Un aspirante de la actual convocatoria ha elevado una queja oficial ante la Secretaría de la División de Formación y Perfeccionamiento.
Falta de transparencia y de igualdad. Esa ha sido la queja elevada por un aspirante de la oposición al Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ante la Secretaría de la División de Formación y Perfeccionamiento. El candidato indica a IberoEconomía que existieron irregularidades en las pruebas físicas que se realizaron durante entre los meses de septiembre y noviembre, así como en las pruebas de ortografía del pasado 1 de diciembre.
En las pruebas de aptitud física, el aspirante indica que “tras realizar las pruebas físicas, multitud de opositores se quejaron, ya que en la segunda prueba fue algo subjetiva. Dependiendo del componente del Tribunal que midiese la prueba, podría contar más o menos, ser más o menos exigente”.
A lo que suma la presencia de “condiciones anómalas”, debido a que opositores que iban en última instancia “usaban la maquinaria de suspensión sudada, no siendo igualitarias para los que comenzaban las pruebas y los que continuaban a estos, partiendo una desventaja entre ellos”.
Para el aspirante también se ha registrado una falta de igualdad durante la celebración de la prueba de ortografía, “al menos en las sedes de Valencia, Alicante y Madrid”. En este caso, el problema radica en que “en varias de sus aulas, los examinadores repartieron el examen de ortografía con la cara de las preguntas hacia arriba, es decir, teniendo esos opositores el beneficio de disponer de 2-3 minutos más que los restantes opositores”.
Cada minuto vale oro para los aspirantes, debido a que “esta prueba concretamente se desarrolla en unos ocho minutos del total de tiempo del examen de conocimientos. Hay 100 palabras que han de ser marcadas como correcta o incorrecta, por lo que es una prueba contrarreloj. De esta manera, los minutos extras que lograron equivalen a un 30 por ciento más, aproximadamente, del tiempo que disponían los demás”, precisa el aspirante que ha presentado su queja.
En este sentido, recalca que “de forma general, esta prueba se reparte hacia abajo, y una vez repartido a la totalidad del aula, se indican las instrucciones para que giren la prueba y comience el tiempo, no siendo así tras lo expuesto anteriormente, siendo por tanto una falta de profesionalidad, transparencia e igualdad con el resto de opositores”.