En el 2018 el Parlamento Europeo aprobó una Resolución (1) mediante la cual adoptó la Estrategia europea para el plástico en una economía circular, y en su primer considerando reconocía al plástico como un material valioso, ampliamente utilizado en todas las cadenas de valor, muy útil tanto en nuestra sociedad como en nuestra economía.
Pero también, advirtió que la forma como los plásticos se producen, se utilizan y se eliminan tienen efectos devastadores sobre el medio ambiente, el clima y la economía, y también efectos nocivos para la salud de todos los seres humanos; por lo tanto, la Resolución expresamente destacó la necesidad de “modificar la manera en que producimos y usamos los plásticos de modo que su valor permanezca en nuestra economía sin perjuicio para el medio ambiente, el clima o la salud pública”.
Esa Estrategia aprobada en el 2018 responde al compromiso establecido en el Plan de Acción Europeo de Economía Circular del año 2015, y más recientemente se concreta a través de la Directiva 2019/904, del 5 de junio 2019 sobre la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, cuyos objetivos propuestos son (2):
1.- Prevenir y reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, en particular el medio acuático, y en la salud humana.
2.- Fomentar la transición a una economía circular con modelos empresariales, productos y materiales innovadores y sostenibles, contribuyendo así también al funcionamiento eficiente del mercado interior.
Precisamente la recientemente aprobada Ley de Residuos y Suelo Contaminado, según nos dice su proyecto de Ley de fecha 22 de diciembre 2021 (3), busca adecuar el ordenamiento jurídico española a esa Directiva, encontrando en ese objetivo una razón para comprender el argumento en el debate parlamentario sobre el proyecto que aún cuando lo calificaban de malo, hubo casi consenso de que el mismo era necesario.
En definitiva, el 31 de marzo 2022 el Congreso de Diputados aprobó definitivamente la Ley de Residuos y Suelo Contaminado, y en el contenido de esa nueva ley introdujo, entre otros aspectos, el impuesto contra el plástico de un sólo uso; esa realidad, a promovido que algunos medios de comunicación, como el Diario de Burgos, haya afirmado que hay una guerra contra el plástico, que antes la había declarado Europa y a la que ahora, de forma tardía, se une España (4).
Con la aprobación definitiva de la Ley, dice la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se da un paso adelante en la “lucha contra la invasión del plástico” (5).
Es importante destacar que el plástico representa una de las prioridades del Plan de Acción de Economía Circular de Europa y de España; particularmente, en el caso de España, debo señalar que la Gestión de Residuos corresponde al 3er eje del Plan de Acción de Economía Circular de España y en su contenido, hay un importante desarrollo a la gestión del plástico en el marco de un nuevo marco normativo, en el cual se anunció, entre otros aspectos, la creación de un impuesto especial sobre envases de plásticos no reutilizable.
En el mencionado Plan está prevista la elaboración de un Plan de Acción para los plásticos en España, y una estrategia de comunicación y difusión sobre los plásticos en una economía circular, orientada a sensibilizar al consumidor para promover una contribución responsable y activa en la gestión de los plásticos, que por cierto, con la aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados resulta muy oportuna.
Sobre la nueva Ley, la plataforma EsPlástico (6) fijó su posición, destacando que si bien comparten el objetivo global de la Ley respecto a lograr una economía baja en carbón y fomentar la prevención y mejora de la gestión de todos los residuos, tienen discrepancias con algunas medidas que incorpora el nuevo marco legal, afirmando que no sólo van en contra de los objetivos de la norma, sino que afectan gravemente al sector industrial de los plásticos y su cadena de valor.
Para la plataforma EsPlástico se perdió una oportunidad de diseñar soluciones teniendo en cuenta la voz de un sector que calificó como “castigado”, y reclamó la ausencia, a la hora de establecer algunas medidas, del criterio científico y el análisis de ciclos de vida completos para valorar la idoneidad y sostenibilidad de las diferentes opciones.
Cuestionó que el nuevo impuesto es desproporcionado y no finalista, por lo tanto, los ingresos recaudados no se destinarán de manera preferente a fomentar la circularidad de los envases con medidas encaminadas a mejoras tecnológicas y campañas educativas para incidir en la correcta separación de residuos.
Alertó EsPlástico que “los ciudadanos podrán observar una subida en el precio de muchos productos de primera necesidad cuyo envase contiene plástico, lo que unido a la subida del punto verde supondrá un incremento del 2% en la cesta de la compra”, lo cual, advirtió la plataforma, «repercutirá de forma especial en la de las rentas más bajas» y ayudará a incrementar aún más el dato de la inflación del 9,8 por ciento.”
Por su parte la directora general de Plastic Europe en la región ibérica, Alicia Martin, reitera que el impuesto a los envases de plástico no reutilizables, incluído en la Ley aprobada por el Gongreso de Diputados el pasado 31 de marzo 2022, es desproporcionado, discriminatorio y no tendrá grandes resultados, pero el coste llegará al ciudadano (7).
Así mismo, en la entrevista, Martín comparte información en la que nos aporta elementos para comprender que hay un compromiso de las industrias del plástico en cumplir con los objetivos que se han señalado previamente, y en consecuencia anuncia que desde Plastic Europe se han planteado una hoja de ruta para sus miembros que busca una transición de la industria hacia 2050.
Por último, resulta importante destacar que en a esa llamada guerra contra el plástico, antes que España, las comunidades de Navarra y Baleares habían tomado la iniciativa legislando en materia de residuos y a través de sus normas buscan reducir los productos de plástico de un solo uso y promover los envases reutilizables.
Carlos Romero Mendoza
@carome31