La Agencia Europea de Estadística (Eurostat) compara los precios de la Unión Europea en los sectores más estratégicos.
Vivir en España es más barato que en Italia o en Francia, pero más costoso que en Portugal o Grecia. Según los últimos datos de la Agencia Europea de Estadística (Eurostat), la media de la canasta básica se sitúa ligeramente por debajo de la media de la región. En este sentido, requiere de una media de 93 puntos frente a los 100 de la zona euro.
España cuenta con unos precios muy competitivos en alimentos y bebidas no alcohólicas, ya que se encuentra cinco puntos por debajo (95) de la media de la UE, lo que hace que sus ciudadanos destinen cifras considerablemente negativas en comparación con Países Bajos (102,6), Grecia (103), Alemania (107), Italia o Francia (112). No obstante, Reino Unido (93) ha logrado una tasa más económica que España, así como República Checa y Polonia (65).
El precio de la ropa y los complementos también han decaído. Si en 2003 superaban la media de la Unión Europea, para 2017 se ha quedado en uno de los puntos más bajos, solo por encima de Bulgaria, Polonia, Hungría, Reino Unido y Rumanía. En este sentido, tiene una media de 93,5, mientras que sus vecinos de Portugal (96,6) y Francia (103,6) disponen de una tasa más alta.
En cuanto a los servicios del hogar, España se sitúa al mismo nivel que la media de la Unión Europea, por lo que paga más que Italia, Portugal, Grecia, Malta o República Checa, pero menos que Austria, Alemania, Suecia o Francia. Una situación similar a la que se vive con los precios de los muebles y decoración del hogar.
Llamar es costoso
Los servicios de telefonía en España sí se encuentran entre los más altos de toda la UE. En concreto, se trata del cuarto país con los mayores precios, sólo por debajo de Grecia, Islandia, y Bélgica. Al otro extremo de la tabla se encuentran los coste del mismo servicio en Polonia, Rumanía, Lituania, Estonia, y Bulgaria. No obstante, es el único ámbito en el que España se sitúa entre los primeros lugares.
No obstante, está por debajo de la media de la región en el coste de los servicios del sector del transporte, de las actividades de recreación y cultura, de la educación y de restaurantes y hoteles.