La participación en el Programa de Trabajo 2021-2025 en materia climática en España

cambio climatico

El Informe Consumer Trends 2022. Tendencias de mercado y consumo para la recuperación y el reinicio estratégico, publicado por la consultora de Diseño Estratégico Zorraquino (1), identifica la sensibilidad social como uno de los «drivers de la recuperación» post pandemia, en particular en la dinámica de consumo; según el estudio, los españoles están más concienciados que nunca y se pregunta en consecuencia si ello supone que estén más implicados o no.

La Fundación BBVA y EsadeEcPol, publicaron recientemente sus respectivos estudios sobre la percepción de los españoles en temas como el de los problemas ambientales y concretamente, sobre el cambio climático, y en ambos casos, se reconoce que estos temas son importantes y preocupan en consecuencia a los españoles, quienes en términos generales se encuentran sensibilizados y conscientes tanto de los desafíos existentes.
Valorar si la sociedad que está consciente de los desafíos ambientales que tenemos, exige revisar la existencia efectiva de mecanismos de participación que faciliten y permitan a la ciudadanía involucrarse en el debate, diseño, desarrollo y evaluación de políticas públicas orientadas a dar respuesta institucional a los desafíos existentes en materia ambiental, principalmente en materia de cambio climático.
¿Cómo responde las instituciones políticas del Estado a esos desafíos ambientales que hoy enfrentamos?, es una inquietud que me ha motivado a buscar esas distintas formas de responder institucionalmente en materia de economía circular y en este caso en particular, de estas líneas, enfoco esa revisión en los mecanismos previstos para la participación ciudadana en la gestión pública.
En mí anterior artículo, busqué esa respuesta institucional al fenómeno climático en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 y en el Plan Nacional Integral de Clima y Energía 2021-2030.
Identifiqué en esa búsqueda, la Asamblea Ciudadana en materia climática, como un espacio efectivo de participación reconocida expresamente por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, sin excluir la oportunidad para que se activen los mecanismos ya existentes a los fines de la participación en materia climática.
La revisión al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 y el Plan Integrado de Energía y Clima 2021-2030, permitió identificar áreas concretas en las cuales se prevé que el Estado garantice y facilite la participación ciudadana en materia climática.
Ahora quiero enfocar la mirada en el Programa de Trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2025 en cuyo contenido se concretan medidas orientadas a facilitar la participación de la ciudadanía a los fines de la adaptación al cambio climático. las cuales representan la mejor referencia objetiva para evaluar el efectivo desarrollo del mencionado Plan.
El Programa de Trabajo, es la forma como se concreta el desarrollo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, según expresamente lo reconoce la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética que además, destaca que los Programas de Trabajo se realizarán para períodos de cinco años, el primero de esos programas fue el que correspondió al período 2021-2025.
Ese Programa de Trabajo, según nos dice el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2), busca;
-Detallar las medidas previstas, dentro del marco temporal concreto establecido, para desarrollar las líneas de acción definidas en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.
– Identificar, en su caso, medidas prioritarias, teniendo en cuenta el nivel de riesgo asociado a los diferentes impactos del cambio climático, a partir de la mejor ciencia disponible, así como los potenciales beneficios de las medidas de adaptación propuestas.
-Identificar a las organizaciones responsables del desarrollo de las medidas y a las colaboradoras.
– Incluirán indicadores de cumplimiento de las medidas definidas para facilitar el seguimiento y la evaluación.
El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, exige que de manera periódica haya un seguimiento permanente sobre el desarrollo del Programa de Trabajo, de manera que se puedan realizar ajustes necesarios para su mejora continua.

