El Carnaval ‘disfraza’ la situación económica de Brasil

El carnaval de Río de Janeiro recibió unos 400.000 turistas extranjeros.
El carnaval de Río de Janeiro recibió unos 400.000 turistas extranjeros.

El evento internacional, que ha sufrido críticas por evidenciar la coyuntura económica del país latinoamericano, ha tenido un impacto de unos 3,6 millones de dólares.

Brasil estima que recibió unos 3.619 millones de dólares por la celebración del carnaval 2018.
Brasil estima que recibió unos 3.619 millones de dólares por la celebración del carnaval 2018.

Las calles de Río de Janeiro se han vuelto a llenar de colores y fiestas durante su Carnaval. Sin embargo, este año no ha sido lo mismo. Un centenar de municipios se han quedado sin celebración por la falta de presupuestos, una situación que se ha trasladado incluso a São Gonçalo, la segunda ciudad más grande de Rio de Janeiro. Desde la coyuntura que se registró en 2015, el país latinoamericano ha venido recortando en la celebración de su Carnaval.

La escasez de los fondos ha generado que algunos ayuntamientos hayan realizado una consulta popular para determinar si emplear los fondos públicos en el Carnaval o si, por el contrario, permanecer si una celebración pero contar con recursos para otras áreas. En Chapadão do Sul, en Minas Gerais, la población escogió con un 75 por ciento de los votos que el dinero se invirtiera en otros aspectos más importantes como la seguridad.

El Ministerio de Turismo ha afirmado que, a pesar de los ajustes presupuestarios, el país recibirá cerca de 11.400 millones de reales (3.619 millones de dólares) provenientes del Carnaval. Un impacto económico que tendrá su principal epicentro en Río de JaneiroSalvadorRecifeOlindaBelo Horizonte y Sao Paulo, donde se ha concentrado el 65 por ciento del movimiento de turistas entre el 9 y 13 de febrero.

Según la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes, las ventas de paquetes turísticos para el Carnaval han aumentado un 15 por ciento en relación al año pasado, cuando la crisis económica del país llevó a muchas ciudades a cancelar las tradicionales fiestas, que en buena medida dependen de la financiación pública o privada. En este sentido, se han estimado en 10,6 millones los viajeros brasileros que acudirán a las festividades, frente a los 400.000 extranjeros.