El trastorno de la personalidad por evitación (TPE) es un trastorno de la personalidad caracterizado por un patrón generalizado de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
Una persona con trastorno de la personalidad por evitación es demasiado sensible a las críticas negativas y al rechazo, ya sea real o imaginario, y trata de alejarse de los demás.
Un elemento importante del trastorno de personalidad por evitación, es sentirse excesivamente inadecuado y con pocas capacidades.
Una persona con este trastorno teme ser juzgada negativamente, tiende a ser tímida y pasiva, no quiere correr riesgos ni probar cosas nuevas, prefiere hacer lo que le es familiar y seguro, le cuesta hacer amigos o mantener relaciones estrechas.
Además, y como consecuencia de todo lo anterior, no suelen tener la autoestima bien posicionada.
El mantra central del trastorno por evitación, “El miedo a ser diferente de los demás, asi como “el miedo a cometer un error o a ser criticado”
Se precisa hacer un diagnostico claro para poder intervenir de modo eficiente.
En general, lo que se observa en la vida de las personas que padecen este trastorno, suele ser una serie de rasgos que los caracterizan y que les llevan a un gran sufrimiento. Te invito a que veamos juntos en que consiste.
Quizás en nuestra familia, entre nuestros amigos o incluso en nuestro entorno laboral, nos encontramos con personas extremadamente “SIGILOSAS” y muy encerradas en si mismas.
Para hacernos una idea más clara de cómo funciona este trastorno en las personas que lo padecen, vamos a tomar a un área de la vida en la que tengamos una gran pasión y sentimientos intensos, -por ejemplo, la pasión por la música-
Si tuviésemos una pasión y amor por la música, este trastorno, podría parecerse a alguien que siente que no puede tocar bien ningún instrumento musical (se siente inadecuado), o que se niega a cantar (no está dispuesto a correr riesgos) o que tiene miedo de actuar delante de los demás (miedo a las críticas) o, incluso más probablemente, que ni siquiera se graba para poder analizar los resultados después, porque le da demasiado miedo.
Una persona con trastorno de la personalidad por evitación no es muy probable que haga algo tan poco característico como abrirse, exponer sus experiencias emocionales y compartir sus vulnerabilidades con los demás. En su lugar, permanecerá en “modo oculto”, esforzándose por conseguir logros sin exponerse a las críticas por no conseguir o hacer lo suficiente. La otra cara de esta moneda es que compartirá poco de sí mismo con los demás e incluso puede parecer frío o distante con los que le rodean.
En general, lo que se observa en la vida de las personas que han sufrido este trastorno suele ser una serie de rasgos que los caracterizan. A continuación, se describen los posibles síntomas de una persona con trastorno de la personalidad por evitación:
- Tienen una gran falta de confianza en sí mismos
- Tienen una baja opinión de sí mismo
- Suelen tener una visión sombría de la vida
- Sentimientos de ser inadecuados, indignos o no queribles sobre si mismos
- Una baja autoestima y autoimagen de sí
- Extremadamente resistente al cambio, teniendo rigidez en las creencias y actitudes personales
- Extremadamente crítico consigo mismo y con los demás
- Preocupado por los defectos como resultado de la autocrítica
- En general presentan un alto sentido de inadecuación
- Miedo a ser arrojados y despreciados del grupo, lo que ven como un caos sin protección
- Necesitan supervisión o control constante sobre sí mismo o sobre los que le rodean
- Se ven a sí mismos como indefensos o inferiores
- Se sienten muy solos y aislados
- Se siente inadecuados
- Como resultado se sienten Incapaces de completar algo por miedo al fracaso o a hacer algo mal
- Son extremadamente sensibles a cualquier crítica
- Evitan las actividades laborales que implican un contacto interpersonal significativo, debido al temor a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
- Se sienten incómodo en situaciones en las que es el centro de atención.
- Evitan las actividades sociales por miedo a la vergüenza.
- No están dispuesto a relacionarse con la gente si no están seguro de caer bien.
- Muestran contención en las relaciones íntimas por miedo a ser avergonzado o ridiculizado.
- Se preocupan por ser criticados o rechazados en situaciones sociales.
- Se ven a sí mismo como socialmente ineptos, personalmente poco atractivos o inferiores a los demás.
- No confían en su capacidad para interactuar eficazmente con otras personas a menos que las conozca.
- Son incapaces de expresar sus sentimientos con facilidad
- Tienen una gran necesidad de asegurarse de que se les quiere y se les aprueba. Tienden a ser pegajosos con su cónyuge y próximos para buscar esa confirmación de amor.
