¿Cómo enfrentar el miedo al contagio?

Miedo al contagio

Desde el comienzo de esta pandemia, muchos contenidos provenientes de diversas fuentes han inundado las redes. Algunas publicaciones son veraces, como las originadas en los organismos oficiales de salud regionales y mundiales. 

Lamentablemente también ha sido común la aparición de contenidos de diversa índole (noticias amarillistas, los llamados fake news, influencers no profesionales de la salud y otros ), cuya finalidad es generar zozobra en la población, confundir y difundir rumores de todo tipo. 

Además de ganar likes, visitas y generar controversia, uno de los efectos en muchas de las personas que tienen acceso a los contenidos referidos es sufrir altibajos emocionales que van desde la incredulidad hasta la incertidumbre, mientras la pandemia toca las puertas en muchos hogares y cobra muchas vidas.

Entonces, el miedo pasa a ser tan letal como el virus, impactando en nuestro propio sistema inmune y generando en nosotros una gran ansiedad, esto es, un miedo difuso pero anclado a la realidad, inespecífico y capaz de provocar respuestas de evitación del peligro como respuesta a la sobre-dimensión de la realidad.

Por ello es vital ponderar con la mayor objetividad posible el miedo al contagio, evitando etiquetar al mismo miedo como una emoción negativa, inútil en la actualidad e inclusive causante de molestias.

La emoción que llamamos miedo ha sido una de las claves para nuestra supervivencia como especie.

Sentir miedo es imprescindible para que reaccionemos a tiempo a las amenazas, para impulsarnos a buscar información, para estar alertas en el cumplimiento de rutinas de autoprotección y para resguardar nuestra salud y la de nuestros seres queridos.

En este punto es importante destacar que algunas personas se sitúan en el otro extremo y optan por negar la situación con afirmaciones como: la pandemia no existe, el virus no es mortal, se trata de una simple gripe, se trata de una conspiración farmacéutica, entre otras tantas.

Negar la realidad sólo puede traer como consecuencia el descuido de las medidas de prevención y una mayor exposición, con la probabilidad de enfermarse con una carga viral muy superior y en consecuencia, de mayor letalidad.

Ahora bien, ¿Cómo podemos evitar los extremos en el manejo del miedo al contagio?, ¿Qué podemos hacer para evitar que nuestros miedos se transformen en ansiedad o pánico?. La respuesta a estas preguntas no es fácil, pero en general se trata de gestionar el miedo, asumiendo la carga de incertidumbre que la situación tiene en la actualidad, aunque día a día los investigadores y la práctica médica demuestran avances en el tratamiento de esta enfermedad de características específicas y cambiantes

Para gestionar el miedo podemos comenzar por informarnos sobre las estrategias que recomiendan los especialistas en comunicaciones para detectar la veracidad de las fuentes de información, diferenciar la información actual de la antigua y las noticias falsas (fakes) o amarillistas.

Recomendaciones de los Psicólogos

Otras recomendaciones efectuadas por la Federación de Psicólogos de Venezuela son:

  1. Informarse sobre los hechos y sus consecuencias, seleccionando fuentes confiables (oficiales) o pidiendo a personas cercanas, preferiblemente profesionales de la salud, que expliquen lo que ocurre con tranquilidad y confianza en lo que podemos hacer.
  2. Orientar a los familiares y amigos de forma realista, con tranquilidad,  evitando causar pánico en niños, ancianos y personas especialmente vulnerables. Esto se logra abordando sus dudas, temores y ofreciendo explicaciones adaptadas a sus necesidades.
  3. Evitar la sobreinformación, contenidos amarillistas y la difusión de noticias falsas o fake news. Así se puede evitar la percepción (interpretación propia) de daño inminente, alimentar el miedo, su generación o su transformación en algo más grande. El pánico que manifiestan las personas es muy contagioso y tiene el poder de generar más pánico.
  4. Pensar que la situación pasará, como han pasado otras pandemias en la historia de la humanidad. En la actualidad son mayores los avances tecnológicos y la velocidad de respuesta ante las necesidades. 
  5. Identificar los pensamientos que generan cualquier tipo de malestar emocional, teniendo en cuenta la práctica acciones (adaptadas a la edad)  para sentirnos mejor, como hacer ejercicios de relajación, ejercicios adaptados al hogar, retomar hobbies, juegos en familia, hábitos de autocuidado, entre otros.
  6. Mantener una actitud optimista, ya que el miedo afecta las defensas naturales de nuestro organismo. Mantenerse calmado nos ayudará a pensar mejor y considerar con serenidad y objetividad diferentes perspectivas.
  7. Considerar la opción de permanecer en el hogar el mayor tiempo posible, poniendo atención a las disposiciones locales oficiales. 
  8. Evitar la discriminación o rechazo a ciertos grupos sociales, ello puede ser fuente de conflictos que el miedo pudiera exacerbar, tornarse irracionales o incontrolables.
  9. Sustituir las rutinas por otras que induzcan a la tranquilidad, la distracción o el adelanto de tareas pendientes, ya sean domésticas, académicas o laborales.
  10. Anotar nuestros pensamientos generadores de ansiedad o grabarlos en cualquier dispositivo apropiado para ello. Posteriormente escuchar con calma lo grabado para evaluar si esos pensamientos son  catastróficos, exagerados, evitables, modificables. Si tienes dudas puedes compartir dichas grabaciones con alguien de confianza para obtener una segunda opinión.
  11. Evitar comparar cualquier síntoma propio con los del virus, recordemos que son síntomas comunes a cualquier otra patología. Esta es una tarea profesional. Comunícate con un médico si lo crees necesario. Muchos profesionales de la salud están ofreciendo servicios de salud vía telefónica y gratuita. Seguramente encontrarás alguno de ellos en tu localidad.
  12. Aceptar la incertidumbre. Evitar caer en la trampa de preocuparse por medidas no tomadas en el pasado o por lo que pasará en el futuro. El exceso de control impide ver que el pasado ya pasó y que el futuro no se puede controlar, y
  13. Aceptar el riesgo, asumirlo como real, la vida se trata de asumir los riesgos. Antes en nuestras vidas ya hemos asumido riesgos y puesto bajo el control posible lo necesario. Tener confianza y responsabilizarse de lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Acerca de Carmen Nagy Tremaria 16 artículos
Venezolano-Húngara. 54 años. Residenciada en Budapest. Licenciada en Psicología (UCV). Especialista en Psicología de la Instrucción (UCV). Psicoterapeuta (28 años de experiencia). Enfoque cognitivo conductual. Ex docente universitaria de pre y post grado (UCV-Caracas, UPEL-IPC-Caracas, Colegios Universitarios-Caracas). Conferencista e investigadora en las áreas de familia y sexualidad adolescente, experiencia con grupos académicos, docentes, familias, niños y adolescentes. Grupos especialmente vulnerables. Scout y terapauta ad honorem en tiempos de pandemia para la Asociación Civil Venezolanos en Hungría (Budapest). Asesora e investigadora en Psicología de la Instrucción, Creadora del emprendimiento Psicomentorías, dedicada a la investigación y divulgación del conocimiento psicológico. Atención psicológica on line, con presencia en las redes sociales y sede actual en Budapest (Hungría). Redes: Psicomentorías (FB, IG, TG). Twitter: Carmen Cecilia Nagy Tremaria