La inflación de la eurozona escaló hasta el 2% en el quinto mes del año, la mayor subida desde 2018.
La tasa de inflación interanual de la zona euro se aceleró en mayo hasta el 2%, frente al 1,6% del mes anterior, lo que representa la mayor subida de los precios en la región desde octubre de 2018, según ha confirmado la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
De su lado, en el conjunto de la Unión Europea (UE) la tasa de inflación interanual alcanzó en mayo el 2,3% desde el 2% observado en abril.
La aceleración de la inflación de la zona euro en el quinto mes del año refleja el encarecimiento del 13,1% de la energía, frente a la subida del 10,4% interanual de abril, mientras que los alimentos frescos se mantuvieron estables, después bajar un 0,3% el mes anterior.
De su lado, el precio de los servicios aumentó un 1,1% en mayo, dos décimas más que en abril y los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 0,7%, tres décimas más que el mes anterior.
Al excluir el impacto de la energía, la subida de precios en mayo fue del 0,9%, frente al 0,7% de abril, mientras que al dejar fuera también el efecto de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente fue del 1%, tres décimas por encima del dato de abril.
Entre los países de la UE, los precios cayeron en Grecia (-1,2%) y subieron un 0,2% en Malta y un 0,5% en Portugal, mientras que las mayores presiones inflacionistas se registraron en Hungría (5,3%), Polonia (4,6%) y Luxemburgo (4%).
En el caso de España, la tasa de inflación armonizada se situó en mayo en el 2,4%, frente al 2% del mes anterior, lo que mantuvo en cuatro décimas el diferencial adverso en precios respecto de la media de la eurozona.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, expresaba este miércoles su preocupación ante el riesgo de que el repunte, en principio temporal, de la inflación en la zona euro desencadene efectos de segunda ronda en el mercado laboral o a través de la indexación de partidas presupuestarias que acaben provocando una «cronificación» del aumento de los precios.
«Para que este repunte de la inflación sea de naturaleza temporal es muy importante que no haya efectos de segunda ronda en el mercado laboral y por la indexación de determinadas partidas presupuestarias que podría hacerlo más permanente», advertía De Guindos en un coloquio organizado por el ‘think tank’ Civismo.
En sus últimas proyecciones macroeconómicas, el BCE ha revisado sustancialmente al alza sus expectativas de inflación para 2021, hasta el 1,9%, frente al 1,5% esperado anteriormente, mientras que para 2022 anticipa una tasa del 1,5%, en vez del 1,2% que esperaba el pasado mes de marzo. En cambio, mantuvo su previsión de un alza de los precios del 1,4% para 2023