La deuda de empresas y hogares aumentó un 1,4 % en 2021, con avances de 18.500 millones y 3.700 millones, respectivamente, para alcanzar así el 138,3 % del PIB (el 79,8 % en el caso de las compañías y el 58,4 % en el de las familias) en el cuarto trimestre de ese año.
Así lo reflejan las ‘Cuentas Financieras de la Economía Española‘ difundidas este martes por el Banco de España, que muestran que la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro alcanzó los 1,66 billones en el cuarto trimestre de 2021, una cifra un 4,1% superior al nivel del mismo trimestre de 2019, en el que aún no se había iniciado la pandemia. En términos del PIB, la ratio indica una moderación del endeudamiento hasta el 138,3 %, frente al 146,5 % de diciembre de 2020, aunque sigue estando por encima del 128,6 % de diciembre de 2019.
Tanto las empresas como los hogares contribuyeron al aumento en niveles de la deuda agregada, aunque en mayor medida en el primer caso. La deuda consolidada de las sociedades no financieras aumentó desde los 944.000 millones en diciembre de 2020 a los 962.000 millones en diciembre de 2021, alcanzando el 79,8 % del PIB, frente al 84,1 % de diciembre de 2020 y al 71,7 % del mismo trimestre de 2019.
Por su parte, la deuda de los hogares pasó de 700.000 millones en diciembre de 2020 a 704.000 millones en el mismo mes de 2021, situándose la ratio en un 58,4 % del PIB, frente a 62,4 % de diciembre de 2020 y a 56,9 % en el mismo periodo de 2019.
La riqueza de las familias aumentó un 9,4 % en 2021
El informe del Banco de España también señala que la riqueza financiera de las familias españolas, que se mide por la diferencia entre los ahorros que atesoran y las deudas que tienen, se situó en 1,93 billones de euros a cierre de 2021, un 9,4 % más que un año antes. Los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- rozaron los 2,7 billones de euros a finales de 2021, un 7 % más que un año antes y, en relación con el PIB, representaron el 159,7 %, ratio que es 2,9 puntos porcentuales superior a la de un año antes.
Dicho aumento, sostiene el supervisor, fue el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 80.000 millones en el último año, a la que se sumó una revalorización de los mismos de 96.100 millones, que se concentró principalmente en participaciones en el capital de las empresas y en los fondos de inversión.
El grueso de los activos financieros de los hogares españoles se encontraba en efectivo y depósitos, que sumaban el 38 % del total, seguido de participaciones en fondos de inversión (15 %) y seguros y fondos de pensiones (14 %). Las participaciones en fondos de inversión fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, 1,2 puntos porcentuales, mientras que el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó, un punto porcentual.
El Banco de España prevé que la oferta y la demanda de crédito se contraigan
En otro informe, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos prevé que las entidades financieras españolas endurezcan los criterios de concesión de crédito en el segundo trimestre, tanto para empresas como para hogares, ante la mayor incertidumbre asociada a los efectos de la guerra en Ucrania sobre el riesgo crediticio y la expectativa de una política monetaria menos acomodaticia, según reconoce en el artículo analítico publicado tras recabar los datos de su ‘Encuesta sobre Préstamos Bancarios en España‘ de abril de 2022.
En concreto, respecto al crédito para la financiación de vivienda, las entidades encuestadas prevén un cierto endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y una caída de la demanda, interrumpiendo la tendencia ascendente de los cuatro últimos trimestres0. También vaticinan un ligero endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos al consumo y un leve descenso de la demanda en este segmento en el segundo trimestre del año.
Según el Banco de España, durante el primer trimestre de 2022 los criterios de concesión de préstamos a las empresas se endurecieron, tanto en España como en el conjunto del área del euro, ante la mayor preocupación por los riesgos asociados al impacto de la crisis energética y de la invasión rusa en Ucrania. En nuestro país, los criterios de concesión se endurecieron más intensamente en las pymes que en las empresas más grandes. En esta línea, aumentó ligeramente el porcentaje de solicitudes de fondos denegadas.
En cuanto a los préstamos a hogares, los criterios de concesión de crédito se mantuvieron estables en España entre enero y marzo, tanto en los préstamos para la adquisición de vivienda como en el crédito al consumo, mientras que en la eurozona los criterios de concesión fueron estables en los préstamos para adquisición de vivienda y registraron una cierta relajación en la financiación para consumo.
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