Oportunidades de participación en el Programa de Trabajo

El Programa de Trabajo 2021-2025, está desarrollado en 78 páginas en cuyo contenido nos presenta la descripción de la metodología aplicada en su diseño, las medidas adoptadas por ámbito de trabajo y aquellas que son transversales; así mismo desarrolla un capítulo sobre el tema de los recursos financieros, otro sobre información, revisión, seguimiento y evaluación y por último, un capítulo titulado: Foros de coordinación, asesoramiento y participación.
Precisamente en ese último capítulo, se plantea los distintos espacios que hay de participación institucional entre las distintas autoridades públicas: locales, autonómicas y nacionales, y se destaca el papel que tienen tanto la Federación Española de Municipios y Provincias, como la Red Española de Ciudades por el Clima en la participación de todas las autoridades políticas en el debate, diálogo, definición de políticas y desarrollo de acciones para enfrentar el cambio climático.
Y en ese mismo capítulo señalado previamente, cuando el Programa de Trabajo 2021-2025 desarrolla el asesoramiento científico-técnico y la participación social, identifica los siguientes espacios de participación, a saber:
-Consejo Nacional del Clima, presentado como un órgano colegiado responsable de encauzar la información y la participación asociadas al desarrollo de este Programa de Trabajo.
-Comités de impacto, riesgo y adaptación, orientado a proporcionar ideas y recomendaciones para aportar juicio experto en materia de adaptación en España.
– Seminarios PNACC, los cuales plantean los siguientes objetivos:
1.- Facilitar información a un conjunto de actores clave sobre los resultados de los proyectos de evaluación de impactos y vulnerabilidad al cambio climático en un sector o ámbito temático específico.
2.- Facilitar el intercambio de ideas y experiencias en materia de adaptación al cambio climático.
3.- Fomentar la reflexión y el debate sobre las estrategias de adaptación más adecuadas.
4.- Recoger aportaciones de interés para el desarrollo de actividades en el marco del PNACC
Las Asambleas Ciudadanas, son presentadas como una de las distintas formas de participación, que se podrán impulsar en la medida que así lo exija la propia necesidad.
Las medidas concretas que están previstas en el Programa de Trabajo 2021-2025 orientadas a la promoción de la participación son las siguientes:
1.- Riesgos.
En esta materia, se plantea el desarrollo de planes de gestión de riesgo en sus distintas dimensiones, a saber:
  • Riesgo por inundaciones.
  • Riesgo de incendios.
  • Riesgo por altas temperaturas.
En cada uno de ellos, se plantea como objetivo el fomentar la capacitación y dinamización para la prevención, la autoprotección y la participación ciudadana asociadas a los planes en los distintos riesgos ya señalados.
2.- Colectivos vulnerables.
El Programa se compromete al desarrollo de acciones dirigidas a los colectivos más vulnerables en los proyectos pilotos de capacitación y participación de comunidades locales sometidas a riesgos elevados como consecuencia de fenómenos tales como: altas temperaturas, inundaciones, incendios forestales.
3.- Espacios públicos.
El Programa propone la sensibilización y participación ciudadana para integrar criterios de adaptación al cambio climático en el diseño del espacio público.
4.- Niños, niñas y jóvenes.
El Programa de Trabajo busca fomentar la participación de niños, niñas y jóvenes en las políticas y medidas de adaptación
5.- Igualdad de Género
El Programa busca la promoción del acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo, y su participación plena, igualitaria y significativa en los principales foros de toma de decisiones sobre adaptación

¿Más implicados o no?

