Varias ciudades españolas en el 2017 expresaron formalmente su compromiso con la economía circular a través de la llamada Declaración de Sevilla del 15 de marzo del año mencionado.
En la Declaración se reconoce que la proximidad de los gobiernos locales con sus vecinos, representa un valor estratégico para lograr involucrarlos en el fomento y desarrollo de la economía circular.
En tal sentido, los firmantes asumen el compromiso de mejorar la concienciación y sensibilización de los vecinos en las acciones locales para el impulso de una economía circular, transformando a los consumidores en usuarios responsables y reemplazando el sentido de la propiedad del producto por el sentido del servicio prestado.
En esta materia algunos Ayuntamientos han asumido esa responsabilidad a través del desarrollo de programas especiales de educación ciudadana y han impulsado diversas iniciativas culturales o artísticas, a los fines de promover el valor y la importancia de la economía circular.
La participación de los vecinos es efectiva a través de los procesos de consulta pública que se han realizado sobre la estrategia municipal de economía circular, pero se hace necesario explorar otras alternativas que amplíen y faciliten ese derecho a dialogar, debatir e intentar incidir en las decisiones locales que sean necesarias para el fomento y promoción de la economía circular.
Una encuesta realizada a 400 españoles, mayores de edad, publicada en diciembre 2020, registra que un 68% de los consultados consideran que la ciudadanía debe participar de forma urgente y poner de su parte para asegurar la supervivencia del planeta.
Además, nos dice que el 76% de los encuestados han pensado sobre cómo el consumismo afecta al medio ambiente y cómo consumir en exceso acelera la producción de bienes, el agotamiento de los recursos, la generación de residuos y el impacto medioambiental.
Así mismo, un dato importante a resaltar es el hecho que un 64% de los encuestados reconocen que al deshacerse de los bienes u objetos que ya no utilizan, procuran reciclarlos o llevarlos al punto limpio, y es importante destacar que un 37% de personas, buscan darle una segunda vida, vendiéndolos a través de plataformas de compraventa de segunda mano
La encuesta también nos dice que el 46% de los consultados afirman conocer en qué consiste la economía circular; el 34,5% aseguran haber oído algo sobre economía circular pero no sabrían explicar en qué consiste y por último, el 19,5% reconocen no haber oído hablar nunca de ella.
Estos datos que destaco de la encuesta realizada por la app denominada Gratix, dibujan una sociedad civil consciente que todos jugamos un papel fundamental en la responsabilidad por buscar soluciones a los problemas que hoy amenazan al planeta tierra.
Para enero 2021 hay más de 220 ciudades que han expresado su compromiso, ¿Cuántas de esas ciudades han logrado avanzar con acciones concretas en el compromiso asumido por la economía circular?, y ¿Cuántas de esas ciudades han valorado la economía circular como una estrategia para el rescate económico y social de la ciudad como consecuencia de los efectos de la pandemia?.
La respuesta a esas dos preguntas, solo la pueden dar los vecinos con respecto a sus respectivas ciudades, pero para ello, los vecinos organizados deben asumir como responsabilidad cívica el monitoreo y valoración del avance que experimenta el gobierno local en el cumplimiento del compromiso institucional asumido en la Declaración de Sevilla.
La exigibilidad de ese compromiso institucional hace que el vecino se convierta en un agente de cambio en economía circular.
El compromiso con la economía circular de Andalucía y Sevilla