Terminar el MIR, ¿y después qué?

Especial MIR de IberoEconomía.
El final del MIR genera incertidumbre entre los nuevos especialistas del SNS.
El final del MIR genera incertidumbre entre los nuevos especialistas del SNS.

Los especialistas cuentan su experiencia después de terminar la residencia y afrontar la búsqueda activa de empleo dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Un grupo de médicos durante una intervención quirúrgica.
Un grupo de médicos durante una intervención quirúrgica.

Incertidumbre. Esa es la sensación generalizada entre los especialistas que, al terminar el proceso de formación sanitaria especializada, se enfrentan a la búsqueda activa de empleo dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). Un mercado condicionado por contratos de poca duración, condiciones precarias y una inestabilidad constante que atraviesan todos los profesionales sanitarios al terminar el MIR, mientras esperan por una Oferta Pública de Empleo (OPE).

“En mi caso tuve suerte. Encontré una suplencia de seis meses al poco tiempo de terminar la residencia”, ha explicado Josima a IberoEconomia. La radióloga reconoce que “antes de contar con estaoportunidad laboral solo me ofrecían contratos para trabajar los fines de semana durante todo el mes y sin perspectivas que conseguir una oferta más atractiva en el centro”. A pesar de que la suplencia le permitió un escenario más estable, advierte que “se trata de un hospital situado en Toledo, por lo que unos 400 euros de mis ingresos se desvanecen en transporte mensual”.

Las condiciones hacen que esté percibiendo una remuneración inferior a la obtenida en el proceso de formación sanitaria especializada. “En el último año de la residencia cobraba unos 2.500 euros mensuales si realizaba unas cinco o seis guardias. Ahora mi sueldo es de 2.200 euros, con la opción de ganar unos 300 euros más si realizo alguna guardia, pero son complicadas por la elevada demanda por parte de los médicos para cubrirlas”, aclara.

La profesional sanitaria explica que los especialistas en Radiología están mejor pagados en otros países como Estados Unidos o Chile, mientras que en España se percibe “que los esfuerzos económicos están más destinados a la implementación de la tecnología que en el capital humano”. Aunque una OPE podrá mejorar sus condiciones, precisa que no hay ofertas con regularidad y que pueden pasar más de cinco años hasta que se convoque una nueva edición.

Atención Primaria, una realidad diferente

Los profesionales que terminan el MIR en Medicina Familiar y Comunitaria no se libran de las difíciles condiciones para encontrar empleo. No obstante, los especialistas cuentan con sus propias ‘reglas del juego’. Así, al menos, lo considera Carlos Perea, quien afirma que “situación laboral en Atención Primaria difiere al de otras especialidades, ya que solo se puede optar a la realización de suplencias mientras se espera por una Oferta Pública de Empleo”.

El médico, que trabaja en el área de Atención Primaria en Madrid, afirma que una de las pocas ventajas es que “existe una gran demanda de médicos de familia. Por eso, a solo dos semanas de inscribirme en la bolsa de empleo, conseguí una suplencia para los próximos seis meses. Es una opción que ofrece cierta estabilidad tras haber terminado la residencia”. Asimismo, advierte que las carencias de pediatras también les abren nuevas puertas para la inclusión en el mundo laboral sanitario.

“Es una opción interesante para quienes están interesados en trabajar con niños y adolescentes. Es cierto que solo vemos unos cuatro meses de Pediatría en la formación sanitaria especializada, pero el profesional sanitario podrá aumentar sus conocimientos en esta área de manera personal si le interesa”, ha explicado. No obstante, la presencia de una mayor demanda no está directamente vinculada con un aumento en la remuneración con respecto a otros especialistas del Sistema Nacional de Salud.

Perea también destaca que “se puede ganar más como un residente del último año, que hace entre cuatro o cinco guardias, que como un especialista con un empleo precario”. En esta línea, puntualiza que “un médico de familia que realiza una suplencia percibirá unos 2.300 euros al mes, mientras que un residente podrá alcanzar los 2.500 euros”. De ahí que, con el objetivo de ganar algo más de dinero y de darse a conocer en el centro sanitario de cara a futuras contrataciones, algunos profesionales sanitarios optan por ‘doblar’ su jornada, lo que les obliga a trabajar de las 8 de la mañana a las 9 de la noche en el hospital.

A pesar de las condiciones, el médico de familia es optimista con respecto a los próximos años. “Está previsto que se jubile una gran parte de los profesionales sanitarios destinados al área de laMedicina Familiar y Comunitaria, lo que permitirá un aumento de las plazas fijas dentro del Sistema Nacional de Salud y la celebración de una gran OPE dentro de dos o tres años”.

El peligroso intrusismo

Guadalupe Alemán, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Guadalupe Alemán, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.

Los nuevos expertos en Medicina Preventiva y Salud Pública se enfrentan a un nuevo reto en la búsqueda del empleo: competir contra el intrusismo. Guadalupe Alemán apunta que “si bien existe mucho trabajo para nosotros, los elevados niveles de intrusismo hacen que las condiciones sean difíciles y perjudiciales”. En concreto, reclama que al celebrarse una OPE para Salud Pública, “la titulación de la especialidad no puntúe más que la de otros profesionales sanitarios, lo que permite que, por ejemplo, un cardiólogo obtenga la plaza antes que un candidato de Medicina Preventiva”.

En cuanto a las remuneraciones, Alemán estima que la mayoría de las ofertas rondan los 28.000 euros anuales, “cantidad a la que hay eliminar los costes de darse de alta como autónomo y que repercuten en el ingreso mensual del profesional sanitario”. Esta es la razón principal, según explica, por la que existe un importante número de casos donde el profesional sanitario y el centro llegan a acuerdos tácitos que incurren en la figura del falso autónomo, “siendo una figura muy común en el área de Salud Pública”, matiza.

La antigua representante de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES) apunta que, en su caso personal, está trabajando en un informe junto a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a la vez que se plantea la opción de realizar guardias en Urgencias que le permitan contar con unos ingresos extras a lo largo del mes. Sin embargo, descarta la opción de volver a cursar el MIR para contar con otra especialidad y unos ingresos fijos mensuales, como también lo han afirmado Josima y Carlos.

Los nuevos especialistas sanitarios coinciden en que las dificultades del mercado laboral generan complicaciones al momento de plantear una organización personal y profesional a largo plazo, ya que les condiciona a contratos de horas o escasos meses, mientras que se espera por una OPE de la que se desconoce cuánto tiempo podrá tardar. Sus vivencias son una muestra de la situación que viven muchos profesionales sanitarios, quienes al terminar el MIR se pregunta: ¿Y ahora qué?