La EASA indica las nuevas normas para viajar en avión

EASA

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) indica que las mascarillas serán obligatorias no así el dejar un asiento entre los pasajeros

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) han detallado los requisitos que deberán cumplirse para viajar en avión a partir de los próximos días. Aunque el protocolo establecido por los organismos europeos insta a que las aerolíneas hagan lo posible para mantener las distancias de seguridad, no exige que dejen asientos libres para garantizar la separación entre los pasajeros.

No obstante, cualquier viajero mayor de seis años deberá llevar una mascarilla que tape la boca, la nariz y la barbilla durante todo el viaje. Incluso varias si las instrucciones del fabricante indican que el modelo tiene una vida útil inferior al número de horas previstas para el trayecto. En concreto, el texto recomienda las de tipo quirúrgico y desaconseja las de tela o de fabricación casera, información que en todo caso recibirán los clientes antes de acudir al aeropuerto.

Asimismo, los viajeros recibirán información sobre los síntomas del covid-19 y el riesgo de contagio por posibles contactos antes de firmar una declaración de salud. En caso de presentar algún indicio de la enfermedad, tendrán la obligación de evitar el viaje. Los mismos datos, además de la recomendación de medidas de higiene como lavarse las manos o evitar tocar superficies, deberán estar disponibles en las entradas, salas y puertas de embarque del aeropuerto, así como en los propios aviones, preferiblemente en formato audiovisual.

Allí solo se permitirá el acceso a viajeros y empleados, que tendrán que guardar una distancia mínima de un metro y medio. La hoja de ruta de la aviación europea también prevé aumentar la limpieza de las instalaciones y usar alternativas electrónicas, en la medida de lo posible, para evitar el contacto con superficies en procesos como el ‘check in’.

A la hora de embarcar, se pondrán en marcha «procedimientos especiales» para garantizar la distancia de seguridad y, en aquellas circunstancias en las que no sea posible, se tomarán medidas adicionales para mitigar el riesgo.

Una vez dentro del avión, los usuarios tendrán acceso a material informativo sobre las citadas normas de higiene, el servicio a bordo se reducirá al mínimo para evitar la proximidad con la tripulación y se limitará el uso de las salidas individuales de aire acondicionado. Otras de las decisiones contempladas son instalar filtros HEPA —captadores de partículas de alta eficiencia— y evitar la formación de colas en los pasillos o a las puertas de los baños.

«Si la ocupación del vuelo lo permite, las compañías harán lo posible para guardar las distancias de seguridad entre personas que no sean familia o viajen juntas. Si no es posible hacerlo, se reforzarán las otras medidas como lavado frecuente de manos, toser o estornudar sobre un pañuelo o el codo, evitar tocar superficies o usar la mascarilla», se limita a exigir el documento de la EASA y el ECDC, que no contempla la obligación de dejar un asiento libre por cada fila de pasajeros.

A quienes no cumplan con las medidas requeridas se les denegará el acceso al aeropuerto o al avión. Si la imprudencia se produce a bordo, se les tratará según el protocolo establecido para viajeros conflictivos.

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