Los niños expuestos a pesticidas comunes, ya sea en el útero o en el primer año de vida, podrían tener más probabilidades de desarrollar un trastorno del espectro autista, según un nuevo estudio, que no es la primera investigación en dar la señal de alarma sobre la posible influencia de los pesticidas en el desarrollo cerebral temprano.
Los científicos examinaron la exposición a 11 pesticidas comunes, en una región agrícola de California, de 2.961 niños nacidos entre 1998 y 2010 y diagnosticados de un trastorno del espectro autista según criterios del DSM-IV-R. Esos niños se compararon con otros 35.000 residentes de California que nacieron en el mismo período, pero que no tenían autismo.
Se objetivó que las mujeres que vivían en un radio de 2 km de un área muy fumigada durante el embarazo presentaban un 10-16% más de probabilidades de tener un hijo diagnosticado de autismo.
El riesgo aumentaba más, hasta casi un 30%, en los casos en que el niño padecía también discapacidad intelectual. La exposición a los pesticidas en el primer año de vida incrementaba el riesgo hasta un 50%.
Aunque el estudio corrobora y amplía trabajos anteriores, se sugiere que no todos los niños que se exponen a los mismos pesticidas desarrollarán autismo, sino que otros factores pueden hacer que algunos niños sean más vulnerables a esta exposición que otros.[BMJ 2019; 364: l962]Von Ehrenstein OS, Ling C, Cui X, Cockburn M, Park AS, Yu F, et al.