El presidente de la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada, Jesús Morán, ha asegurado que “no se pueden tirar por la borda 11 años de trabajo” a favor de la mejora de la formación especializada.
Expectación entre los responsables de la formación especializada (jefes de estudio, tutores, responsables autonómicos y gestores sanitarios) ante la ‘nueva troncalidad’. El presidente de la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (Sefse-Areda), Jesús Morán, ha explicado a IberoEconomía que el nuevo modelo de formación especializada exigirá el pleno desarrollo de la función del tutor. “Es evidente la necesidad de que las instituciones sanitarias proporcionen al tutor el tiempo necesario para la gestión docente”, ha matizado.
La troncalidad “es un proyecto en el que se han invertido 11 años de trabajo y no puede tirarse por la borda. Por esto, se está resolviendo los problemas surgidos de la sentencia del Tribunal Supremo”, ha precisado Morán. Esta es una de las conclusiones alcanzadas, además, en el ‘II Congreso de Formación Sanitaria Especializada Sefse-Areda’, celebrado en Madrid. En este sentido, aclara que las modificaciones buscan “dar respuesta a las necesidades sociosanitarias actuales y evitar la parcelación de la atención al paciente”.
Otro aspecto fundamental para garantizar la mejor formación de los residentes es que los gerentes y tutores MIR/EIR estrechen sus lazos. “Más que el marco regulatorio importa el compromiso de las personas. Es necesario un proyecto común liderado por los gerentes y jefaturas de los centros y hospitales”, ha explicado.
En la misma línea, ha puntualizado en la “necesidad de considerar al jefe de estudios como alta dirección, pues tiene en sus manos la gestión del servicio transversal más grande del hospital, el docente, y debe estar incorporado a los comités de dirección”. A su entender, esta cambio ayudaría a mejorar la coordinación entre asistencia y docencia.
Una mejor evaluación del residente
El presidente de Sefse-Areda recuerda que los procesos de evaluación también tendrán que ser analizados. “Es fundamental tomar en cuenta la importancia de la formación en simulación como garantía de seguridad del paciente y la necesidad de que las organizaciones sanitarias se comprometan en que sus profesionales en formación adquieran competencias a través de la simulación”.
En concreto, recuerda que “formación MIR no sólo se basa en habilidades técnicas, sino también en otras fundamentales como el trabajo en equipo y la comunicación”. La ECOE “una prueba simulada, que permite evaluar una amplia gama de competencias incluida una tan importante como el trabajo interprofesional, tiene un formato validado, objetivo y fiable, si bien su compleja logística, y costes limitan su aplicación general en la formación especializada”, afirma Morán.
El debate radica, por ende, en “si todos los centros deben tener su propia unidad de simulación o plantearnos la coordinación entre los centros que ya tienen unidades de simulación en funcionamiento para aprovecharlas al máximo. Se hace necesario contar con líderes en la materia”.