La nueva Ley de Residuos en España ¿poco ambiciosa y tardía?

El proyecto de Ley de Residuo y Suelos Contaminados que en mayo 2021 fue calificado por la ministra María José Montero, como “la clave de la bóveda”(1) del paquete de reformas estructurales más relevantes previstas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España presentado a la Comisión Europea y del paquete de normas en materia de economía circular, logró ser aprobado definitivamente por el Congreso el 31 de marzo de 2022.

El texto legal logró aprobarse definitivamente en la Cámara de Diputados con el voto favorable de PSOE, Unida Podemos, Más País y los grupos vascos; sin el apoyo de Vox y de los grupos catalanes y con la abstención del PP (2).
Unas semanas antes, en el Senado, el mencionado proyecto logró avanzar a la Cámara de Diputados gracias al voto favorable de PSOE, Cs, PNV, EH Bildu, PAR, mientras que Vox, Más Madrid, Junts y ERC expresaron su voto en contra y hubo abstención por parte del PP, UPN y Coalición Canarias (3).
Para la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera (4), la aprobación definitiva de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, se da un paso adelante para:
  • La modernización y la circularidad de nuestra economía.
  • La capacidad de diseñar mejor las cosas para generar menos residuos y gestionar mejor los generados de forma que se recuperen sus materiales y se puedan volver a utilizar en la nueva cadena de producción.
  • Luchar contra la invasión del plástico.
La nueva ley durante su debate y discusión fue criticada por malo, tardío, confuso y además poco ambicioso, al respecto un acercamiento a los argumentos señalados:
El proyecto llega tarde y mal, fue un argumento utilizado por PP a lo largo de los distintos momentos del debate legislativo, por ejemplo en junio 2021 esa crítica la formuló el diputado PP, César Sánchez (5); luego en marzo 2022 (6), el senador PP Vicente Martínez, agregó que el proyecto había entrado al Congreso como pésimo y salió como malo y por ello no podía votar a favor; por último ese mismo mes de marzo, pero en el Congreso de Diputados, el diputado PP, Ángel Alonso Pérez, reiteró que además de malo, llegó tarde, pues España debió adecuar sus normas a las directivas europeas de residuos y de plásticos de un sólo uso en 2020 y 2021.(7)
Por su parte, el senador de Vox, José Manuel Marín afirmó que el proyecto era confuso, y oculta sus “verdaderos objetivos bajo un lenguaje hipertécnico y una desmesurada regulación”.(8)
El proyecto de Ley logra avanzar hasta lograr su aprobación definitiva el 31 de marzo 2022 porque, podría decirse, hubo una suerte de consenso en reconocer que el proyecto era necesario y mejorable, y precisamente por ello, también logró superar la enmienda total que propuso Vox en el año 2021 y que la cámara de Diputados rechazó por unanimidad, según nota publicada el 24 de junio 2021. (9)
Para el senador PP Vicente Martínez, durante el debate particularmente en el Senado, hubo voluntad de diálogo y un clima de trabajo tanto con el PSOE como con los otros grupos parlamentarios, lo que le permitió trabajar porque el proyecto “saliera lo menos malo posible”. (10)
Hubo coincidencias entre el senador PSOE, Manuel Miranda, las senadoras del PNV, Mercedes Garmendia y de EH-Bildu, Idurre Bideguren, en reconocer que la norma era necesaria, pero no ocurrió lo mismo con la calificación del proyecto como ambicioso, según palabras del senador Miranda; quien además, destacó que el proyecto era una herramienta importante para impulsar la economía baja en carbono y que permitirá a España cumplir sus obligaciones frente a la Unión Europea en materia de residuos y plásticos de un sólo uso, así como también, acceder a los fondos Next Generation. (11)
Pero ambas senadoras, Garmendia y Bideguren, expresaron según varias fuentes de noticias, que ambas hubieran deseado que los objetivos previstos en el proyecto fueran más ambiciosos (12); es importante recordar, que en marzo 2021, un grupo de 16 organizaciones que demandaron a España ante la Comisión Europea por el incumplimiento de las tasas de reciclaje, ya habían advertido que el entonces anteproyecto de Ley de Residuos desde su nacimiento era poco ambicioso y además de poco eficaz. (13)
Precisamente sobre el nivel o grado de ambición de la Ley, Juan Barea, responsable de campañas de Consumo y Biodiversidad de Greenpace, es categórico al afirmar que la Ley carece de objetivos ambiciosos. (14)
Pero esa percepción que el proyecto de ley era poco ambicioso, puede decirse es compartido por el diputado de Unidas Podemos, Juan López de Uralde, si interpretamos su declaración afirmando que “para ser más ambiciosos tenemos que dar los primeros pasos y esta ley los da”, quien además, reconoció la necesidad de ir más allá en materia de residuos. (15)
Ahora que la Ley está aprobada definitivamente, debemos profundizar en el contenido de las normas aprobadas para valorar el impacto que las mismas tendrán sobre la gestión de residuos, así como también, para identificar las nuevas exigencias que se imponen en esta materia al sector tanto privado como público y a la ciudadanía en general y por último, para comprender si realmente la Ley aprobada puede convertirse en pieza “clave” para la modernización y circularidad de la economía española.
Carlos Romero Mendoza
@Carome31
https://iberoeconomia.es/opinion/cambio-climatico-como-preocupacion-en-la-sociedad-espanola/
Acerca de Carlos Romero 157 artículos
Director de Asociación Civil Eccos de Paz. Estudioso e investigador de temas locales y de participación ciudadana, con experiencia en docencia universitaria y autor de varios libros y artículos sobre institucionalidad local.