Claves para superar una de las convocatorias más disputadas del MIR

Especial MIR de IberoEconomía.
Alternar la rutina de estudio en la recta final de MIR podrá ser perjudicial para los aspirantes.
Alternar la rutina de estudio en la recta final del MIR podrá ser perjudicial para los aspirantes.

Julio Sesma, director de comunicación e innovación de AMIR, explica cuáles son las técnicas para aprovechar los últimos días antes de la prueba.

Los simulacros permiten adaptarse al modelo de examen MIR y detectar los errores con antelación.
Los simulacros permiten adaptarse al modelo de examen MIR y detectar los errores con antelación.

El error más común en la recta final de la preparación MIR es la improvisación. Así lo afirma Julio Sesma, director de comunicación e innovación de AMIR, quien explica que el nivel de estrés aumenta y, por ende, se suelen cambiar las rutinas de estudio a última hora. Una decisión que puede perjudicar los resultados que se obtendrán en la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada.

Cómo debe ser la jornada de estudio del aspirante al MIR en la recta final de la etapa de preparación

En esta etapa final de preparación, en AMIR recomendamos realizar una vuelta intensiva a todo el temario. Por ello, mediante un programa de estudio específico y común a todos los alumnos se repasan todas las asignaturas en función de su importancia en el examen. Siendo aquellas asignaturas con mayor número de preguntas, y por tanto más importantes para la resolución el examen, las que se repasaran en los días previos al examen.

Es muy importante continuar con la rutina habitual de 8 horas de estudio 8 de descanso y 8 de sueño permitiendo que el opositor llegue descansado y no se agote en la recta final.

Los errores más comunes que se realizan durante las últimas semanas y que tendrán que evitar los aspirantes

Uno de los problemas más habituales es la improvisación. Durante estas últimas semanas el nivel de estrés aumenta y es posible que algunos opositores realicen ciertos cambios en su rutina con el objeto de obtener una respuesta positiva en su resultado.

En estos momentos es en los que hay que tener confianza en la preparación realizada y tranquilidad, continuando de forma rigurosa con el programa de estudio elaborado por nuestros expertos docentes y ya fijado previamente, sin realizar cambios metodológicos de última hora.

También es frecuente que se intenten aumentar las horas de estudio, estando claramente contraindicado pues puede suponer un esfuerzo extra no asimilable. Tan importante es en estas fechas ser rigurosos con el estudio como con el descanso.

Recomendaciones para controlar el estrés y la ansiedad 

La fundamental es continuar con la rutina, continuar con el programa de estudio y no improvisar. Es importante aprovechar los tiempos de descanso. Es cierto que hay cierto nivel de estrés no controlable, pero este punto de estrés es asequible y beneficioso para que el oposito esté activo y ágil de cara al examen.

¿El incremento en el ratio de aspirantes por plaza ofertada representa en realidad menos opciones para obtener una plaza?

En el MIR cada opositor compite contra sí mismo. Si la preparación ha sido buena y se han seguido las instrucciones docentes puede obtenerse una puntuación que permita obtener plaza. Ciertamente, el incremento de aspirantes cambia el balance matemático para obtener una plaza, pero conceptualmente, si la preparación es buena se puede obtener el puntaje necesario para coger plaza.

Cómo se puede sacar el máximo rendimiento de los últimos simulacros que se realizarán

Realizándolos de forma rigurosa y corrigiéndolos con mucha atención. Estos simulacros por su nivel de dificultad y su globalidad suponen un muy buen repaso de todo el temario.

Qué hacer en las preguntas del examen MIR donde se tengan dudas.

Contestar. Por una cuestión estadística, en un examen MIR con cuatro opciones, hay que contestar todas las preguntas. Es fundamental gestionar la duda y contestar dudando. El MIR es un examen que versa sobre una materia infinita, la medicina, en un cerebro como el nuestro, finito. Hay que asumir que trabajaremos con un determinado porcentaje de duda pero aun así hay que contestar, puesto que el balance, como está claramente demostrado, es positivo si se contesta dudando.