La institución financiera atribuye sus resultados a la progresiva estabilización del margen bruto derivada del mayor impulso comercial
Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 816 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 1,4 por ciento respecto al ejercicio anterior, gracias a la progresiva estabilización del margen bruto derivada del mayor impulso comercial, al mantenimiento de los gastos y al control del coste del riesgo, según ha informado la entidad.
Una vez incorporado BMN y contabilizados los ajustes puntuales derivados de la fusión, que ascienden a 312 millones de euros, el beneficio se sitúa en 505 millones, un 37,3 por ciento menos que en 2016. Con este incremento del beneficio (en términos homogéneos) y los holgados niveles de solvencia, el consejo de administración ha propuesto mantener el dividendo en 11,024 céntimos por acción, lo que eleva la retribución anual a accionistas a 340 millones de euros y el ‘pay-out’ al 41,7 por ciento.
Con la participación actual del 61 por ciento que el FROB tiene de Bankia, este dividendo supondrá un nuevo avance del proceso de devolución de las ayudas por importe de 207 millones de euros.
El total de las ayudas reintegradas ascenderá así a 2.863 millones El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que 2017 ha sido un ejercicio «muy importante» para Bankia porque ha terminado el plan de reestructuración, ha ejecutado la fusión con BMN y ha avanzado en el proceso de privatización.
El presidente de Bankia ha señalado además que, por cuarto año consecutivo, la entidad incrementa el importe destinado a dividendos para sus accionistas y sigue así avanzando en la devolución de ayudas a los contribuyentes.
El margen de intereses se situó en 1.943 millones de euros, lo que supone un descenso del 9,6 por ciento en un ejercicio caracterizado por los tipos de interés en negativo, que provocaron nuevas repreciaciones a la baja de la cartera hipotecaria y un descenso del rendimiento de los bonos de la Sareb.
No obstante, en el último trimestre la entidad observó un incremento del margen de clientes hasta el 1,55 por ciento, derivado del aumento del tipo medio al que se concedieron los créditos y del descenso del coste de los nuevos depósitos.
El margen bruto, por su parte, se situó en 3.027 millones de euros, un 4,4 por ciento inferior al del ejercicio anterior. Mientras, Bankia mantuvo los gastos de explotación estables en términos comparables y la ratio de eficiencia quedó en el 51,2 por ciento, frente al 55,6 por ciento de media del sector (según los últimos datos disponibles, entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017).
Otro elemento que contribuyó a elevar la cuenta de resultados, según ha explicado la entidad, fue la mejora de la calidad del balance, que permitió reducir el saldo de créditos dudosos y de activos adjudicados y, al tiempo, rebajar un 9,4 por ciento la dotación a provisiones, hasta 448 millones de euros. El coste de riesgo (volumen de provisiones sobre crédito) disminuyó en el año del 0,24 por ciento al 0,23 por ciento.