El médico colombiano Alexander Vargas busca la equivalencia de su título de Psiquiatría en España a través de los juzgados internacionales, donde buscará implementar a la inversa el famoso ‘caso Hocsman’.

Los médicos extracomunitarios encuentran un aliado en Francia para la homologación de las especialidades sanitarias. Al menos, así ocurre para el colombiano Alexander Vargas, quien llegó a España con los títulos de Medicina y Psiquiatría, pero solo logrando que el Ministerio de Educación diese la equivalencia del primero. Una situación que le obliga a pasar siete años trabajando como médico facultativo de Psiquiatría (modelo empleado para los sanitarios con título pendiente de homologación) y a buscar en el país galo nuevas oportunidades.

Su futuro profesional empieza a cambiar el 16 de marzo de 2015, cuando Vargas lleva su documentación hasta la Comisión Evaluadora de Validaciones en París, institución que, al contrario de lo ocurrido en España, homologa su especialización y abre las puertas para que ejerza en el Sistema Sanitario. “Es importante destacar que ambos países solicitan los mismos criterios y parámetros, pero los resultados del trámite han sido completamente diferentes”, indica a IberoEconomía el médico colombiano, quien ha comenzado con los procesos judiciales para lograr su equivalencia en España.

La homologación ‘vía Francia’ buscará utilizar a su favor la sentencia del famoso ‘caso  Hocsman’. Es decir, la jurisprudencia europea que nace por la historia de Hugo Fernando Hocsman, un médico argentino que, a pesar de contar con el título médico y de Urología en España, Francia consideraba que no cumplía con los requisitos básicos para formar parte de su Sistema Sanitario. Finalmente, la Justicia dará la razón al extracomunitario al tomar como base lo establecido en el artículo 43 del derecho comunitario del Tratado de la Comisión Europea.

El nuevo esfuerzo judicial ocurre tras casi una década de trámites en España y Francia para la obtención de la homologación de la especialidad sanitaria, lo que ha conllevado a una importante inversión económica por parte del médico colombiano. “Sinceramente, ha sido una enorme cantidad de euros, dólares canadienses y pesos colombianos que he tenido que ahorrar y dedicar solo a esos procesos, ya que el Ministerio de Sanidad en España solicitaba y solicita aun, nuevos documentos de origen colombiano, canadiense, español y ahora francés”, precisa.

A pesar de lo largo del proceso, aún tendrá que esperar más hasta conseguir un resultado a nivel europeo. “Existe un mínimo de estancia y ejercicio profesional requerido en el país de la Unión Europea que ha homologado a dicho profesional, para la universalización respectiva de su homologación en todo el espacio Schengen y Estados miembros de la Unión Europea”, explica Vargas. En este sentido, aclara que “al momento he completado mi primer año de los tres exigidos. Ya con el tiempo veremos qué sucede en la toma asertiva de decisiones, obvio, siempre con energía muy positiva”.

Ese optimismo hace que el médico colombiano compagine el proceso legal con “mi formación en lenguas, como son el inglés, francés y alemán”. Al mismo tiempo que sigue ahondando en sus

investigaciones sobre la prevención de adolescentes en radicalización y desradicalización de grupos terroristas. “Sin dejar de lado la formación en neurodesarrollo infantil y vínculo que también he iniciado”.