La histórica tasa de ahorro alcanzada en los meses del confinamiento durante el segundo trimestre del año, del 22,5% de la renta disponible, ha sido seleccionado como ‘Dato del año’ por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
Antes de la actual crisis, según explica Funcas, el máximo se había situado en el 12,1% en el segundo trimestre de 2009 y el valor medio desde 1999 hasta 2019 había sido del 8,2%.
«Fue, fundamentalmente, un ahorro forzoso, resultado de la imposibilidad material de consumir debido al confinamiento y al cierre de numerosas actividades económicas, no de una decisión deliberada de los ciudadanos de contener su gasto», explica María Jesús Fernández, economista senior de Funcas.
Este elevado nivel de ahorro se explica, además, por el hecho de que a pesar de que «muchas personas sufrieron una reducción drástica de sus ingresos», por otro lado «la mayor parte mantuvo su puesto de trabajo y sus ingresos», añade.
La otra cara de la moneda de este fenómeno fue una caída de la actividad económica de magnitud también insólita, un desplome del PIB durante el mismo periodo del 17,8%. «La cifra escogida, la tasa de ahorro del segundo trimestre, resume como ninguna otra, desde el punto de vista económico, la extraordinaria y dramática situación vivida durante este periodo», argumenta Fernández.
Pese al más que probable descenso de esta tasa durante los trimestres posteriores, con la reapertura de negocios y la recuperación de movilidad, Funcas anticipa un nivel más elevado de este indicador, pero esta vez motivado por otro tipo de ahorro, «el ahorro precautorio o ahorro del miedo», generado voluntariamente ante la incertidumbre y la destrucción de empleo derivada de la prolongación de la crisis.
A ello podría añadirse una nueva modalidad de ahorro, el que resulta de la restricción voluntaria de las salidas y de las relaciones sociales por miedo a contagiarse del Covid-19.
Este es el cuarto año en el que Funcas elige «El dato del año», habiendo sido seleccionados en los tres años precedentes el récord de la llegada de turistas (2017), el aumento de los nuevos afiliados con contrato indefinido (2018) y la caída de la tasa de morosidad (2019).