El estudio ‘Opinión pública y política fiscal (XXXVII)’ del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) refleja que los españoles no están contentos con la forma en que se manejan los impuestos
El 40,3% de los españoles considera que en España se paga mucho en impuestos, frente a un 44,2% que considera que regular y un 10,1% que poco, al tiempo que un 77,2% no cree que los impuestos se paguen con justicia y casi un 90% piensa que hay bastante o mucho fraude fiscal, según el estudio ‘Opinión pública y política fiscal (XXXVII)’ realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
El estudio, publicado este lunes y recogido por Europa Press, se ha realizado sobre la base de 2.926 entrevistas entre los días 9 y 19 de julio a personas mayores de 18 años de 1.078 municipios y 50 provincias, y muestra que un 31,6% de los españoles considera que en España se pagan más impuestos que en comparación con otros países más avanzados de Europa, frente a un 14,5% que cree que se paga igual y un 35,9% que menos.
En sus respuestas, un 77,2% de los encuestados señaló que los impuestos no se cobran con justicia y que no pagan quienes más tienen, frente a un 15,5% que considera que sí hay justicia en el pago de tributos. Además, teniendo en cuenta los servicios públicos y prestaciones sociales existentes, un 57,5% sostiene que la sociedad se beneficia poco o nada de lo que se paga en impuestos y cotizaciones.
Es más, un 58,3% cree que recibe menos de la Administración de lo que paga en impuestos y cotizaciones, un 31,5% cree que recibe más o menos lo que paga, y solamente un 5,9% cree que recibe más de la Administración de lo que paga.
Además, un 82,6% contestó que la Administración hace pocos o muy pocos esfuerzos para explicar el destino de los impuestos, frente a un 11,2% que respaldó el trabajo realizado por los poderes públicos al respecto.
DESAPROBACIÓN DEL FRAUDE FISCAL
En cuanto al fraude fiscal, un 89,9% piensa que existe bastante o mucho en España, frente a solo un 5,5% de encuestados que cree que hay poco y un exiguo 0,3% que cree que existe muy poco.
Pese a esta percepción generalizada del fraude, los encuestados creen que la gran parte (45,2%) de personas que conoce declara realmente todos o casi todos sus ingresos al hacer la declaración de la renta (IRPF), un 29,5% que bastante, un 16,2% que poca y un 2% que ninguna. Además, un 56,6% cree que la gente que conoce y está obligada a declarar el IVA, como profesionales y autónomos, declara todos o bastante de sus ingresos.
Ante la pregunta de si se considera consciente y responsable a la hora de pagar impuestos, casi un 92,9% se ve a sí mismo bastante o muy consciente y responsable, frente a un 5,6% que admite ser poco o nada responsable fiscalmente. La misma pregunta, pero referida al conjunto de los españoles, deja como resultado que un 62,3% cree que son poco o nada conscientes y responsables, frente a un 33,5% que cree lo contrario.
Preguntados por su tolerancia ante distintos tipos de fraude, un 93,2% considera poco o nada tolerante que una gran empresa eluda o evita pagar el Impuesto de Sociedades; un 95,6% recibir una prestación social a la que no se tiene derecho; y un 87,8% que una pequeña empresa eluda o evite pagar Sociedades.
Menos rechazo, aunque mayoritario igualmente, recibe montar una empresa que opere sólo en Internet para pagar menos impuestos (61%), pagar sin factura una reparación doméstica para evitar abonar el IVA (72,8%), ser autónomo y no cobrar el IVA (86,4%), y ser autónomo y deducirse gastos personales como gastos de empresa que no corresponden (86,2%).
Sobre cómo reaccionaría si alguien de su entorno contara en su presencia que realizara alguno de estos comportamientos, el 53,6% afirma que sentiría indignación y el 20,2% vergüenza; frente a un 10% que asegura que sentiría indiferencia, un 8,5% desinterés, un 0,4% admiración y un 0,3% envidia.
INJUSTICIA Y MENOS RECURSOS PARA SERVICIOS PÚBLICOS
Por otro lado, los encuestados señalaron como principales efectos del fraude fiscal la disminución de recursos para financiar servicios públicos y prestaciones (30,9%) y la generación de injusticias (31,2%), seguidos de la desmotivación de aquellos que son cumplidores (15,4%) y el aumento de la presión fiscal los que pagan correctamente (14,3%). Sólo un 1,3% respondió que el fraude fiscal no tiene efectos realmente importantes.
Asimismo, un 88,9% afirmó estar de acuerdo con que «engañar a Hacienda es engañar al resto de los ciudadanos», un 69% comparte que «si la gente no engaña más es por miedo a una revisión» y un 90,8% censuró la afirmación de que «no está mal ocultar parte de la renta porque eso no perjudica a nadie».
Respecto a la frase que mejor refleja su opinión sobre los impuestos, la elección preferida de los encuestados es que «son necesarios para que el Estado pueda prestar servicios públicos» (63,6%), por delante de un 18,7% que cree que «son algo que el Estado obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué» y un 14,4% que lo encuadran como «un medio para redistribuir mejor la riqueza en la sociedad».
RECURSOS INSUFICIENTES EN SANIDAD, INVESTIGACIÓN Y MEDIO AMBIENTE
Respecto a la financiación de los servicios públicos, las personas encuestadas señalan a la Sanidad (73,8%), Vivienda (60,2%), investigación en ciencia y tecnología (81,2%), ayuda a personas dependientes (66,1%), Enseñanza (61,6%) y Seguridad Social y pensiones (57,6%) como partidas a las que se destinan muy pocos recursos.
Entre los servicios a los que se dedican demasiados recursos, Defensa superó el 10% de personas: un 33,3% criticó que se dedican a la misma demasiados recursos, así como obras públicas (13,3%).
En sus respuestas, las personas encuestadas creen mayoritariamente que el sistema fiscal debe apoyarse en impuestos directos, según la renta o la riqueza de personas y empresas (un 59,1%) frente a impuestos indirectos que afectan por igual (23,6%).
Ante la pregunta de cuántos impuestos deben pagar dos personas, una de ellas cobrando el doble que la otra, un 48% cree necesario un mayor porcentaje para la que gana más, y un 46% apostó por aplicar el mismo tipo. Un 2,4% defendió que ambas personas paguen exactamente la misma cantidad de dinero (lo que en la práctica supondría aplicar un tipo menor al que gana más).
La subida de impuestos a rentas altas y grandes corporaciones será un hecho