El juzgado de Instrucción número 1 de Ávila ha admitido a trámite una querella contra la Escuela Nacional de Policía por presuntos delitos de prevaricación administrativa, falsedad documental y coacciones.
La denuncia la realizó un profesor de la misma escuela que fue expedientado tras negarse a aprobar a alumnos –futuros policías- que habían suspendido el pasado curso, marcado por la pandemia.
Según la querella, los hechos denunciados comenzaron el pasado 10 de julio, momentos antes de un examen de la XXXV promoción de la Escala Básica de Policía.
Fue cuando el querellante recibió la orden -de un jefe de estudios- de grabar con un 5 en la plataforma de notas a aquellos alumnos que sacasen un 4 o más en la asignatura.
Excusó la orden en la excepcionalidad del curso académico que suspendió la clases presenciales el 12 de marzo por el coronavirus.
«Yo no voy a poner una nota que no corresponda», se quejó el profesor que ha presentado la querella y que cuenta con más de un lustro de experiencia en la Escuela Nacional de Policía.
Así, para dejar su queja por escrito redactó una minuta en la que se recoge su desconformidad.
«Quiero constar en este sentido, que las calificaciones obtenidas por los alumnos determinan, además, el escalafón profesional que influye durante toda su carrera profesional», argumentó.
El profesor recibió en los días posteriores numerosas llamadas -muchas de ellas fueron grabadas y han sido aportadas en la querella- pero, según su versión, jamás recibió una orden escrita.
Es más, denuncia que la primera indicación para cambiar las notas fue acompañada por un «decidlo vosotros por ahí para que los demás profesores se enteren».
Realizó el examen a sus alumnos, los evaluó y el resultado fue que cinco de ellos estaban suspensos -con una nota menor a un cinco-. Así lo grabó en la aplicación de notas, siempre según su relato de los hechos.