Red Eléctrica y el Club Español de la Energía han presentado un análisis del mercado y de sus hitos en 2017.
El presidente de Red Eléctrica, José Folgado, y el presidente del Club Español de la Energía, Miguel Antoñanzas, han presentado los informes ‘El sistema eléctrico español 2017’ y ‘Las energías renovables en el sistema eléctrico español 2017’, dos publicaciones anuales elaboradas por Red Eléctrica que recogen los principales datos del comportamiento del sistema y de las renovables, respectivamente.
En su intervención, Folgado destacó que el informe del sistema eléctrico español es pionero y único en el mundo en su categoría, habiéndose publicado con carácter anual desde la constitución de la compañía en 1985. Tanto este informe como el relativo a las energías renovables contienen una información muy elaborada que sirve tanto a Red Eléctrica como a los agentes del sector para llevar a cabo su labor de forma más eficiente. De hecho, este informe registra anualmente un millón de visitas a través de la web de Red Eléctrica.
Además, Folgado señaló que la transformación digital y el uso de las últimas tecnologías en materia de información han permitido un tratamiento más eficaz de estos contenidos. La tecnología también es un pilar fundamental en la gestión de las energías renovables, ya que permite su optimización en un contexto de escasas interconexiones con el resto de Europa.
Según datos de los informes presentados, 2017 cerró con una demanda de energía eléctrica en España de 268.140 GWh, un 1,1 por ciento más que en el año anterior, lo que supone el tercer año consecutivo de crecimiento de este indicador. Una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda nacional de electricidad crece un 1,6 por ciento más en el 2017 respecto al año anterior.
En el sistema peninsular, que representa algo más del 94 por ciento de la demanda total española, el consumo anual de electricidad ha sido igualmente un 1,1 por ciento superior al 2016. Corregidos los efectos de temperatura y de laboralidad, este incremento ha sido de un 1,6 por ciento. La demanda eléctrica creció en el 2017 en la mayoría de las comunidades autónomas, destacando los incrementos por encima del 3 por ciento de Cantabria, Murcia y Baleares.
En el 2017, el consumo eléctrico de grandes consumidores en España ha sido un 1,9 por ciento superior al del año anterior, según los datos del Índice Red Eléctrica incluidos en estos informes. El sector industrial creció un 2 por ciento mientras que el sector servicios lo hizo un 0,4 por ciento respecto al 2016.
El instante de mayor demanda de electricidad del 2017 tuvo lugar el 18 de enero a las 19.50 horas, cuando se alcanzó la cifra de 41.381 MW, superando en un 2,2 por ciento al máximo del 2016 registrado en septiembre, pero alejado del récord histórico de 45.450 MW de diciembre del 2007.
Generación de energía eléctrica
El 96,4 por ciento de la demanda de energía eléctrica peninsular en el 2017 se cubrió con producción nacional, mientras que el 3,6 por ciento restante procedió de la importación de otros países. Esta situación de importación neta de generación se produce en este 2017 por segundo año consecutivo.
En cuanto a la generación eléctrica peninsular, las energías renovables, condicionadas por un notable descenso de la producción hidráulica (un 49,1 por ciento respecto al año anterior) en un año especialmente seco a diferencia de lo ocurrido en los primeros meses del 2018, han reducido su cuota en el conjunto de la generación peninsular al valor más bajo de los últimos cinco años (33,7 por ciento frente al 40,3 por ciento en el 2016).
Esta caída de las renovables ha supuesto un aumento de la participación de la generación térmica, principalmente del ciclo combinado y del carbón; y, por consiguiente, se han incrementado en un 17,9 por ciento las emisiones de CO2 respecto al año anterior.
Casi la mitad de potencia instalada, renovable
La capacidad instalada del parque generador en España descendió en el 2017 un 0,5 por ciento con respecto al año anterior y alcanza los 104.122 MW. Esta reducción, que registra su segundo año consecutivo, se debe principalmente al cierre definitivo de la central nuclear Santa María de Garoña, de 455 MW. Así, el 46,3 por ciento de la capacidad instalada en nuestro país corresponde a energías renovables y 53,7 por ciento, a tecnologías no renovables.