- Son personas retraídas, tímidas, inhibidas y normalmente son lentas a la hora de afrontar situaciones nuevas.
- Exageran los errores cometidos y se exigen a sí mismos un nivel de exigencia desmesurado.
- Tienen una preocupación obsesiva por los detalles, las reglas, las listas, el orden…
- Los demás suelen verlos como un perfeccionista… pero de todas formas nunca está satisfecho con los resultados
- Evitan los riesgos, aunque anhelan la estimulación
- Prefieren lo conocido y se sienten muy incómodos ante la novedad o el cambio
- Se sienten inadecuado e inferior a los demás
- Es tímido y se inhibe socialmente, evita las situaciones sociales, excepto con los miembros de la familia
- Prefiere no correr riesgos, teme pasar vergüenza o ser juzgado por los demás
- Parece sufrir mucho, nunca se divierte; a menudo se le considera aburrido
- Parece frío o indiferente a los demás debido al entumecimiento emocional o puede volverse distante y reservado por miedo al rechazo.
Algunos estudios tras analizar la relación entre la forma de criar a los hijos, arrojan algunas causas que pueden tener una gran influencia en su origen y desarrollo: Madres controladoras con hijos que no aprenden a desafiar a las figuras de autoridad ni confrontar las reglas; protección excesiva de alguno de los progenitores, niños cargados con demasiada responsabilidad a una edad temprana.
Otra causa frecuente y común de esta dolencia es haber sufrido abusos en la infancia. El abuso en la infancia tiende a conducir a este trastorno debido a la incapacidad de formar habilidades de afrontamiento para manejar los factores de estrés de la vida.
En general, los sentimientos arraigados de inadecuación pueden ser desencadenados por cualquier situación que pueda provocar una sensación de amenaza, como conocer a alguien a quien cree que puede no gustarle (aunque no sea así) o que no le guste su actuación frente a los demás. La persona puede enfadarse y soltar algunas “frases internas” que suenan como sus señales de alarma de la infancia: “No soy lo suficientemente bueno”, “No soy bueno en esto”, etc.
Es importante tener en cuenta que el diagnóstico del trastorno de la personalidad por evitación hay que realizarlo con cautela y criterio, se requiere una cuidadosa evaluación por parte de profesionales de la salud mental específicamente entrenados en el diagnóstico, en el que se pueda definir:
- Aclarar el nivel de funcionamiento actual del paciente.
- Determinar la duración del trastorno de la personalidad.
- Evaluar por qué se desarrollaron los síntomas.
- Establecer un diagnóstico claro posible, para asegurar un tratamiento con total confianza.
- Obtener una historia clínica detallada, compleja y completa
- Determinar la gravedad de los síntomas y el deterioro resultante para cada síntoma.
- Determinar el nivel de insight e intención del paciente.
- Establecer la naturaleza, frecuencia y gravedad de la conducta
- Determinar los problemas psicológicos actuales que pueden estar exacerbando o manteniendo los síntomas.
Tratamiento y recomendaciones
El tratamiento más eficaz para los trastornos de la personalidad es la psicoterapia enfocada en deshacer el pensamiento disfuncional y los comportamientos destructivos que caracterizan a este trastorno.
Estos tratamientos ayudan al paciente a darse cuenta de los signos que identifican su trastorno y le ayudan a aprender nuevas estrategias de afrontamiento de forma saludable.
Entre ellas, la terapia cognitivo-conductual, la terapia dialéctica conductual, la terapia cognitiva centrada en esquemas y el tratamiento basado en la mentalización, son algunos de los tratamientos utilizados.
La intervención psicosocial, ayuda a comprender mejor el trastorno y a que el paciente aprenda nuevas formas de enfrentarse a su entorno y a expresarse de forma sana y emocional.
Objetivos y tareas que deben cumplir
- Reformular sus ideas y pensamientos automáticos
- Evaluar la veracidad de esos pensamientos
- Evocar experiencias que le producen malestar
- Llevar un cuadro de registros de pensamientos y emociones que les hace sentir mal
- Desdramatizaciones
- Construir creencias positivas nuevas para reemplazar las antiguas
- Fortalecer nuevos hábitos
- Reencuadrar la ansiedad
- Frases con autoinstrucciones
El trastorno de personalidad por evitación puede encontrarse fácilmente en personas a nuestro alrededor. Hemos de ser comprensivos ante estas personas cuyo trastorno puede hacerles la vida muy infeliz y con gran carga de sufrimiento.
Ante indicios sobre este tema, lo más adecuado es acudir a un especialista y ponerse en las mejores manos.
No lo dudes.