El autismo es una condición del neuro desarrollo que se caracteriza entre otras cosas por un impedimento en la interacción social y la comunicación.
Uno de los principales dilemas de la actualidad es que no se sabe el origen de la misma, aunque algunos estudios realizados mencionan que es un problema que viene desde el embrión, es decir desde que el cerebro y el cuerpo se están formando.
A pesar que es una condición crónica, el Neurofeedback ayuda a mejorar el lenguaje, la capacidad de interactuar y la concentración de los niños que viven con autismo.
La terapista del lenguaje y neuroterapeuta María de los Ángeles Ghersi, nos habla un poco sobre esta técnica, que ejercita el cerebro:
“Es una intervención no invasiva que ha demostrado la mejora de la neuroregulacion con muy pocos o ningún efecto secundario y además los efectos se mantienen con el tiempo. Sirve para mejorar las condiciones como la atención, concentración, memoria y algunos tipos de problemas conductuales o emocionales”.
“Es importante aclarar que no se cura. Particularmente el autismo necesita técnicas complementarias como la psicoterapia, entrenamiento auditivo, entrenamiento conductual, integración neurosensorial, alimentación y lo más importante tratamiento médico de acuerdo al nivel de autismo que el niño posea” aclaró la neuroterapeuta.
Para notar algún tipo de cambio en los niños con autismo se necesitan mínimo 20 sesiones de Neurofeedback.