Nadia Calviño Santamaría recibe una economía en plena expansión económica y con las perspectivas favorables, pero con retos importantes para mantener el crecimiento.
El Ministerio de Economía estará en manos de Nadia Calviño Santamaría. La actual directora general de Presupuestos de la Comisión Europea tendrá que afrontar una serie de retos de la cartera económica de España. ¿La primera? La aprobación del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ante el anuncio del Partido Popular (PP) de solicitar algunas enmiendas, así como reclamar que la nueva ministra sea la encargada de defender el proyecto ante la Cámara Alta.
En este sentido, Calviño deberá trabajar para transmitir tranquilidad en Bruselas respecto a los Presupuestos Generales del Estado. En especial, después de que la Comisión Europea diese el visto bueno a las cuentas del PP, que posteriormente el nuevo presidente del Gobierno, se comprometió a mantener.
A Bruselas también deberá transmitirles el compromiso anunciado por Sánchez respecto al cumplimiento de las obligaciones de España como Estado miembro de la Unión Europea, aunque en materia de déficit no será fácil ya que el nuevo Gobierno debe acometer un ajuste de unos 10.000 millones de euros, para reducirlo del 3,07 por ciento del PIB en el que cerró 2017 al 2,2 por ciento del PIB comprometido para este año.
La sucesora de Román Escolano asumirá sus funciones como ministra de Economía con una economía en pleno crecimiento que, tras cerrar 2017 con un repunte del PIB del 3,1 por ciento, el Ejecutivo de Rajoy estimaba que este año crecería un 2,7 por ciento, para después moderarse al 2,4 por ciento en 2019 y al 2,3 por ciento para 2010.
De esta forma, Calviño tendrá que trabajar para mantener el ritmo de crecimiento y dar confianza a los mercados, tras unas semanas convulsas como consecuencia de la inestabilidad política en Italia.
Sector financiero
En el sector financiero está pendiente de culminar la privatización de Bankia, cuya fecha límite para que el Estado deje de participar en el capital de la entidad financiera es el 31 de diciembre de 2019, una tarea que podría complicarse por las dificultades derivadas del mapa político actual. También tendrá que encargarse de vigilar la evolución de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), de la que el FROB tiene un 45 por ciento de sus acciones y el restante 55 por ciento del capital es privado.
Igualmente, ha quedado pendiente la división prevista por el Ejecutivo de Rajoy de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y los cambios en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sobre lo que ahora Calviño deberá tomar decisiones.
Otra ley impulsada por el PP que se encontrará Calviño es la ley Hipotecaria, en plena tramitación, y el desafío de seguir impulsando estrategias para aumentar el tamaño de las empresas.