Los datos del Ministerio de Sanidad demuestran que cada vez son menos los aspirantes que, admitidos al examen de acceso a la residencia, faltan a la presentación de la evaluación.
No todos los médicos habilitados para presentar el MIR terminan acudiendo a la prueba. Los datos del Ministerio de Sanidad revelan que, cada convocatoria, más de 1.000 candidatos que cuentan con el visto bueno para optar por una de las plazas de formación sanitaria especializada ‘deserta’ a última hora y no se presenta al examen necesario para convertirse en residente del Sistema Nacional de Salud (SNS). Una tendencia que, sin embargo, ha ido decayendo durante los últimos años hasta alcanzar su mínimo histórico y que se prevé que se repita en el actual curso.
Durante la última convocatoria, 2016-2017, el Ministerio de Sanidad habilitó a 13.437 médicos para participar en el MIR. Sin embargo, los datos oficiales indican que solo acudieron al examen 12.294, lo que representa una diferencia de 1.143 aspirantes o, lo que es igual, un 8,5 por ciento de ‘desertores’ a la prueba. El índice, sin embargo, es el más bajo registrado durante los últimos cinco años. En este sentido, se percibe una caída con respecto al 9,7 por ciento de aspirantes MIR que faltaron al día del examen durante la convocatoria anterior.
En concreto, Sanidad admitió a examen a un total de 12.426 aspirantes a la residencia, pero fallaron 1.210, por lo que al final solo participaron un total de 11.216 candidatos a las plazas de formación sanitaria especializada. Si se compara con años anteriores, también se percibe una reducción con el número de ‘desertores’, así como lo evidencian los datos oficiales de las convocatorias previas.
Por ejemplo, el Ministerio de Sanidad registró para el curso 2014-2015 que el 88,5 por ciento de los candidatos admitidos a la prueba habían acudido al examen, por lo que la tasa de ‘desertores’ alcanza el 11,5 por ciento. Una cifra que, sin embargo, fue superior en la convocatoria 2013-2014, cuando se presentó el 86,9 por ciento de los habilitados (13,1 por ciento de ausencias); y a los de la convocatoria 2012-2013, donde la tasa fue del 85,9 por ciento (14,1 por ciento de ‘desertores’).