Los largos meses de preparación para el examen MIR requieren de un esfuerzo personal y académico que, si se hace mal, podrá perjudicar el rendimiento y salud del aspirante.
Cada convocatoria, miles de aspirantes al examen MIR dedican largos meses a estar en el mejor estado para lograr una de las anheladas plazas del Sistema Nacional de Salud (SNS). El proceso, tradicionalmente comparado con una maratón, requiere de una gran dedicación profesional y personal que no sólo afectará al candidato, sino también a las personas de su entorno. En este sentido, es importante tomar en consideración algunas recomendaciones que, al mismo tiempo que buscan optimizar los esfuerzos para lograr un buen número de orden, cuidan del profesional sanitario.
La organización es fundamental. Los aspirantes tendrán que tener un horario establecido de estudio. A pesar de que la presión del examen o la sensación de que avanzan muy despacio pueden impulsar a destinar un desquiciado número de horas de estudio diario, lo recomendable es que los aspirantes no estén estudiando por más de 8 u 10 horas al día. De lo contrario, es probable que se entre en un proceso de agotamiento rápido en el que se generará el resultado contrario al buscado.
También es importante evitar quedarse enfrascado. Cuando un tema parezca imposible de avanzar, quizás sea el momento de tomar una pequeña pausa y estudiar de una forma alternativa. Por ejemplo, realizar simulacros o repasar algunos otros conceptos que, hasta el momento, no están totalmente controlados por el candidato. De esta manera, se seguirá avanzando en el proceso de preparación, pero sin el agobio o la preocupación de “haber perdido el tiempo”.
Cuidar la salud es fundamental. Para lograrlo, hay que tomar en consideración algunos aspectos que, a pesar de que parecen evidentes, suelen ser olvidados por los aspirantes al MIR. El primero es la importancia de respetar y cumplir con los días de descanso. No son unas máquinas capacitadas para la adquisición constante de conocimientos, por lo que las pausas ayudarán al descanso del organismo y facilitarán la memorización. Ahora bien, éste no es el único paso.
También es clave que los futuros residentes cuiden de la alimentación y realicen un poco de ejercicio. Dos aspectos que serán clave para lograr el equilibrio de cuerpo y mente que será fundamental para lograr un resultado en el examen MIR que permita el acceder a la especialidad anhelada dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).
En la unión está la fuerza
El candidato al MIR debe comprender la importancia del trabajo en equipo y del compañerismo. Lejos de tratarse de una competencia de todos contra todos, los aspirantes a la Formación Sanitaria Especializada deberán dar pasos para aproximarse a otros candidatos a la residencia. Una decisión que, en lugar de perjudicarle, le ayudará en el intercambio de información relevante, opiniones y crear un ambiente donde fluya el conocimiento, permitiendo estar en contacto con aspectos que, inicialmente, no estaban valorándose.
Si bien el trabajo en equipo será favorable, el candidato nunca deberá perder la fe en sus propias habilidades. Los futuros especialistas tendrán que tomar en cuenta que se trata de un proceso de autosuperación y, por ende, el estado de ánimo será fundamental para lograr las metas planteadas. En este sentido, aunque el cansancio y la presión harán que los aspirantes duden de sus capacidades para obtener un buen número de orden, la pérdida de la esperanza nunca debe ser considerada una opción.
Para aquellos que consideran que han perdido las fuerzas y están por tirar la toalla, existen otras opciones menos drásticas. Por ejemplo, tomar unos días de descanso, reducir el número de horas semanales destinadas al estudio, comenzar a práctica un deporte o visitar a los seres queridos que puedan ayudar a ‘recargar las baterías’.