Jugada estratégica del Banco Santander. La institución, que ha adquirido al Banco Popular por un euro, se consolida como la primera entidad financiera de España, duplicando el total de activos de su competidor más cercano, el BBVA. Así lo indican las estimaciones realizadas por el economista Alejandro Arnao para IberoEconomía, donde se percibe un incremento de los 1.339.125 millones de euros registrados por Santander antes de la compra a los 1.487.051 millones de euros que dispone en la actualidad.
La cifra equivale a un 50,7 por ciento más de los 731.856 millones de euros del BBVA, que se sitúa en una segunda posición. Sin embargo, no es el único indicador que mejora ante la adquisición, ya que la capitalización bursátil del Banco Santander también asciende de los 72.313.828.000 euros a un total de 77.370.739.000 euros. Una cifra que supera en 35.252.469.000 euros a dato obtenido por su competidor más cercano.
En otras palabras, la institución ha logrado aumentar la distancia con el resto del sector bancario, lo que se prevé que repercuta positivamente en sus beneficios para los próximos ejercicios. Es importante recordar que el precio por acción de Banco Santander aumentaron un siete por ciento el día posterior a la adquisición, al pasar de 5,72 euros por acción a 6,12 euros en el plazo de unas 24 horas.
En el nuevo escenario bancario la tercera posición sigue siendo para CaixaBank que cuenta con unos activos valorados en 731.856 millones de euros y con una capitalización bursátil de 18.781.715.000 euros. Cerrando el ‘top cinco’ están Bankia (190.167 millones de euros en activos y 11.183.326.000 euros en capitalización bursátil) y, finalmente, Sabadell con 212.508 millones en activos y 7.430.168.000 euros de capitalización.
Un hito bancario
Aunque Arnao considera que aún es pronto para hacer una valoración global del efecto de la operación, sí distingue algunas tendencias. “Vemos que en Banco Santander hay un aumento en la exposición en activos inmobiliarios, así como una recuperación del valor de la cotización y en la distancia generada en relación con el BBVA en términos de inversión estratégica y consolidación de la posición del grupo en el mercado español”. A esto suma que “al controlar al Popular, además de ganar la red de la entidad y sus clientes, también accede al ‘know how’ y a la forma de hacer negocios. Es decir, a su conocimiento tácito”.
Desde una perspectiva más global, el economista observa un ligero aumento de la concentración, “sin llegar a ser relevante”. No obstante, sí se ha generado un referente para el sistema bancario y los organismos de supervisión europeos, permitiendo ofrecer “garantías ante los problemas de liquidez y disminución de la incertidumbre en el corto plazo, ya que se ha detenido un posible efecto de contagio en el resto del sector bancario en España y Europa”, analiza.