La Comunidad de Madrid plantará cara a la polémica la Ley de Vivienda impulsada por el PSOE-Podemos.
Madrid defenderá a los propietarios de vivienda frente a lo que considera el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso «sectarismo ideológico» e «intervencionismo» de la Ley de Vivienda del Gobierno.
La Ley de Vivienda anunciada por el Gobierno regulará los alquileres, entre otras cosas limitando los precios a los grandes tenedores, y bajará por ley los alquileres en base al índice de referencia para todos los contratos en las zonas de mercado tensionado y la retirada de privilegios fiscales.
Y la encargada de exponer la postura del Ejecutivo regional madrileño, la consejera de Medio Ambiente y Vivienda, Paloma Martín, ha asegurado que con esta ley, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace suyas las propuestas «más radicales» de sus socios de gobierno.
«No puede cercenar parcelas de libertad a los ciudadanos. El sectarismo ideológico no puede poner en riesgo los ahorros de toda una vida de una familia invertidos en un piso», señala la consejera.
La Comunidad de Madrid asegura que el 90% de las viviendas que están en el mercado son de pequeños propietarios, «que en muchos casos tienen el precio del alquiler como complemento a su renta o incluso como fuente de ingresos principal».
Por ello, asevera que «medidas intervencionistas de ese calado no pueden tener cabida en una democracia liberal y avanzada» como la española, por lo que la Comunidad defenderá a los propietarios y estará atenta «al texto».
En todo caso, asegura que si su aplicación dependiera de las comunidades, la de Madrid buscaría cómo «blindarse» frente a políticas «intervencionistas para proteger a los propietarios», porque con las «limitaciones que se plantean en esta ley, los promotores saldrán del país y se marcharán las inversiones».
«El modelo de la Comunidad de Madrid es justo el contrario: dar certezas y seguridad jurídica a los propietarios, poner suelo en el mercado, ampliar la oferta de vivienda pública y ayudar a los jóvenes», apostilla la consejera.