¿Cómo evitar que el estrés arruine la preparación del examen MIR?

Especial MIR de IberoEconomía.

El examen MIR está a la vuelta de la esquina, lo que hace que los nervios aumenten y puedan entorpecer el desempeño del candidato a las plazas de residencia.

Dormir bien y ejercitarse ayudará al aspirante a estar en forma para afrontar la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada.

Últimas semanas para los candidatos al MIR. El Ministerio de Sanidad ha confirmado que la fecha oficial para el examen de acceso a la formación sanitaria especializada será el próximo 02 de febrero, por lo que aumenta el estrés de los aspirantes a la residencia que consideran el tiempo insuficiente, el temario demasiado amplio y las largas jornadas de estudio muy pesadas. Para evitar el colapso antes o durante la evaluación, hay que para por un momento y tomar en consideración algunos aspectos clave.

El primero, es que el estrés es el peor aliado durante el período de preparación del MIR. De ahí que sea básico la generación de confianza personal. No solo se trata de confiar en uno mismo, sino de estar convencido de que se están realizando los esfuerzos necesarios para alcanzar la mesa: una plaza en la residencia del Sistema Nacional de Salud (SNS). Por eso es recomendable desarrollar buenas estrategias y hábitos de estudios (muchas de ellas proporcionadas por las propias academias del MIR).

En la misma línea, es importante la administración del tiempo (incluidos los descansos y tiempos de ‘desconexión’), eliminar cualquier tipo de presión externa que conlleven hacia el miedo al fracaso, la competitividad insana o la sensación de pérdida total en el caso de no entrar al MIR. Sin pasar por alto la necesidad de revisar constantemente el resultado de los simulacros, lo que permitirá conocer el punto donde se está y si existe un progreso o no. No obstante, la fórmula no quedaría completa sin tomar en consideración otros aspectos que serán de ayuda a solo semanas del 2 de febrero.

Miedos bajo llave

El éxito será más sencillo si se acude al examen con confianza. Este punto resulta muy personal, por lo que se tendrá que emplear cualquier elemento que favorezca a estar en paz interior: visualización, pensamiento lógico, hablar consigo mismo, apoyo familiar o, incluso, la fe religiosa. Asimismo, hay que alejarse de toda ‘influencia negativa’, es decir, aquellas personas que atemorizadas solo piensan y hablan de las opciones de fracasar.

El respeto de las horas de descanso, dormir bien y ejercitarse también ayudarán a estar en forma para afrontar el MIR, siendo clave que durante los meses previos se disfrute de una buena nutrición y de una disciplina que permita optimizar al máximo el tiempo del que se dispone.