Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana, advierte de los inminentes cambios del sector empresarial hacia un enfoque más social.
Los Millennials marcarán la hoja de ruta empresarial. Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana, ha advertido que el sector empresarial está cambiando hacia un enfoque más social, lo que no solo afectará la relación de las compañías con sus clientes, sino también con sus propios empleados. “Hasta un 70 por ciento de los jóvenes aseguran estar dispuestos a reducir sus remuneraciones a cambio de trabajar en una firma que aporte algo hacia la sociedad”, ha explicado en el ‘I Congreso Iberoamericano para Presidentes de Compañía y Familias Empresarias’, organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi).
Durante la moderación de la mesa ‘Nuevos desafíos en la Relación Empresa y Sociedad’, Grynspan ha explicado que “en Latinoamérica se han fomentado grandes cambios macroeconómicos, pero olvidando a la microeconomía. Sin embargo, esta tendencia ha ido cambiando en favor de una toma de decisiones más enfocada a la sociedad, con el objetivo de mejorar ese mal humor que tiene la ciudadanía hacia su sistema político, sus mercados y, de alguna manera, hacia sus empresas”.
Para reconciliarse con la sociedad, Gonzalo Said, director de Embotelladora Andina y Banco BBVA Chile, ha recomendado escapar de los prejuicios. “En Chile, donde existía una tradicional relación público-privada, el modelo se ha venido debilitando por las reformas que se han implementado. Esto ha generado dos consecuencias: la primera, que exista una mayor desconfianza por parte de los ciudadanos hacia ambas partes; la segunda, que las empresas busquen una relación directa con la sociedad civil organizada”.
No obstante, considera que es fundamental “encontrar las fórmulas para romper con los prejuicios y las inercias que afectan a la sociedad”. Aunque la meta es clara, no se trata de un proceso sencillo. “La generación de los Millennials cuenta con una atención media de unos 12 segundos, por lo que hay que cambiar el modelo para adaptarse a ellos y contar con una relación más fluida”, ha puntualizado Alejandro Santo Domingo, presidente del Grupo Santo Domingo.
Además, ha recordado que, en Colombia, se cuenta con clientes “que se caracterizan por ser más inteligentes y exigentes, quienes no se conforman con un producto, sino que hay una preocupación real porque las empresas tengan responsabilidad con el medioambiente, con las regiones donde se trabaja y con los empleados del grupo”.
El empresario del futuro
Para Diego Eduardo Martín de la Torre, presidente del Directorio La Viga, el empresario del futuro “es una mezcla entre Bill Gates y la Madre Teresa de Calcuta”. En este sentido, asegura que, además de gestionar una empresa, también se debe adoptar un rol más social, donde se tome el tiempo necesario para pensar en mejoras hacia la sociedad, lo que permitirá “no solo obtener el éxito, sino llegar a la trascendencia por medio de las mejoras de la sociedad y del ecosistema”.
En pocas palabras, De la Torre afirma que “el modelo capitalista tiene éxito cuando sus apellidos son la Responsabilidad Social y la Responsabilidad Medioambiental”. Una postura que respalda Josep Lluis Bonet, presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, quien recalca la necesidad de que los empresarios también deben saber comunicar cuáles son los esfuerzos que se están realizando, no solo en el exterior de la firma, sino con sus propios empleados. En cuanto a los jóvenes, ha puesto de manifiesto la necesidad de que viajen, para comprender “cuál es su papel dentro de un mundo más globalizado, así como de adquirir los tan necesarios idiomas”.
“Los jóvenes de Iberoamérica son los mejores formados y los más exigentes. Por esto son intolerantes con temas como la corrupción y la desigualdad de oportunidades, por lo que se movilizan para solicitar un cambio social y empresarial”, ha puntualizado la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan.