En un mundo que tiende a la globalización, los visionarios desconocen de fronteras. Cada vez más, las empresas más fuertes de un  mercado dan el salto internacional para entrar a competir en otras regiones. Pensar que es una tendencia que sólo pertenece a las grandes multinacionales equivale a vivir en el pasado. El futuro es global y, quien no lo entienda así, quizás debería dejar de seguir leyendo.

Para los que están interesados en la evolución natural de los mercados, la clave está en la internacionalización. Sí, la misma estrategia que ayudó a la España a paliar los efectos de la crisis económica por medio del aumento de sus exportaciones y la salida de las pequeñas y medianas empresas a los mercados de Europa y América Latina.

Llevado a un plano más individual, no hacen falta grandes fortunas para beneficiarse de las oportunidades que ofrecen los mercados mundiales. Estados Unidos sigue siendo uno de los escenarios más pujantes para los emprendedores. No solo por el potencial que ha venido desarrollando en las nuevas tecnologías (desarrollo de soluciones digitales, de aplicaciones móviles y avances médicos), sino también por la solidez de algunos de sus mercados más tradicionales como, por ejemplo, es el inmobiliario y el turismo.

Florida es una de las grandes joyas de Estados Unidos. Al cierre de 2016, según datos que anunció el gobernador Rick Scott, el estado recibió un total de 113 millones de visitantes, lo que equivale a un incremento del 5,9 por ciento con respecto al año anterior. El récord, sin embargo, volvió a ser superado en 2017, cuando la cifra ascendió hasta los 116,5 millones de turistas (es importante tomar en consideración que fue el mismo año cuando se vivieron los efectos del Huracán Irma, lo que demuestra la capacidad de la región para mantener su crecimiento a pesar de factores externos).

A quien se pregunta cómo puede beneficiar la situación turística de Florida a un inversor español, debe intentar ver un poco más allá. Por ejemplo, todos los visitantes necesitarán un espacio donde dormir y los ‘vacations homes’ se están convirtiendo en una solución alternativa y más atractiva que las ofertadas por el sector hotelero. Gracias a plataformas como AirBnB, Homeaway, VRBO, TripAdvisor y Booking.com resulta fácil de gestionar todas las reservas desde cualquier parte del mundo, lo que permitirá ganar dinero en la otra punta del mundo, sin tener que renunciar al modelo de vida alcanzado en España.

¿Qué si es una apuesta costosa?, ¿qué carece de garantías? o ¿si hay gato encerrado? la respuesta es no. Las inversiones de una propiedad con un mínimo de dos habitaciones y a escasos metros de los parques de atracción de Walt Disney World tienen un coste que oscila entre los 225.000 y los 530.000 dólares, una cifra que equivale a un pequeño piso en Madrid. Las garantías prevén un retorno no por debajo del seis por ciento, mientras que todas las operaciones están elaboradas con la mayor transparencia del mercado, así como con todos los permisos necesarios.

Las oportunidades, como vagones de tren, están pasando. Hay quien se sube y quién no, pero como decía la cofundadora de MyYearbook, Catherine Cook, a los emprendedores: “si quieres hacerlo, hazlo ahora. Si no lo haces te vas a arrepentir”.

José Collado, presidente de DecoNova International Group.