Los resultados de una encuesta revelan que, al menos, la primera valoración del paciente la hacen sin el apoyo de un adjunto.
La supervisión de los MIR sigue siendo una asignatura pendiente. Una encuesta realizada por la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) revela que hasta más de un 50 por ciento de los residentes se encuentran “sin supervisión” en las horas de guardia. Específicamente, el índice es más alto durante la primera valoración al paciente, por lo que se entiende que el respaldo de un profesional con mayor experiencia llega con los pasos siguientes a la primera toma de contacto.
Aunque es una situación que está presente en todas las especialidades de la formación sanitaria, la encuesta destaca la mayor prevalencia en algunas disciplinas como Pediatría y Áreas Específicas, Medicina de Familia y Comunitaria; y algunos servicios centrales. No obstante, el informe revela que “independientemente de la presencia física o no del adjunto durante la noche, su nivel de accesibilidad es bastante elevado, como era de esperar”.
Las guardias no son el único escenario donde está ausente la supervisión de los adjuntos. La investigación también revela que, al momento de dar un alta, el 50 por ciento de los MIR admitieron encontrarse solos. A estos se suman otro 25 por ciento que reconoce que la presencia del adjunto o tutor fue selectiva; es decir, según la importancia del caso que se estaba abordando. En este sentido, solo un cuarto de los residentes ha estado totalmente supervisado durante la entrega de las altas médicas.
“Llamativamente, un 30 por ciento de los residentes de primer año refieren no ser supervisados, a pesar de que se desprende de la normativa que dicha supervisión es obligatoria”. Estos resultados coinciden con los presentados por la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (Sefse-Areda), donde se desvelaba que el 87 por ciento de los tutores MIR tiene “muy escaso” o “escaso” tiempo para dedicarse a las labores de tutorización.
En este sentido, la investigación de Sefse-Areda indica que “hasta un 44 por ciento de tutores manifiesta no tener reconocido ningún tiempo específico de dedicación a la docencia”. De ahí que, en un 76 por ciento de los encuestados, reconozcan que deben hacer los mayores esfuerzos de tutoría fuera de su jornada laboral, lo que les obliga a pasar más horas dentro del hospital.