamatorias y que ocasionan flema en las vías respiratorias. La mejor opción del adulto es la leche vegetal y reducir los quesos y derivados lácteos. Favoreciendo al yogurt por su ayuda intestinal

Carnes Rojas: El consumo de carnes rojas más de 1 o 2 veces por semana ocasiona inflamación y está además asociada a mayor riesgo de padecer de cáncer colon rectal. Al comer carne roja (res, cerdo, salchichas, hamburguesas) nuestro cuerpo produce Neu5gc y esto desencadea la cascada inflamatoria para combatirlo!. Tampoco es saludable retirar la carne roja del todo, con una frecuencia de 1 vez por semana o una vez quincenal es una frecuencia que no te coloca en riesgo y no renuncias a este alimento.

Cereales con gluten: El gluten es la proteína del trigo, cebada, centeno, espelta, kamut y avena contamina con gluten, el gluten es una proteína que fomenta la inflamación y alergias, es un elemento altamente alergénico. Y cada día conocemos más y más sobre sus consecuencias negativas en nuestra salud intestinal e inmunológico.

Aceite Vegetal: El exceso de aceite nos aportará una exceso de omega6, y no es dañino. Pero hará que se desequilibre la ratio entre ellos (relación de omega 3 y omega 6 que debemos tener en el cuerpo) y eso ocasiona activación de la inflamación en nuestro cuerpo.

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