Implicarnos o no en las acciones para enfrentar el fenómeno del cambio climático o de cualquier otro problema ambiental, resulta siempre una decisión individual, que debe ser asumida con absoluta libertad y voluntad.
Cada uno de nosotros podemos optar por asumir libremente:
1.- Una cultura de consumo más responsable, que supone revisar nuestros hábitos de consumo cotidiano y responder a los desafíos ambientales desde nuestra esfera privada; esa modalidad nos lleva a valorar nuestra implicación desde la dimensión de la cultura circular.
2.- La participación a través de asociaciones civiles que desde su misión particular y valores específicos, aborden la problemática ambiental o particularmente, el fenómeno climático que es el tema que nos ha ocupado en este artículo.
3.- La participación a través de los mecanismos de participación institucionales, a través de los cuales, la ciudadanía interesada pueda junto a las autoridades locales abordar una problemática en particular, y que mediante el debate de ideas, presentación de propuestas, consulta de opiniones, permite que los interesados puedan influir o intentar incidir en las decisiones públicas.
El Programa de Trabajo 2021-2025 se enmarca principalmente en la 3era opción y según la medida, podría incluir también a la 2da opción planteada como forma concreta de participar y en consecuencia implicarnos en los temas ambientales.
Según el estudio Valores, actitudes y conducta medioambiental de los españoles (5), elaborado por la Fundación BBVA y presentado en junio 2022, en un universo de 4.500 personas encuestadas, sólo el 8% expresa ser miembro de alguna asociación u organización con misión y valores relacionados con los temas ambientales. Por lo tanto, una aproximación cuantitativa a esa radiografía, nos lleva a pensar que el nivel de implicación es bajo.
En ese mismo sentido, cuando revisamos el Informe de participación pública para la elaboración del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático presentado en el 2020 (4), encontramos que en dos talleres realizados en el año 2019, hubo una participación de 45 y 46 personas.
Así mismo, en la consulta pública sobre el borrador el Plan Nacional, se registraron más de 1.500 observaciones, según nos dice el Informe mencionado, presentadas por un total de 182 organizaciones y personas.
Como vemos, la implicación tanto en asociaciones civiles, como a través de algunos mecanismos de participación, puede calificarse como baja, igual podría afirmarse al valorar que en la Asamblea Ciudadana para el Clima en España sólo participaron 100 españoles, pero cada mecanismo, cada realidad es distinta y debe ser valorado el nivel de implicación según los resultados y la calidad de los mismos.
En ese sentido es oportuno recordar que cuando asistimos a reuniones convocadas por las autoridades públicas en nuestra comunidad, o incluso cuando nos convocan a una reunión o grupo de trabajo en el colegio de los niños, o en reuniones que se realizan entre los vecinos de nuestros propios edificios, siempre hay una suerte de frustración por parte de algunos, porque por lo general son pocos los que atienden a esas invitaciones.
Giovanni Sartori, en ese sentido, cuando aborda la participación en asuntos públicos en su obra La Democracia en 30 Lecciones, nos dice que cuando ésta se «hincha desmedidamente», asumiendo que todo puede resolverse con la participación, se vuelve peligros y nos conduce a una sociedad en la que el «ciudadano vive para servir la democracia, en lugar de una democracia que vive para ser al ciudadano» (3).
Para Sartori, la participación supone “ponerse en marcha uno mismo, no que otros se pongan en marcha ni que te movilicen desde arriba” y reitera que participar supone “tomar parte activa, voluntaria y personalmente”; así mismo, desde la visión planteada en la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública (1999) se nos presenta la participación como una responsabilidad cívica y derecho exigible a las Administraciones Públicas.
Precisamente porque la participación en la gestión pública, como lo recuerda expresamente la Carta Iberoamericana señalada, es un proceso de doble vía, que por un lado requiere de una Administración Pública dispuesta a ser receptora de ideas, propuestas y opiniones de la ciudadanía en general, y por el otro necesita de una ciudadanía que quiera participar, que quiera influir e incidir en las decisiones públicas, las medidas que se han identificados en el Programa de Trabajo 2021-2025, serán efectivas en la medida que el Gobierno facilite de manera efectiva los espacios previstos y la ciudadanía esté dispuesta a implicarse en ella para ser parte en la construcción de algunas soluciones concretas.
Pero si la ciudadanía, una vez creadas esas oportunidades de participación por parte del gobierno español en las áreas identificadas en el Programa de Trabajo 2021-2022 ignora, desconoce o es indiferente a esos mecanismos de participación creados, entonces, los mismos pasarán a ser parte de un informe de resultados, en los cuales cuantitativamente el Gobierno podrá enumerar espacios de participación creados por áreas, evidenciando que ha cumplido su responsabilidad.
En conclusión, todos los estudios a los que se pueden tener acceso y sobre los cuales regularmente los medios de comunicación hacen referencia, coinciden en afirmar que hay un alto nivel de conciencia e interés en la sociedad española sobre los problemas ambientales y particularmente sobre el fenómeno climático, pero ello no supone que de manera proporcional ello se traduzca en una mayor participación a través de los mecanismos institucionalmente creados a tal fin.
Carlos Romero Mendoza
@carome31
https://iberoeconomia.es/opinion/percepcion-de-los-espanoles-sobre-el-cambio-climatico/
Acerca de Carlos Romero 170 artículos
Director de Asociación Civil Eccos de Paz. Estudioso e investigador de temas locales y de participación ciudadana, con experiencia en docencia universitaria y autor de varios libros y artículos sobre institucionalidad local.