Los candidatos a la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada dedican largas horas de estudio. Existen algunas recomendaciones que permitirán una mejor optimización de ese tiempo.
Optimización de los esfuerzos. Los candidatos al MIR dedican largas horas de estudio al día para lograr una de las plazas de la formación sanitaria especializada. Sin embargo, tener en cuenta algunas recomendaciones ayudará a reconducir la energía empleada con la finalidad de obtener los mejores resultados y, por tanto, lograr un número de orden lo suficientemente alto para acceder a la especialidad anhelada del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Uno de los principales ‘tips’ es priorizar los temas de estudio. A la hora de afrontar cada temática, el aspirante al MIR tendrá que marcarse una serie de objetivos a alcanzar, en línea con la importancia de la materia y el nivel de dificultad que represente para el médico. Un aspecto donde es clave consultar la rentabilidad que tiene cada uno de los temas de cara a la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada. En otras palabras, hay que estudiar lo que tenga más peso y posibilidades de ser preguntado en el examen del Ministerio de Sanidad.
También será fundamental sacar el máximo rendimiento a los simulacros. No sólo por ser una recreación de cómo será el examen MIR, sino también porque, así como ocurre en el momento de preparar el teórico del carnet de conducir, se aprenderá mucho durante la corrección los errores cometidos. En este sentido, hay una vinculación entre el número de simulacros realizados y las posibilidades de conseguir un mayor número de netas durante la prueba de acceso a la residencia.
La organización también será una clave fundamental, ya que permitirá contar con un material formativo organizado y de manejo sencillo. También facilita la creación de una rutina de estudio que permita aprovechar el mayor número de horas al día. Sin embargo, no hay que olvidar la importancia de ser flexibles. Es decir, aprovechando los descansos de los domingos (para realizar un poco de deporte o actividades lúdicas) o, si el cuerpo requiere de una pausa, emplear otros métodos de estudio para garantizar un avance sin caer en la saturación y el agotamiento.