La UE prevé que la economía española pisará el freno en 2018

La Comisión Europea ha rebajado su previsión del crecimiento de la economía española durante 2018, quedando en un 2,8 por ciento.
La Comisión Europea ha rebajado su previsión del crecimiento de la economía española durante 2018, quedando en un 2,8 por ciento.

Bruselas considera que la evolución del PIB de España no será superior al 2,8 por ciento al cierre del año.

El incremento del precio del petróleo ha sido una de las razones del cambio de previsión de la Comisión Europea.
El incremento del precio del petróleo ha sido una de las razones del cambio de previsión de la Comisión Europea.

La Comisión Europea ha rebajado una décima su previsión de crecimiento para la economía española en 2018, hasta el 2,8 (así como afirmaba el Banco Santander) frente el 2,9 por ciento que calculaba en mayo, mientras que ha mantenido en el 2,4 por ciento la expansión esperada en 2019, según consta en las nuevas estimaciones que ha presentado.

Las principales razones que expone Bruselas para explicar este recorte son el entorno global «menos favorable», que resulta en una menor contribución de las exportaciones al crecimiento, y un crecimiento del precio del petróleo superior a lo esperado.

La presentación de estas nuevas previsiones macroeconómicas del Ejecutivo comunitario (que únicamente incluyen nuevas estimaciones sobre crecimiento y no dan cifras actualizadas sobre déficit público) coincide con la visita a Bruselas de la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, que esta tarde participará en la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona (Eurogrupo).

El documento de Bruselas sobre España subraya que la economía española ha mostrado «pocas señales de ralentización» en lo que va de año, con un crecimiento del 0,7 por ciento en el primer trimestre y una estimación «similar» para el segundo gracias a indicadores como los datos de empleo. La Comisión Europea cree que el consumo y la inversión en construcción «seguirán siendo los componentes más dinámicos de la demanda».

Sin embargo, el informe advierte de que el hecho de que la subida precio del petróleo sea «superior a lo esperado» en primavera puede tener un «impacto negativo» en la demanda doméstica de 2019 y, en menor medida, en 2019.

Otro aspecto negativo que cita el documento es el entorno internacional «menos favorable», que «debería resultar en una contribución levemente menor» de las exportaciones netas al crecimiento económico.

En el lado positivo, Bruselas espera que las medidas expansionistas incluidas en el Presupuesto General del Estado de este año aporte un «impulso adicional» al crecimiento de este año, especialmente a través del consumo privado. También considera que el gasto de los consumidores «debería beneficiarse de un crecimiento de los salarios superior a lo previsto y de una creación de empleo dinámica».

«El efecto neto de estos factores de compensación sobre el crecimiento del PIB real son levemente negativos para 2018, lo que conduce a una revisión a la baja de una décima, hasta el 2,8 por ciento. Para 2019, el efecto neto es generalmente neutral y la previsión se mantiene en el 2,4 por ciento», concluye la Comisión Europea.

Con respecto a la evolución de los precios, Bruselas estima que alcanzará un pico en el tercer trimestre del año y después se «moderará» hasta alcanzar una media anual en 2018 del 1,8 y del 1,6 por ciento en 2019.