Los repartidores presionan a la empresa para mejorar las condiciones laborales “que se han aplicado y que no son justas”.
La batalla entre los repartidores y Glovo no cesa. El domingo, durante las horas de más demanda de pedidos, un grupo de ‘glovers‘ han realizado un paro como símbolo de su desacuerdo con las condiciones laborales implementadas por la empresa. Una situación que ha obligado a Glovo a duplicar el precio de sus ‘horas diamante’ para intentar captar el interés de otros repartidores y mantener la calidad del servicio, según han informado fuentes de los manifestantes a IberoEconomía.
Los ‘glovers‘, que tienen previsto reunirse con Glovo a lo largo de esta semana, están avanzando en una carta de reivindicaciones laborales que llevarán hasta las oficinas de la empresa en Madrid. Sin embargo, entre sus principales reclamos se encuentran “las penalizaciones de cinco puntos por la queja de un solo cliente”, así como la eliminación de las ‘horas diamante’ y la implementación de “un bono nocturno a partir de las 20.00 horas”.
Para los ‘glovers’ no es menos importante hacer un análisis y cambio en los procesos de check in y del chat interno de la aplicación. Dos procesos que evitarán que un error en el proceso de ‘darse de alta’ tenga repercusiones en la valoración de la fidelización, además de que permitirá “dejar que se reasignen los envíos por medio del chat interno”.
A lo que sumarán la exigencia de que los tiempos de espera, tanto en la casa del cliente como en los establecimientos de comida, sean remunerados por cada minuto “que nos hacen perder”. Una situación que alcanza uno de sus puntos más problemáticos en los supermercados, “no solo por la larga espera a la que estamos sometidos, sino porque se ha pasado de tener que transportar cuatro kilos a ocho, una cantidad que quieren subir a nueve kilos en breve”.