El FMI confía en que España crecerá más rápido de lo previsto en 2018

Christine Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional.
Christine Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional.

El Fondo Monetario Internacional ha aumentado cuatro décimas las estimaciones del PIB español  de 2018, hasta calcular una evolución positiva del 2,8 por ciento.

El FMI prevé que el desempleo en España caiga hasta el 15,5 por ciento en 2018.
El FMI prevé que el desempleo en España caiga hasta el 15,5 por ciento en 2018.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado cuatro décimas al alza su previsión de crecimiento para la economía española en 2018, que alcanzaría así una expansión del 2,8 por ciento, mientras que el próximo año el ritmo de crecimiento del PIB de España se moderaría al 2,2 por ciento, una décima por encima del pronóstico publicado el pasado mes de enero por la institución internacional, según recoge el informe ‘Perspectiva Económica Mundial’, presentado en Washington.

Asimismo, España aparece como la gran economía de la Unión Europea con mejores proyecciones de crecimiento para este año y el siguiente, cuando superará la media del 2,4 por ciento y el 2 por ciento estimado para la eurozona respectivamente en 2018 y 2019, mientras que a nivel global solo sería superado por Estados Unidos, cuya expansión alcanzará el 2,9 por ciento en 2018 y el 2,7 por ciento en 2019.

De este modo, el pronóstico de crecimiento del FMI para España, que en enero se vio empañado por las tensiones políticas en Cataluña y llevó a la institución al enfriamiento de sus expectativas económicas, supera ahora incluso en una décima la más reciente previsión del Gobierno, que confía en una expansión del PIB del 2,7 por ciento.

Esta mejor evolución de la economía española, permitirá una reducción más intensa del desempleo, que según el FMI bajará este año al 15,5 por ciento y hasta el 14,8 por ciento un año después, mejorando en ambos casos en una décima su anterior pronóstico.

En su análisis, el FMI subraya que la recuperación cíclica de las economías ofrece una oportunidad de orientar de manera más firme la política fiscal hacia objetivos a medio plazo, señalando que en los países con escaso margen fiscal la consolidación debería llevarse a cabo junto a un cambio en la composición presupuestaria hacia áreas que eleven el potencial de crecimiento.

Por otro lado, la institución internacional vuelve a insistir en su recomendación a España para que reduzca aún más la dualidad del mercado laboral y las diferencias en la protección de los trabajadores indefinidos y los temporales, así como orientar la formación y las políticas laborales activas al impulso de las perspectivas de empleo de los jóvenes y los parados de larga duración.