Se estima que las remesas son usadas en un 81,7% para cubrir las necesidades básicas del hogar en el país de origen el 42% para comida, 11,6% para vestimenta y zapatos, 11,9% para medicina, el 16.2% para vivienda y educación y el restante 9.2% son invertidas en empresas o emprendimientos locales. Por eso se han visto mejoras dentro de la población de los países receptores en materia de nutrición, mayor peso al nacer de los bebés y se ha incrementado tasa de matriculación escolar entre los niños de hogares de favorecidos.
Las remesas van dirigidas a mejorar la calidad de vida de los familiares de los migrantes de forma directa, pero indirectamente también se benefician las poblaciones y la economía local. Si asociamos las remesas al cumplimiento de los ODS se ve claramente como éstas influyen positivamente en la mejora de los objetivos, por ejemplo:
- Disminución de la pobreza y el hambre: en promedio las remesas representan hasta 60% de los ingresos de las familias receptoras y llegan a duplicar los ingresos disponibles de la familia por eso recibir las remesas les ayuda a hacer frente a la incertidumbre y les permite poder ser creativo en la creación de nuevas fuentes de ingreso para su familia y para las familias de la población donde viven.
Las remesas tienen efecto significativo en la reducción de la pobreza, con solo un 10% de las remesas per cápita se genera una disminución del 3,5% de la proporción de personas pobres de la población.
Reducción de la pobreza que involucra disminución del hambre, ya que en las comunidades rurales la mitad de las remesas se destinan a sufragar gastos relacionados con la agricultura, se incrementa la producción de alimentos, se consume productos orgánicos y de costos accesibles para las comunidades cercanas y se mejorar la nutrición, en particular con los niños y ancianos. Adicionalmente, tiene repercusión inmediata en el mercado laboral, pues al incrementarse la producción es necesario más mano de obra, creando así nuevas oportunidades de empleo.
- Mejoras en la salud: las remesas son invertidas en servicios de salud que incluye mejoras en la infraestructura, en la dotación de los centros de salud, mayor acceso medicamentos, medicina preventiva y seguros médicos.
También se mejora la situación de salud de las mujeres embarazadas y sus bebés, pues pueden pagar consultas de control del embarazo, vitaminas y medicinas que requieran, el traslado a los centros de salud cuando no existen dentro del pueblo donde habita, y posterior al parto se ve mejoras en cuanto a los lactantes que nacen pues tienen mayor peso al nacer y las probabilidades de morir son menores dentro del primer año de vida.
- Acceso a la educación: Cuando se dejan hijos o nietos en el país de origen un porcentaje de las remesas van dirigidas a ellos, especialmente cuando el migrante es mujer. Se incrementa el acceso a los sistemas educativos, se tiene dinero para pagar el traslado hasta la escuela, el pago de útiles escolares y uniformes. Para quienes tienen más posibilidades de enviar remesas de mayor importe contribuyen a la mejora de la infraestructura de las escuelas existentes o hasta crear una escuela básica dentro de su comunidad con el fin de que todos los niños y niñas puedan tener acceso a la educación y mejorar su condición de vida en el futuro.
Se ha demostrado que los hogares que reciben remesas participan más en la educación que lo que lo no lo recibe e invierten alrededor de una décima parte de los ingresos en la educación de los niños. En muchas comunidades las matrículas escolares se duplican cuando existen personas que reciben las remesas en esa localidad.
Por eso de forma simultánea se previene el trabajo infantil, pues al estar incorporados en el sistema educativo y que la familia cuenta con recursos para cubrir sus necesidades básicas, se evita que los niños y niñas estén trabajando como forma de “ayudar o contribuir a pagar los gastos de la familia”.
- Acceso al agua y a las energías renovables: Cuando los pueblos o las pequeñas ciudades de donde son originarios los migrantes que envían las remesas el acceso al agua es nulo o muy precario, a menudo se constituyen organizaciones locales o de la diáspora, donde se invierte un porcentaje del dinero enviado para generar la infraestructura que les permita tener agua para beber y para el riego de las tierras.
Lo mismo ocurre con el acceso a la electricidad, prácticamente no podemos vivir sin luz pues todos los utensilios, los medios para comunicarnos, la maquinaria para el tratamiento del agua, etc. van asociadas a tener electricidad. Las comunidades locales pueden invertir esas remesas en utilizar tecnología de energías limpias que son especialmente importantes en las zonas rurales remotas que carecen de acceso a la electricidad.
Pero existen diferencias cuando las remesas son enviadas por migrantes hombres que mujeres, los hombres envían un porcentaje menor de sus ingresos mientras que las mujeres destinan más porcentaje en el envío de las remesas, a pesar de la brecha salarial, pues están más comprometidas con la familia y buscan que sus posibilidades a futuro sean mejores a las que ella tuvo y que no se repita el patrón de migración. Lo mismo sucede cuando quien recibe las remesas es mujer, prefieren darle prioridad a invertir en salud, educación y alimentación, especialmente cuando en el grupo familiar existen menores de edad.
