PTM: las ayudas económicas que reciben los migrantes

El reto de los migrantes y refugiados durante el tiempo que dura la ruta migratoria y los primero meses al llegar al país de destino es generar recursos económicos que les permitan pagar lo mínimo en servicios, vivienda y comida.

Como he escrito anteriormente el dinero que reúnen las personas para migrar es “sal y agua”, los gastos son múltiples: boletos, estadía, comida, pago de trámites legales, pero estos se incrementan si la persona ha decidido hacer el proceso migratoria por vías irregulares como los caminantes del Darién, quienes el dinero se va en pagar peajes, robos, pago de rescate, entre otros.

Muchos migrantes quedan en medio de la nada o en países de tránsito sin dinero suficiente para comer o un lugar donde dormir y requieren de ayudas públicas y privadas para mantenerse. Por ese motivo nacieron los Programas de Transferencia Monetaria (TPM), un instrumento crucial para apoyar a migrantes y refugiados en su búsqueda de estabilidad y bienestar.

Estos programas, que proporcionan asistencia financiera directa a personas  y familias desplazadas, no solo representan un acto de humanidad y solidaridad global, sino que también ofrecen una vía efectiva para abordar las necesidades inmediatas pues pueden proporcionar un salvavidas crucial, brindando a las familias desplazadas los recursos necesarios para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y atención médica.

Algunas críticas a este tipo de programas provienen de la idea que los migrantes generen dependencia económica con esas ayudas y no busquen recursos a través del trabajo, sin embargo en la practica vemos que este tipo de ayudas temporales permiten promover la autonomía y la dignidad de estas comunidades Al recibir asistencia financiera directa, las personas desplazadas pueden tener más control sobre sus vidas y decisiones, lo que les permite tomar medidas para mejorar su situación y trabajar hacia un futuro más estable y próspero. Al tener garantizado un mínimo para su subsistencia les permite crear una estrategia persona para la búsqueda de empleo, la creación de pequeñas empresas o la inversión en educación y capacitación.

Lo que sí deben tomar en cuenta las agencias que trabajan con los TPM para que estos  programas surjan efecto es la coordinación simultáneamente con otras organizaciones y con estructura gubernamentales con otras medidas diseñadas específicamente para la población migrante como: acceso a servicios básicos, protección legal y oportunidades empleo.

Dentro de los TPM encontramos una modalidad de la misma llamada Transferencia Monetaria Multipropósito (MPC) son un tipo de asistencia financiera que se otorga a individuos o familias en situación de vulnerabilidad con el fin de cubrir diversas necesidades básicas. A diferencia de las transferencias monetarias condicionadas, que están sujetas al cumplimiento de ciertos criterios o condiciones específicas, las MPC brindan a los beneficiarios la flexibilidad para utilizar los fondos según sus necesidades individuales y prioritarias.

Estos programas de asistencia financiera suelen ser implementados por gobiernos, organizaciones internacionales, ONGs y otras entidades humanitarias, como parte de sus esfuerzos en abordar la pobreza, la exclusión social y otras formas de vulnerabilidad, las MPC pueden destinarse a una variedad de necesidades, incluyendo alimentación, vivienda, educación, atención médica, vestimenta, transporte y otros gastos relacionados con el bienestar y la subsistencia.

Algunas de las organizaciones que trabajan con los TPM y que los migrantes en ruta o ya asentados en su nuevo país puedes ubicar y solicitar este aporte económico o asesoría para la tramitación de los mismos:

 

PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PSF Proveedor de servicios financieros PTM Programas de Transferencias Monetarias
RAS Red de Abastecimiento Social (República Dominicana)

 

RedLAC Grupo Regional sobre Riesgos, Emergencias y Desastres para América Latina y el Caribe. RUP Registro Único de Participantes
SAT Sistemas de alerta temprana

 

SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social (México) SENPRENDE Servicio Nacional de Emprendimiento y Pequeñas Empresas (Honduras)
SICA Sistema de la Integración Centroamericana

 

SINAGER Ley del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Honduras (Honduras)

 

SIUBEN Sistema Único de Beneficiarios (República Dominicana)
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia

 

ACNUR Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

 

ADESS Administradora de Subsidios Sociales (República Dominicana)
ALC América Latina y el Caribe

 

BHA Departamento de Ayuda Humanitaria (Estados Unidos)

 

RAS Red de Abastecimiento Social (República Dominicana).
BID Banco Interamericano de Desarrollo CALP Cash Learning Partnership (ahora CALP Network) CENISS Centro Nacional de información del Sector Social (Honduras)
CEPAL Comisión Económica para Latinoamérica  y el Caribe de las Naciones Unida CICR Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja COMAR Comisión de Ayuda a Refugiados (México)
CONRED Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Guatemala)

 

PET Programa de Empleo Temporal (México) y el PETi Programa de Empleo Temporal Inmediato (México) COPECO Comisión Permanente de Contingencias (Honduras)

