Muy de tendencia en el mundo de los seguidores de las dietas del momento, el ayuno restrictivo o intermitente (fasting) se ha convertido en el hábito más seguido por miles de personas a nivel mundial, pero ¿Es realmente efectivo e inocuo?
Ayunar es el acto de abstenerse total o parcialmente de comer o beber por un período determinado de tiempo. Todos alguna vez hemos ayunado en la vida, ya sea antes de tomarnos una muestra de sangre, antes de una intervención quirúrgica, por motivos espirituales entre otros. Pero no se había propuesto como método eficaz de adelgazamiento hasta que aparece el fasting o ayuno restringido o intermitente.
¿Qué es el ayuno restringido voluntario o ayuno intermitente?
Es básicamente dejar de alimentarse e hidratarse voluntariamente con el fin de forzar al organismo a disminuir los niveles de insulina, bajar los niveles de glicemia en sangre y los niveles de glucógeno, forzando de este modo a eliminar líquidos y grasa en el cuerpo. Existen diferentes tipos de ayunos intermitentes, y cada seguidor decide cuál hacer.
Los ayunos de 24 horas: son aquellos que realizan 1 sola comida al día, es decir una sola comida cada 24 horas.
Los Ayunos 5:2 este es el más seguido, y se basa en comer normalmente durante 5 días y ayunar los restantes 2 días de la semana
Los Ayunos de los Días Alternos: es decir se ayuna un día sí y otro no. El día que se ayuna se consume tan solo 500 calorías
Los Ayunos de 36 horas: Se basa en ayunar por 36 horas de seguido.
Los ayunos prolongados: son los ayunos de 48 horas, en donde se ayudan con suplementos vitamínicos para evitar desequilibrios en los electrolitos y deshidratación.
Desde el año 2010, este tipo de dieta de moda se convirtió en una tendencia mundial en ascenso.
Un reciente estudio publicado en el JAMA Internal Medicine, demuestra la verdad sobre el ayuno restrictivo o intermitente. Los especialistas logran demostrar que hay muy pocos avances en el báscula y mucho riesgo a perder valiosa masa magra (muscular).
El estudio fue realizado a 116 personas con sobrepeso, a las cuales dividieron en dos grupos. Un grupo siguió el ayuno intermitente y el otro no. Al final del estudio, ambos grupos perdieron entre 2 y 3 libras (1 a 1,3 kilos).
Los investigadores fácilmente identificaron que las personas que siguen el ayuno pierden peso porque se reduce la ventana de tiempo en la cual pueden comer y por ende consumen menos calorías de lo habitual. Lo complicado es que la falta de ingesta de alimentos puede alterar algunas funciones orgánicas.
Riesgos de esta práctica
Aun cuando se piense que es una forma de perder peso “trendy” y fácil, no es seguro, y no puedo ser seguido por algunos grupos de personas como son los niños, adolescentes, mujeres embarazas, personas que padecen de hipoglicemias e hipotensión, entre otras patologías.
Es importante destacar que las personas jóvenes y saludables corren también riesgos si usan esta técnica a mediano y largo plazo, tales como descompensación de electrolitos, estrés metabólico, estreñimiento, deshidratación, pérdida de masa magra, cefaleas, irritabilidad, bajos niveles de energía, concentración, creatividad, motivación, y productividad física y mental, baja tolerancia al frío, taquicardia, insomnio. En adolescentes que no pierdan la cantidad de peso que piensan puedan perder puede desencadenarles trastornos de la conducta alimenticia como la bulimia o los atracones.
Los nutricionistas no nos cansaremos de afirmar y fomentar que lo mejor es siempre el equilibrio, realizar 3 comidas principales y 2 meriendas, beber de 1 a 2 litros de agua al día, del requerimiento calórico total el 20% debe ser de proteínas, el 30% de grasas poliinsaturadas, y 50% de carbohidratos complejos de bajo índice glicémico y preferiblemente integrales. Y realizar al menos 150 minutos de ejercicio cardiovascular a la semana.
Lic Rosisella Puglisi
Nutricionista Clínico