Además, al migrar muchos de ellos como consecuencia del cambio climático, las remesas les permiten adaptar los cultivos y actividades no agrícolas y que sean más sostenibles, ejemplos pueden crear o contribuir a que las empresas locales provean soluciones para el control de las inundaciones, el uso más eficiente del agua, las mejoras de los sistemas de riego, acceso a materiales de construcción resistente a las tormentas el calor y el viento, y a la semilla resistente a la sequía.
Como vemos las remesas generan una reducción de las desigualdades dentro de la sociedad y reducir el costo de la transferencia de la remesa puedo aumentar notablemente los ingresos para las familias que reciben dichas remesas. Si se redujera el costo promedio el 3 % a escala mundial la familia que hacen uso de remesas ahorraría unos 20.000 millones de dólares.
¿Cómo ayudar a los migrantes a invertir sus remesas?
Si se aprovechan bien las remesas se pueden convertir en la forma más eficaz de mejorar los niveles de vida de los migrantes y sus comunidades en el país de origen ya que se pueden coadyuvar en la reducción de la pobreza, la mejora la salud y la nutrición, aumenta acceso a la educación, mejora las condiciones de las viviendas y el saneamiento, incrementa la capacidad empresarial, la inclusión financiera y reducir la desigualdad.
Para eso es importante invertir fondos públicos en la capacitación y acompañamiento de los migrantes y su familia en el manejo de las remesas, tomando en consideración:
- Crear conocimiento y espacio de inclusión financiera y alfabetización. Si desde los gobiernos y las organizaciones son fines de lucro que hacen seguimiento el tema de remesas se crean espacios donde las comunidades puedan asistir a aprender sobre cómo invertir el dinero o cómo administrarlo de forma eficiente, enseñándoles a crear sus “presupuestos familiares”, y brindándoles asesoría financiera de forma gratuita y constante, el dinero recibido permitirá que esas familias desarrollen hábitos como el ahorro o la inversión que son necesarios para fortalecer el capital humano de la familia, haciendo un uso correcto de las remesas con el fin de mejorar el nivel de vida mediante la mejora de la educación, la salud y la vivienda.
- Enseñarles a invertís las remesas con el objetivo a mediano y largo plazo en el desarrollo de las comunidades locales.
- Crear un marco jurídico local y mundial que permita mejorar el mercado con una mayor transparencia y competencia que puedan reducir los costos, crear mecanismo seguros y rápidos de envío, y crear políticas públicas que favorezcan la creación de microempresas familiares para la inversión de las remesas en la economía local y para crear nuevas fuentes de empleo.
Los países receptores deben de tener claro que para obtener resultados favorables dependen de las características individuales de los migrantes, de las motivaciones que los impulsan a su desplazamiento y de las políticas que deben afrontar a la hora de establecerse en el país, si toman en cuenta estas tres variables generarían un impacto
¿Cuánto dinero ganan los operadores cambiaros para enviar las remesas?
Para que el dinero llegue a las manos de sus familiares los migrantes usan empresas dedicadas al envío de remesas, quienes cobran un porcentaje del dinero enviado en concepto de “costo de envío”, que incluye una tarifa inicial y una tarifa de conversión de moneda o tipo cambiario que en muchos casos quienes lo envían desconocen si el valor corresponde al mercado de ese día o esta “inflado” por el operador cambiario.
El informe del Banco Mundial señala que el envío de dinero a través de las operadoras de telefonía móvil es más costoso con un 3,5% del valor del envío, mientras que los canales digitales representan menos del 1% del volumen total de la transacción.
En aras de la transparencia, los operadores están obligados a restar los cargos de la cantidad enviada en vez de sumarlas, es decir, si una persona manda 100 $, se le resta el porcentaje correspondiente al costo de envío, será deducido de los 100 $ y la familia recibirá menos dinero, 70 $, 80 $ o 90 $, dependiendo del operador cambiario y del porcentaje que aplica por región.
El informe del Banco Mundial también analiza la cantidad de dinero que las empresas que envían las remesas ganan y que no llegan hasta las familias de los migrantes. Para tener un análisis equitativo y previendo que los migrantes envían entre 200 y 300 dólares en promedio en cada transacción (que representa el 60% de los ingresos totales de los hogares), se utilizó un valor común para hacer el comparativo, se estableció el porcentaje de ganancia o el costo por enviar 200 dólares en cada región, por lo que se obtiene los siguientes datos:
Región | % del costo del envío en el 2022 |
Asia Oriental y el Pacífico | 6,2% |
Europa y Asia Central | 6,4% |
América Latina y el Caribe | 6% |
África Subsahariana | 7,8% |
Asia Meridional | 4,1% |
Oriente Medio y Norte de África | 6,3% |
El porcentaje que queda “atrapado” en el trámite de la transacción son millones de dólares, tenemos como ejemplo el caso reciente de EE. UU. que en el 2022 se perdieron 2.200 millones de dólares, dinero que no se queda en el país donde está trabajando el migrante ni tampoco les llega a sus familiares en su país de origen, ese dinero queda atrapado en transacciones.
Por los elevados porcentajes del costo de envío de las remesas los países han definido, dentro de la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se reduzca el costo de las remesas al 3 % o menos para el año 2030 con el objetivo que llegue más dinero a las personas que lo necesitan y puedan tener una mejor inversión.
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