Las equivocaciones, que se repiten de convocatoria en convocatoria, hacen que los aspirantes no rentabilicen al máximo el tiempo y los recursos que disponen.
La preparación para vencer al examen MIR no es fácil. Los candidatos dedican meses de esfuerzo para lograr un número de orden lo suficientemente alto para acceder tanto a la especialidad como al hospital de su preferencia. Sin embargo, una serie de errores en su proceso de preparación podrán alejarle de la meta prevista por lo que tendrá que optar por otra disciplina o, incluso, tener que esperar hasta el año siguiente para intentar una vez más ser uno de los miles de residentes que se suman al Sistema Nacional de Salud (SNS).
Para los expertos de PROMIR, uno de los principales errores es “no estudiar en sexto”. El último curso de Medicina suele caracterizarse por la ausencia de asignaturas teóricas y largas prácticas, por lo que muchos estudiantes prefieren comenzar a estudiar el MIR una vez finalizada la carrera. “El problema es que son muchos los conceptos que hay que repasar para el examen y cuanto antes empiece el alumno a reforzar la memoria a largo plazo, mejor será el rendimiento que obtenga durante la preparación”, apuntan.
También es una equivocación confiar ciegamente en la suerte. Algunas de las frases que más se escuchan entre los estudiantes cuando obtienen el resultado de un simulacro son: “Luego en el MIR se sube”, “este simulacro ha sido muy difícil”, “en la última etapa aumentan las netas”, etc. Lo ideal es que se vaya 100 por cien preparado al examen, se analice durante toda la preparación la evolución y se luche por mejorarla. “El éxito no es cuestión de suerte, sino de constancia y esfuerzo”, recalcan desde Editorial Médica Panamericana.
No entrenar lo suficiente no se queda atrás entre las equivocaciones más comunes. “El estudiante debe familiarizarse con la técnica de examen y practicar continuamente. Por eso, tiene a su disposición entrenamientos ilimitados y simulacros pautados con preguntas PROMIR que tienen en cuenta los últimos avances científicos, las tendencias del examen MIR y, por supuesto, las preguntas de convocatorias pasadas”.
Aunque pueda parecer una obviedad, no gestionar bien el tiempo es una problemática que no es fácil de resolver. El examen MIR no tiene un temario concreto y muchas veces puede parecer interminable, por lo que muchos estudiantes tienden a sacrificar sus actividades de ocio, para dedicar todo el tiempo al estudio. “Una decisión que no es la más adecuada, ya que el descanso es fundamental para un buen rendimiento”.
Para ayudar a los aspirantes, PROMIR cuenta en su plataforma el envío de un email con los objetivos diarios que deben cumplir. “De esta forma, es mucho más fácil planificar momentos de descanso para desconectar del estudio”, explican.
Finalmente, los últimos dos puntos son: Hacer infinidad de resúmenes y no priorizar los temas más importantes. El primero llevará a un volumen de material de estudio que es imposible de estudiar, mientras que el segundo hará que los esfuerzos no estén enfocados hacia los temas fundamentales que se repiten en cada convocatoria. “Con el objetivo de ayudar al aspirante, la plataforma ya cuenta con los temas esquematizados, así como con un diagrama de esferas que permite identificar las materias que tienen más probabilidades de caer en el examen y, por tanto, a las que hay que dedicarles más tiempo de estudio.
