La Fundación Bertelsmann de Alemania, ha desarrollado desde hace varios años una metodología para valorar los niveles de cohesión social, a través de lo que ha denominado Radar de Cohesión Social, y en el marco de la pandemia, realizaron un estudio el que se advirtió que la pobreza y las condiciones de vida precarias eran la mayor carga para la cohesión social; y reconocieron que la lucha contra la pandemia había favorecido la cohesión social.

Otro estudio sobre cohesión social, en el marco de la pandemia realizado por la consultora Ipsos, advertía que en el mundo la cohesión social estaba bajo ataque, y registraba en su Índice de Cohesión Social la información que logró procesar de consultas en 27 países del mundo, entre los cuales estaban Alemania y España, concluyendo que en términos globales, la cohesión social se encuentra en un nivel de debilidad.

Para valorar los niveles de cohesión social, la consultora Ipsos, desarrolló una serie de preguntas que agrupó en 3 dimensiones concretas, las cuales son coherentes con la metodología de la Fundación Bertelsmann,  a saber:

-Relaciones sociales:  Confianza con otras personas, prioridades compartidas con otros y diversidad.

-Conexión: identidad nacional, confianza en el sistema político y equidad de trato.

-Bien común:  ayudar a los demás, respetar las leyes y la corrupción.

En esa fotografía sobre la cohesión social en España, la dimensión sobre el bien común resultó la peor valorada, con un -26% según la tabulación utilizada por Ipsos; seguida por la dimensión de conectividad con un -22 % y finalmente, la mejor evaluada, fue la dimensión de relaciones sociales con un -2%; pero es fácil apreciar que en las tres dimensiones España presenta resultados negativos lo que advierte sobre la percepción de una débil cohesión social.

Esa realidad llevó a Europapress a calificar a los españoles como una sociedad “menos sociable y más individualista”. Mientras Alemania se ubicaba en el Índice de Cohesión Social en un ranking de 27 países en la posición 12, España estaba entre los 7 países con mayor debilidad en cohesión social.

Hay dos noticias que afectan negativamente la capacidad real de procurar mejorar los niveles de cohesión social en España, al menos por los momentos, una de esas noticias, es la denuncia que ha hecho el PP sobre la aprobación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, sin que previamente se garantizara un amplio debate y sin atender a las propuestas de la oposición, de las comunidades y los ayuntamientos.

La otra noticia, tiene que ver con la invitación que hace la Comisión Europea al Gobierno de España a comprometerse con el principio de transparencia y publicar todos los documentos relacionados con el Plan y el cronograma de las reformas que se ha comprometido el Gobierno a realizar en el marco del Plan de Recuperación.

Según ha informado el propio presidente Pedro Sánchez, el Plan presentado a Bruselas, se estructura de la siguiente manera: un 39% de los fondos se destinarán a la transición ecológica; un 29% a la transformación digital; un 10% a educación y formación, y por último el 7% a investigación y desarrollo; así mismo, se informó que la mayor inversión está prevista para impulsar la estrategia de movilidad sostenible, segura y conectada para electrificar las vías públicas y transicional hacia el vehículo eléctrico.

En tal sentido, debemos preguntarnos, ¿son esas prioridades las que mejor responden a las expectativas creadas por el fondo Next Generation en la sociedad en general?.

Dependiendo de la respuesta, los objetivos propuestos en el Plan serán útiles o no en la tarea de mejorar los niveles de cohesión social; así mismo, sin el acompañamiento de los demás grupos políticos, los objetivos de ese Plan no logrará comprometer a la ciudadanía en esa hoja de ruta, arriesgando así los resultados y la sostenibilidad de los cambios que se puedan concretar.

Por otro lado, hay otro elemento que no puede ser ignorado, y es que el Plan de Recuperación, Transferencia y Resiliencia presentado a Bruselas, según El Economista, supone unos 70.000 millones de euros hasta el 2030, los cuales, sin duda, serán de ayuda, pero no resolverán los problemas estructurales de España.

Esa realidad exige un necesario trabajo de divulgación para aclarar las expectativas creadas en la sociedad en general con el Fondo Next Generation y la recuperación de España, que sin duda tendrá un impacto positivo o negativo en la cohesión social en España.

Por ultimo, hay que entender que no existe una fórmula matemática universal para trabajar la cohesión social, ella depende de muchos factores, pero hay un muy importante en estos momentos, que es la confianza en las autoridades que deben conducir la recuperación del país, por allí empieza el camino para lograr mejorar los niveles de cohesión social.

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