 

CEPREDENAC Centro de Coordinación para la  Prevención de los Desastres en América Central y República Dominicana FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

 

FECS Ficha de Evaluación de Condiciones Socioeconómicas (Guatemala)

 

FICR Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja FSU Ficha Socioeconómica Única (Honduras)

 

FSU-SE Ficha Socioeconómica Única del Sector Económico (Honduras)
GTM Grupos de trabajo de Transferencias Monetarias HNL Lempira hondureño IASC Comité Permanente entre Organismos
NRC Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés). OCHA Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios OIM Organización Internacional para las Migraciones

 

Cuánto se invirtió en TPM durante el 2023

El volumen mundial de gastos de programación de PTM aumentó un 41% de 2021 a 2022, hasta 10.000 millones de dólares, con 7.900 millones de dólares transferidos como PTM a personas afectadas por crisis. El uso a gran escala de asistencia en efectivo en respuesta a Ucrania fue un motor clave del crecimiento, pero otras crisis también registraron aumento en los PTM.

Los PTM representaron el 21% de la ayuda humanitaria internacional (AHI) en 2022, frente al 20% en 2020. Como porcentaje de la AHI, el uso de los PTM se está estabilizando.

Si se utiliza siempre que sea factible y apropiado, los PTM podrían representar entre el 30% y el 50% de la AIH. La financiación de los PTM a los organismos de la ONU está aumentando, pero la visibilidad de los socios ejecutores sigue siendo limitada.

El efectivo aumentó en relación con los cupones como proporción de los PTM del 72% al 81% entre 2021 y 2022.

Este tipo de programas genera desafíos y consideraciones éticas importantes que deben ser tenidas en cuenta, una de ellas es la garantía que los programas sean diseñados y gestionados de manera transparente, equitativa y responsable, evitando cualquier forma de discriminación o estigmatización hacia los beneficiarios. Además, es importante evaluar regularmente el impacto de estos programas y ajustarlos según sea necesario para asegurar su efectividad y sostenibilidad a largo plazo.

 

Antecedentes de los TPM

Los antecedentes que se conocen sobre los TPM fueron los programas de Transferencia Monetarias Condicionadas (TMC) en América Latina desarrollados a mediados de la década de los 1990 en Brasil y México con la intención de “transformar y detener la transmisión intergeneracional de la pobreza mediante el desarrollo de las capacidades humanas en las familias más vulnerables” como fue reflejado en el informe de la CEPAL. Las TMC se diseñaron para brindar apoyo a familias en situación de pobreza o pobreza extrema con hijos menores de edad. La entrega de esas ayudas monetarias (también no monetarias) se realizaban siempre y cuando las familias cumplieran con condiciones básicas de salud, educación y nutrición de los menores.

La implementación de las TMC se expandió rápidamente por toda la región. En 1997, solo cuatro países contaban con alguno de estos programas:  Brasil, Ecuador, Honduras y México. Una década después, casi todos los países latinoamericanos habían adaptado la iniciativa, obteniendo una reducción de la tasa de pobreza a un 45.4% a 27.8% entre los años 2002 y 2014, representando a 66 millones de personas que superaron el umbral de la pobreza de acuerdo con el informe del Panorama Social de América Latina del año 2019 emitido por CEPAL.

Así mismo, se evidenció el crecimiento económico, que entre el 2000 y 2013 rondó en la región en torno al 2%, desde el 2014 se ha ido debilitando por la crisis que está sufriendo la región. En cuanto a la calidad de vida de los beneficios se vieron mejoras en la salud, se incrementó el uso de servicios educativos y menor deserción escolar, disminución de los índices de desnutrición y prevención de enfermedades.

Los problemas que afectan el crecimiento de los PTM están evolucionando. La volatibilidad económica se considera ahora uno de los retos más importantes.

El seguimiento y la notificación coherente y oportuna de los PTM y de las respuestas a nivel mundial siguen planteando problemas:

  • Problemas de transparencia.
  • Problemas del seguimiento en el uso del dinero.
  • Problemas de posible financiamiento indirecto a organizaciones criminales.
  • Problemas en el análisis del impacto real en migrantes en ruta.
  • Problemas del solapamiento del trabajo de las organizaciones en campo pues muchos recursos pueden ser usados en los mismo, duplicando recursos, pero no resultadas o abarcar a más personas.

Claro está que este tipo de programas son innovadores y humanitarios para el abordaje de las necesidades de los migrantes y refugiados en un mundo cada vez más globalizado y diverso. El proporcionar apoyo financiero directo a aquellos que más lo necesitan, estos programas no solo pueden aliviar la carga de la pobreza y la exclusión, sino también promover la dignidad, la igualdad y la inclusión de los migrantes y refugiados a la sociedad.

 

 

Acerca de Bárbara Puglisi 48 artículos
Abogada con experiencia en Derechos Humanos, Derechos de Infancia y Políticas Públicas.