El buen humor es un poderoso estimulante de nuestro sistema nervioso, es la varita mágica con capacidad de volver extraordinarios los momentos más ordinarios de la vida. Ha acompañado al ser humano desde mucho tiempo atrás en nuestra evolución, tanto así que hasta los bebés recién nacidos traen incorporadas las sonrisas como parte de sus expresiones faciales genéticamente configuradas.

La risa es tan poderosa, que no importa su presentación, ya sea una leve sonrisa, una carcajada sonora, un sonido ahogado infructuosamente con las manos y hasta la risa fingida, es capaz de producir efectos maravillosos en el organismo solamente comparables con la administración de un fármaco para calmar o bloquear el dolor.

La risa es tan importante en nuestras vidas porque es la expresión conductual por excelencia del buen humor y el bienestar, tanto así que hay personas que de su capacidad para provocar risa en los demás hacen de esto su profesión. También es usada como complemento terapéutico en personas que lo requieren para reforzar procesos de recuperación de la salud física o emocional, debido a su capacidad de reforzar el sistema inmune y de transformar el pensamiento en dirección del optimismo.

A pesar de sus innumerables beneficios, en algunas personas la vida cotidiana nos va restando esa capacidad de ver el lado positivo de la vida. Refiriéndonos específicamente a la risa, investigaciones recientes han encontrado que los niños sonríen aproximadamente 300 veces al día, de ellas los adultos sólo conservamos 50 y los adolescentes considerados felices unas 100-120, la mayoría de las ocasiones como reforzamiento de su interacción social o para afianzar lo dicho en sus expresiones orales o escritas. 

Por ello hacemos un listado de los beneficios del buen humor y la risa en diferentes áreas de la vida del ser humano, como una invitación a incorporar más momentos de diversión en nuestras vidas, sobre todo en estos momentos en que la vida pone a prueba nuestro optimismo.

Beneficios de la risa

1. En nuestro estado físico: tiene efectos analgésicos, pone en funcionamiento alrededor de 400 músculos, favorece la digestión y eliminación de toxinas, mejora la circulación, oxigena y rejuvenece la piel, mejora nuestra capacidad respiratoria, relaja aquellos músculos de la espalda afectados por el estrés, contribuye a disminuir la hipertensión arterial, contribuye al reforzamiento del sistema inmune, limpia los ojos y contribuye a mejorar la sequedad ocular, despeja la nariz y los oídos, disminuye el cortisol y la adrenalina en el organismo.
2. En nuestro estado mental/emocional: contribuye a deshacernos del mal humor, preocupaciones, angustias y tristezas. Disminuye el estrés, promueve estados de relajación, facilita conciliar el sueño, mejora el estado de ánimo en general, nos predispone al optimismo y a mejorar la percepción de los problemas, nos hace la vida más llevadera, nos distrae de los problemas y preocupaciones, mejora nuestra percepción de autocontrol, sirve como herramienta para lidiar con los problemas. Tan sólo recordar momentos felices nos hace sonreír, ayuda a disminuir la ansiedad y la depresión. Tiene el poder de liberar emociones reprimidas.
3. En nuestras relaciones sociales: Una sonrisa sincera socialmente es interpretada como apertura y amabilidad, tiene el poder de enviar mensajes positivos a nuestro entorno, las personas se sienten más a gusto, aumentando la productividad y facilitando la creatividad. Contribuye a disfrutar de la vida y a hallarle su lado simpático, es de mucha importancia en la comunicación no verbal, facilita el contacto con las demás personas. En un grupo social de cualquier tipo crea la percepción de pertenencia, de empatía, de filiación y productividad. Ayuda a identificar las incongruencias y situaciones absurdas de la vida, permite redimensionar los problemas comunes. La risa nos ilumina los logros, los descubrimientos, los grandes triunfos, nuestras destrezas. La risa es altamente contagiosa, al punto que si alguien ríe a carcajadas en un grupo, rápidamente se esparce entre las personas, aunque no todas conozcan sus motivos.
4. En lo espiritual: La mayoría de las religiones coinciden en que la risa, el buen humor y la buena disposición es un atributo divino que nos conecta con la bondad, la ternura, la naturaleza y las demás personas. La alegría, la risa y el buen humor sin duda nos conecta con lo bueno y nos recuerda que venimos a esta vida a ser felices.

Por si fuera poco, se ha encontrado también que la risa fingida tiene efectos terapéuticos, por ejemplo, frente a un espejo. La risa fingida o provocada sin motivo alguno como parte de una terapia psicológica tiene los mismos efectos que la risa espontánea, por ello se ha promovido iniciativas para mejorar el estado de ánimo de pacientes hospitalizados de todas las edades, especialmente aquellos inmunosuprimidos. 

Muchas personas han experimentado que un “ataque de risa” puede ser tan poderoso que produce un estado de relajación total en el organismo, esfínteres incluidos. La sensación de bienestar y optimismo posterior perdura y es altamente beneficiosa. Por ello es fundamental para nuestra salud física y psicológica ver películas, espectáculos humorísticos, sesiones de risoterapia, contar o representar chistes y si participamos tanto mejor.

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