La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirma que se aprecian síntomas de una «fuerte desaceleración»
La economía española ofrece síntomas de una «fuerte desaceleración» como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de contención implementadas por el Gobierno, en línea con el profundo deterioro observado de manera generalizada entre las economía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según ha advertido la institución internacional.
«El índice compuesto de indicadores líderes (CLI) para España apunta a una fuerte desaceleración, como en la mayoría de las economías de la OCDE», ha explicado a Europa Press un portavoz de la OCDE, después de que el último dato de este indicador adelantado se haya situado en 97,83 puntos, frente a los 98,96 de febrero.
De este modo, el indicador diseñado por la OCDE para anticipar puntos de inflexión en la actividad económica relativa a la tendencia durante los siguientes seis a nueve meses ha registrado en el caso de España una caída mensual de 1,13 puntos, en línea con el retroceso de la media de la eurozona, mientras que en comparación con el mismo mes de 2019 la bajada ha sido de 2 puntos.
En el conjunto del llamado ‘club de los países ricos’, el indicador adelantado se ha situado en marzo en 98,8 puntos, con un retroceso de ocho décimas respecto de febrero, sugiriendo también una fuerte desaceleración económica, diagnóstico que también adjudica la OCDE a la economía de la zona euro, cuyo CLI ha bajado a 98,2 puntos desde los 99,4 de febrero.
«Los CLI de marzo de 2020 registraron las mayores caídas de la serie en la mayoría de las grandes economías en línea con el considerable ‘shock’ económico causado por la pandemia de Covid-19 y su impacto inmediato sobre la producción, el consumo y la confianza a raíz de las medidas de confinamiento», ha señalado la OCDE.
En este sentido, entre las mayores economías pertenecientes a la organización, Estados Unidos ha registrado una bajada de 0,59 puntos del dato, hasta 98,9 enteros, lo que se interpreta como una «fuerte desaceleración» de la actividad económica, algo aplicable a las economías de Alemania, Francia o Italia, con descensos del indicador de 1,93, 0,54 y 1,37 puntos, respectivamente.
La OCDE, que canceló la publicación en febrero de su ‘termómetro económico’ para poder incluir el deterioro provocado por el brote de coronavirus, ha advertido de que la considerable incertidumbre en torno a la duración de las medidas de bloqueo impone serias restricciones sobre la capacidad de los indicadores principales para predecir movimientos futuros en el ciclo económico.
«Los CLI aún no pueden anticipar el final de la desaceleración, especialmente porque aún no está claro por cuánto tiempo, ni con qué severidad se mantendrán las restricciones. Sin embargo, a medida que la situación se estabilice, incluso con un bloqueo más prolongado, el CLI comenzará a recuperar su capacidad de predecir a medida que las empresas y los consumidores comiencen a adaptarse a nuevas realidades», ha añadido.