El último informe del Foro Económico Mundial, en colaboración con la Organización de Empresarios (EO), la Universidad de Cambridge y la Universidad Nacional de Singapur, destaca la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas en la construcción de procedimientos «preparados para el futuro» para que puedan aumentar su nivel de resiliencia y agilidad, y lograr un crecimiento financiero duradero que afecte positivamente a la economía global.
La «preparación para el futuro» se define como un conjunto de recursos que permiten a las empresas responder con éxito a los cambios y desafíos. Las PYMES representan alrededor del 90% de empresas del mundo; proporcionan aproximadamente el 70% del empleo y, según algunas estimaciones, contribuyen al 70% del PIB mundial.
Además, desempeñan un papel importante en la configuración de la naturaleza del crecimiento, en la innovación y en la sostenibilidad de nuestras economías globales, regionales y locales. Por eso su preparación es primordial para que puedan seguir impulsando la economía en los próximos años.
La investigación desarrollada por el Foro Económico Mundial, en colaboración con la Organización de Empresarios (EO), muestra que las empresas preparadas para el futuro exhiben tres características positivas básicas: Crecimiento sostenible, ya que generan una fortaleza financiera duradera gracias a sus modelos de negocio y productos; Impacto social, ya que su modelo de negocio y los servicios que prestan afectan positivamente a la sociedad, y Capacidad adaptativa, por la resiliencia y agilidad que muestran para recuperarse de las crisis.
El informe, basado en un análisis en profundidad de más de 200 artículos y la participación de más de 300 directores ejecutivos y fundadores de PYMES a través de encuestas, revela que ni la localización geográfica ni el sector industrial suponen una desventaja para ellas.
Lo que sí las diferencia son aspectos como su modelo de negocio, la capacidad organizativa y las redes con su entorno, mostrando las buenas prácticas de algunas de las empresas que lideran el camino en términos de preparación futura.
Las conclusiones, además, apuntan a que las pequeñas empresas pueden aprovechar su tamaño, redes, talento y tecnología como fortalezas para lograr un crecimiento sostenible, pero también evidencia que la mayoría podrá prosperar sólo en la medida en que exista el apoyo necesario en infraestructuras y marcos legales.
Según Ana Aldea, fundadora de Datasocial y miembro del board de EO Madrid, “las empresas que sobrevivirán en el futuro serán aquellas que sean capaces de superar el modelo extractivo y en lugar de extraer recursos del planeta los aporten.
El modelo win-win está agotado, porque cuando alguien gana, alguien pierde. Las empresas que sean capaces de entender que estamos en la era del cuidar-cuidar serán las que serán capaces de adaptarse”.
Por su parte Miguel Ángel Fernández López de la Torre, socio de El Laurel Catering y miembro de EO Madrid, asegura que su prioridad es “encontrar espacios donde competir, hay que ser creativo y estratégico para apostar por negocios o nichos donde los grandes no son tan ágiles o competitivos o donde aún no les interesa estar.
Es difícil competir con grandes empresas globales o participadas por megafondos que buscan encontrar el cuasi monopolio, pero seguirá habiendo espacio para aquellas PYMES que sigan apostando por las personas, que busquen continuamente cómo mejorar sus negocios y que abracen el cambio como su fiel compañero de viaje”.