Conoce las diferencias entre un crédito y préstamo hipotecario

préstamo hipotecario

Al momento de adquirir una vivienda lo normal es ir a una institución bancaria para obtener la financiación para concretar la operación. Al momento de hacerlo, contamos con dos opciones, el préstamo hipotecario y el crédito hipotecario.

En el marcado inmobiliario, lo más común es contratar un préstamo hipotecario con el banco, sin embargo una opción con la que contamos es con el crédito hipotecario, que  también cumple la función de financiar la compra de la vivienda, pero con términos distintos al préstamo.

Préstamo hipotecario

La entidad financiera presta una determinada cantidad de dinero a la persona a cambio de colocar como garantía de pago el propio inmueble, constituyendo sobre éste una hipoteca. Así, el titular del préstamo deberá devolver el capital prestado, haciendo frente a una serie de intereses. En caso de impago, el banco podrá ejecutar la hipoteca sobre el inmueble.

El préstamo hipotecario suele ser la opción más común en el mercado para financiar la adquisición de la vivienda.

Las entidades financieras ofrecen una gran variedad de hipotecas: con y sin vinculaciones, a tipo fijo o variable, a 10, 20 o 30 años de amortización; etc.

Crédito hipotecario

En el caso del crédito hipotecario, el banco ofrece al solicitante una cantidad de dinero, que éste deberá ir devolviendo con los intereses generados de forma periódica y también ofrece la vivienda como garantía de la operación.

La principales diferencias del crédito respecto a los préstamos hipotecarios reside en:

  • El titular puede hacer uso de la totalidad o de una parte del crédito.
  • A medida que la persona va devolviendo el capital, puede disponer de más dinero hasta llegar al límite original del crédito.

Sin embargo, los expertos recomiendan ser prudente y contratar el crédito hipotecario cuando tenemos ciertos conocimientos financieros, para evitar el sobreendeudamiento.

Préstamo hipotecario vs crédito hipotecario

La decisión de contratar un préstamo hipotecario o un crédito hipotecario depende mucho de las necesidades y circunstancias de cada persona. Antes de nada, deberemos conocer bien las diferencias entre ambas opciones respecto a estos aspectos:

Intereses

Respecto al pago de intereses, en el caso del préstamo hipotecario pagaremos intereses por la totalidad de la deuda que hayamos contraído con el banco, mientras que si nos encontramos ante un crédito hipotecario, abonamos intereses por la cantidad de la que vayamos disponiendo: si no llegamos al límite establecido, no pagaremos intereses por el restante. Por otro lado, también es conveniente tener en cuenta que los tipos de interés que pagarás por el crédito hipotecario suelen ser más elevados.

Subrogación

El caso de la subrogación es un factor a tener en cuenta a la hora de decantarse por un préstamo o por un crédito hipotecario, ya que aunque teóricamente es posible llevar a cabo la subrogación de un crédito hipotecario, no es muy frecuente que los bancos estén dispuestos a aceptar esta petición, de manera que lo más probable es que tengas que firmar un nuevo contrato, cancelando el crédito.

Este trámite suele ser más sencillo en el caso de los préstamos hipotecarios, de forma que contamos con la posibilidad de realizar una subrogación de acreedor, trasladando la hipoteca a una entidad distinta; o de deudor, sustituyendo al titular de la hipoteca por otra persona.

Plazo

En cuanto al plazo, el crédito hipotecario cuenta con la ventaja de ser más flexible si nos encontramos ante la necesidad de solicitar una ampliación del vencimiento o un aplazamiento en el pago de las cuotas, también denominado periodo de carencia.

Disponer de más dinero

Otra diferencia importante entre estas dos figuras reside en que, en el caso del crédito hipotecario, éste contempla la posibilidad de disponer de más o menos dinero sin tener que modificar el contrato. Esto no sucede así en el caso del préstamo hipotecario, ya que una modificación respecto al importe del mismo supondría una variación en el contrato que se ha firmado, más conocido como novación de la hipoteca.